ENSAYO ¿Vemos lo que queremos ver?

FACULTAD DE COMUNICACIÓN

ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL  DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN[pic 1]

ENSAYO

¿Vemos lo que queremos ver?

AUTOR:

Martínez Oyola, Flor De Alhelí

Ortiz Rosales, Santiago

Saldaña Sarmiento, Alicia

ASESOR:

Milla Toro, Ricardo

LÍNEA DE INVESTIGACIÓN

Ética Profesional

LIMA- PERU

AÑO:

2013-II

¿Vemos lo que queremos ver?

Introducción:

Al llegar a casa después del colegio o universidad los jóvenes no pueden evitar no  prender la televisión. Bien vemos que son las 6:00pm o 6:30pm, nos incluimos, cambiamos de canal para ver Combate o Esto es guerra y así poder  apoyar a nuestro equipo favorito.

 En nuestras casas ni bien comienza estos programas de entretenimiento, dejamos todo de lado para alentar a nuestro equipo favorito, en el caso de Esto es guerra son los leones vs las cobras y en Combate el equipo verde y rojo. Pero aunque muchos lo vean gracioso nuestras abuelitos, mamás, papás se contagian de nuestra euforia al vernos  hablar con el televisor, gritando vamos rojo; los del equipo verde son mejores y es así que se ponen a ver  con nosotros.

 En así que nos surge las preguntas, ¿qué hacen estos programas para captar  nuestra atención? y ¿por qué los programas culturales no tienen tanta audiencia como los de entretenimiento? Aunque la misma teleaudiencia revele explícitamente que la televisión peruana no ofrece nada bueno ¿se habrán dado cuenta que hay programas culturales?

         Como bien lo dice Quiroz (2008, p.31):

“Los medios de comunicación en general y la televisión en particular les permitieron […] acceder a un consumo que llena su tiempo libre, ‘enseñándoles’ muchas cosas, proporcionándoles referentes para la conversación cotidiana, así como fruición a través de estéticas y relatos efectistas, facilistas, superficiales e inmediatos, muy distantes de la oferta cultural para las élites” .

Es por ello que los programas de entretenimiento tienen más audiencia ya que genera una imagen ficticia, donde muestran romances, discusiones, hermosas mujeres y hombres que atraen a la teleaudiencia, convirtiéndose así en los ideales de los jóvenes. Por lo tanto, los televidentes dejan de lado los programas culturales ya que según ellos, son aburridos y solo quieren ver las competencias para apoyar a su equipo favorito.

Cuando uno sale a preguntar a los universitarios “¿qué esperan ver en la televisión?” Ellos mismos expresan su deseo de observar  programas culturales, pero aun así los programas del estado que transmiten cultura son vistos por pocas personas como es el caso  de  “La función de la palabra”, “Costumbres”, “Aventura Culinaria”, entre otros, entonces ¿Se puede igualar la audiencia de los programas culturales con los de entretenimiento?

La primera razón consiste en la aplicación  del Eduentretenimiento en la programación peruana para que los programas culturales sean más atractivos para el televidente.

 La segunda razón es crear más formatos creativos con contenido cultural que atraiga a la audiencia y así tener una audiencia similar a formatos  de entretenimiento.

Por último, está la franja horaria (colocación de horarios), aquí propondremos algunos horarios para que los programas culturales sean emitidos y posean una audiencia favorable alcanzando niveles altos niveles de sintonía igualando a los programas de entretenimiento.

Por eso, el presente ensayo   tiene como finalidad desarrollar los argumentos de cómo podemos igualar la audiencia de  los programas culturales  con los de entretenimiento a lo cual según Ibope Time tiene más sintonía.

El Eduentretenimiento como estrategia aplicativa

En este primera parte explicaremos el eduentretenimiento. Como bien lo menciona Martin Bouma (2012, párr. 2):

“El E-E (eduentretenimiento) como el proceso de diseñar e implementar una forma mediada de comunicación con el potencial de entretener y educar a las personas, con el objetivo de mejorar y facilitar las diferentes etapas del cambio pro-social del comportamiento”.

       Por la cual en la programación de diversos países se ha aplicado una señal televisiva de contenido educativo generando un gran interés por los televidentes y mostrando un cambio de gran audiencia por el sector social.

       Sin embargo, se observa que  en  la programación  peruana la mayoría de canales no  optan por estas parrillas televisivas. Prefiriendo a los de entretenimiento que carecen de cultura y calidad de enseñanza. Por lo que se deja de lado a los escasos formatos de eduentretenimiento existentes, quedando sin apoyo y difusión con una baja sintonía y  popularidad entre el público.

       Entre las tantas dudas nos preguntamos ¿será posible la aplicación del eduentretenimiento en los programas peruanos?  ¿Se podrá  tomar más criterio sobre los programas que ven?  ¿A qué se debe que la gente sintonice los formatos de entretenimiento? ¿Cómo podemos cambiar mejorar motivar a la sociedad actual a que cambie su interés a otro tipo de programas?

       Se ha vuelto habitual cuando encendemos la televisión y cambiamos a los canales más populares, ver que los programas por excelencia son de entretenimiento. En los que simplemente nosotros nos enfocamos en verlos sin ningún criterio, con el fin de satisfacernos entrando en un estado de ocio, relajarnos o simplemente verlos. Llegando a tener una gran audiencia y posterior una gran supremacía ante otros programas del sector televisivo, entre estos los de cultura.

Con diversos motivos de cómo se llegó a esta situación  se puede señalar lo mencionado por Carrero:

“La televisión con el paso del tiempo, impulsada por el sistema capitalista, se ha ido convirtiendo en una herramienta mercantil, donde las series televisivas  buscan atraer la audiencia vendiendo el cuerpo de la mujer, las vanidades de la vida,  y atractivos que ignoran la importancia de la educación a través de este medio de comunicación; el entretener se convierte en una prioridad ya que aunque vende más, no tiene la facultad de generar conocimiento, siendo incapaz de generar una conciencia crítica en los televidentes, sino por el contrario, sus contenidos no trascendentales en nuestra realidad hacen que el poder que puede llegar a tener esta herramienta se pierda a través de banalidades” (2011, párr.1).

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