El Diálogo Crítico
Enviado por tzcoatl • 9 de Marzo de 2012 • 828 Palabras (4 Páginas) • 794 Visitas
El diálogo crítico
Recordemos que las etimologías de la palabra diálogo son dos palabras griegas: dia, a través y logos, razón y palabra. Así que dialogar es un intercambio verbal y razonado entre dos o más personas que se realiza de acuerdo a determinadas condiciones.
La máxima expresión del diálogo es el diálogo crítico, cuyo objetivo es llegar al fondo de algún tema o asunto y aproximarse lo más posible a la verdad. Los diálogos de Platón constituyen el prototipo de los diálogos críticos.
Los buenos seminarios académicos, se sustentan en el diálogo crítico. En la educación superior es cada día más frecuente asistir a seminarios en vez de los cursos tradicionales, lo cual es muy alentador. El auténtico seminario es aquél en donde circulan las ideas con plena libertad en aras de la verdad o de lo que se considera mejor para todos. En esta cultura de la participación generalizada, es de primordial importancia saber dialogar, para enriquecer cada sesión.
Condiciones necesarias para el diálogo crítico
De acuerdo a Robert Apatow (1999) cuatro son las condiciones que hacen posible el diálogo crítico: La amistad, dialogar acerca de un solo tema por sesión, tener como propósito alcanzar la verdad o aproximarse a lo que entendemos por ésta y finalmente el respeto al logos: la razón y el lenguaje.
a) La amistad
Es necesaria una relación de persona a persona entre los dialogantes. Una persona no puede dialogar cordialmente con un personaje, porque estaría necesariamente a la defensiva impidiendo que el personaje, con el delirio de grandeza que le caracteriza, lo avasalle, lo domine.
Pero la persona tampoco puede dialogar normalmente con un personoide, ya que éste, cuando no está quejándose y sintiéndose víctima de todo, sólo está esperando que le digan qué hacer o qué opinar porque no tiene vida propia. Así pues sólo puede haber un diálogo cordial, fluido, natural, entre las personas libres, con la conciencia de su propia dignidad, dispuestas a aprender lo que no saben pero también de aportar lo que está en sus manos.
b) Abordar un solo tema en cada sesión
Que el tema sea de interés general y aceptado por los dialogantes. Cuando el tema prende el interés de los presentes, el diálogo fluye con facilidad y abundancia de participaciones.
No se vale proponer un tema con segundas intenciones. Hay que tener cuidado con los participantes manipuladores que suelen proponer temas para “llevar agua a su molino”, para sacar ventaja personal del mismo.
No “picotear” los temas. Cuando durante un supuesto diálogo se pasa de un tema a otro a la menor provocación, ya no es un diálogo sino una charla informal o simple “cotorreo”.
c) La verdad
Nadie
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