El Mal No Puede Ser El Bien De Una Moda

Como mencionó uno de los más grandes Ilustrados, Jean-Jacques Rousseau, "El hombre es bueno por naturaleza, es la sociedad quien lo corrompe". El hombre no nace ni bueno ni malo pero es el entorno, la sociedad que lo rodea quien lo moldea mostrándole qué es lo correcto y lo incorrecto. Ante esto se puede pensar: se puede desear el mal?

Se contestará a esto viendo si las bases de la ideología nazi eran bienintencionadas analizándolas desde el punto de vista de Martin Heidegger y para ejemplificar se verá el caso presentado y examinado por Hannah Arendt en “Eichmann y el Holocausto”.

Para la Ética, un asesinato ideológico es igual de criminal si se comete en nombre de Dios o del nazismo pues las ideologías no cambian los hechos. La ética lo que juzga es la moral, la intencionalidad del acto.

Por otro lado, el derecho sólo juzga los actos externos del hombre, los actos que una persona comete en contraste con la moral que es autónoma. Esta última está en nuestra conciencia (en el intelecto y la voluntad) y juzga los actos internos del hombre es decir la intencionalidad de estos.

Heidegger pensaba que se debía entender los eventos e ideologías del tiempo en el que se vivía (en este caso él y el nazismo) para poder superar en pensamiento, en razonamiento y en acción estos: “Lo preocupante se muestra en que todavía no pensamos. Todavía no, a pesar de que el estado del mundo da qué pensar cada vez más…”. (1)

La conducta del nazismo fue asesina, los actos que se cometieron en nombre de ésta son malos y niegan la ética. Si para los nazis su conducta correspondía a su tiempo, esto subjetiviza la ética y la vuelve un código flexible, maleable que se adapta a lo que conviene y a lo que está de “moda” siendo que la verdad es una y no es relativa.

El mal, al ser un acto humano tiene responsables que tienen que asumir las consecuencias de sus acciones.

Las leyes deben de estar regidas por la ética, no por la “moda” de la época, o por la ideología del grupo que estaba en el poder.

Para Santo Tomás el mal es la ausencia del ser, no tiene esencia alguna, es la privación de lo que un ser tiene y debe tener por naturaleza, todos los seres apetecen el bien; “Lo primero, entonces para saber si un acto es bueno o malo es considerar su objeto. Un acto que consiste en ayudar al prójimo será bueno y el que consista en dañarlo será malo. Ya se vio que la naturaleza humana tiene una finalidad en consonancia con la cual deben de estar todos los actos y todos los objetos de los actos” (Antología Sto. Tomás de Aquino, Pag.144).

El objeto de los actos de la ideología totalitaria Nazi son malos por lo que estos carecen de esencia buena que es a lo que tiende el ser por naturaleza.

Pensar bien es tener la capacidad de captar la verdad de las cosas y presentarle a la voluntad las opciones para que escoja el camino a seguir.

Nosotros captamos las cosas a través del intelecto, las desmaterializamos y nos quedamos con la forma y así creamos las ideas, después las razonamos emitiendo diferentes juicios. Es decir partimos de lo particular a lo universal y luego otra vez a lo concreto .

Para Hannah Arendt el concepto de pensamiento está en la actividad humana, por lo cual este concepto no puede separarse de la facultad de juzgar.

Pensamiento y facultad de juzgar pueden ser destruidos lo cual

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