El Mito De La Caverna
Enviado por elbasurita • 21 de Febrero de 2014 • 432 Palabras (2 Páginas) • 187 Visitas
En una caverna hay unos hombres atados desde niños que no pueden moverse. Detrás de ellos arde un fuego, entre el fuego y ellos hay una pared a lo largo de un camino, por el que pasan hombres con objetos sobre la cabeza que sobrepasan la altura de la pared, unos van hablando y otros están callados. Los prisioneros sólo han visto las sombras proyectadas por el fuego y las han asociado con los sonidos que oyen. Tomarán por reales las sombras.
Si uno de ellos fuera liberado y tuviera que mirar hacia la luz sentiría dolor y apenas vería nada. Consideraría más reales las sombras que veía que los objetos que ve ahora. Y si tuviera que mirar al fuego sentiría dolor y escaparía hacia los objetos que puede contemplar.
Si le obligaran a recorrer la escarpada subida hasta llegar a la luz del sol, sufriría con el ascenso y apenas vería nada. Necesitaría acostumbrarse para ver las cosas de arriba. Lo último que vería sería el sol en el cielo y deduciría que produce las estaciones y los años y gobierna toda la región visible.
Cuando se acordara de sus compañeros y de su ciencia, se compadecería de ellos. Tampoco apreciaría los honores que recibían los que demostraban mayor conocimiento de las sombras, pues se trata del mundo de lo opinable.
Si volviera a ocupar su sitio en la caverna, vería con dificultad y necesitaría tiempo para acostumbrarse a las tinieblas. Los demás se reirían de él y dirían que tenía los ojos estropeados por haber subido arriba. Y lo matarían si intentara desatarlos y hacerles subir.
La caverna equivale al mundo sensible, el fuego al sol, la subida al mundo de arriba a la ascensión del alma al mundo inteligible. Lo último que se percibe es la Idea de Bien, en el mundo sensible es la causa de la luz y el sol, en el mundo inteligible es productora de verdad y conocimiento. Debe conocerla quien quiera proceder sabiamente en público o privado. Los que han alcanzado este conocimiento no quieren ocuparse de asuntos humanos.
Si se ven obligados a discutir en los tribunales o en otro lugar sobre las sombras o apariencias de lo justo se mostrarán torpes y ridículos, si no han podido acostumbrarse a las tinieblas.
Los ojos se ofuscan cuando pasan de la luz a la oscuridad o de la oscuridad a la luz. Igual le ocurre al alma. No se reirá una persona razonable de un alma ofuscada, y averiguará si procede de la luz o si va hacia ella, considerará dichosa a la primera y se compadecerá de la segunda.
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