El Mundo Fisico
Enviado por • 21 de Marzo de 2015 • 1.666 Palabras (7 Páginas) • 219 Visitas
4. EL MUNDO FÍSICO
4.1 LO MATERIAL (VERONICA)
¿Qué tiene en común lo que vemos en nuestro cuarto, el olor que llega de la cocina de la cena que está preparando nuestra madre y el sonido del disco que estamos escuchando en este momento? Admitiendo que no se trata de un chiste –un “en qué se parecen”- sino del comienzo de nuestro filosofar sobre el mundo que nos rodea, sobre las cosas cotidianas, podríamos fácilmente llegar al acuerdo de que se trata de un mundo material. Las cosas con las que nos topamos en el mundo son materiales. No todas tienen color, ni todas tienen un sonido, pero todas son materiales. Así son las cosas de nuestro mundo. ¿Así? Supongo que no faltará alguna de las “objeciones poéticas”: ¿y el amor, es material? ¿Y la ilusión? Objeción rechazada, de momento. Este tipo de cuestiones las trataremos más adelante: ahora estamos hablando de las “cosas”, de “cualquier cosa” de nuestro ámbito. Cualquier cosa que nos pueda señalar o decir un joven filósofo de diez años. Todo esto, por tanto, es material. Pues bien, vamos a plantear algunas pegas a esta afirmación tan sencilla. ¿Cuál es la diferencia “material” entre un jarrón de porcelana y ese mismo jarrón –soy un poco torpe- hecho añicos porque se me ha caído al suelo? Materialmente, antes era medio kilo de porcelana, y ahora sigue siendo medio kilo de porcelana. De la misma manera, materialmente no existe ninguna diferencia entre los materiales necesarios para construir una casa, si los tenemos amontonados sobre el terreno, y la casa ya construida. ¿Dónde está la diferencia? En la construcción no se ha añadido ninguna pieza nueva: los ladrillos, vigas, tuberías, cemento, etc. no han sufrido ninguna alteración. ¿Por qué valen más cinco mil ladrillos puestos en forma de casa, que cinco mil ladrillos amontonados? Materialmente (es decir, atendiendo a los materiales), no hay ninguna diferencia entre esa casa flamante, y esa misma casa derruida. El montón de escombros tiene los mismos materiales que la casa nueva. No se le ha añadido ni quitado ninguna “cosa”. Y, sin embargo, esa cosa ya no es casa. Es curioso, pero a la hora de pagar las cosas que compramos no solemos ser tan “materialistas” como hemos afirmado ser al comienzo de este tema.
(MITZI)
No solemos enfadarnos porque por unos pocos kilos de plástico, cristal, y algunos gramos de acero, nos cobren una cantidad nada despreciable por el hecho de venir en forma de ordenador. ¿Por cuál de los materiales pagamos tanto? Y si es uno de los materiales lo que tanto vale, ¿por qué no lo sigue valiendo cuando descomponemos el ordenador en trocitos? Al fin y al cabo, los materiales siguen siendo los mismos. Es el mismo problema con el que nos encontramos los malos cocineros: dos platos cocinados con los mismos ingredientes, pero condimentados por diferentes cocineros pueden dar resultados completamente distintos. No basta con añadir patatas, huevos, aceite y sal para lograr una tortilla de patata. En la tortilla hay mucho más que ingredientes. Y eso que hay, no es un ingrediente más. Los ejemplos podrían multiplicarse.
Lo que estos ejemplos muestran es que los ingredientes materiales de una cosa no bastan para explicar lo que esa cosa es. No es un material lo que marca la diferencia entre el acueducto de Segovia tal y como lo conocemos ahora, y ese mismo acueducto reducido a un montón de escombros. La diferencia no radica en que hayamos quitado tal o cual piedra, o una de las piezas o... La diferencia está en el orden, en la disposición de las piedras. Y ese orden no es material, no es uno de los materiales. Lo que nos rodea no es, pues, solamente material (es decir, algo formado únicamente de materiales) sino que hay algo más: eso es lo que diferencia una buena tortilla, de la mala; el montón de escombros, del acueducto; unos cuantos gramos de cristal, plástico y silicio, de un ordenador. Eso es el orden, la estructura que tienen los distintos materiales. Por tanto, las cosas físicas están compuestas por materiales y por “inmateriales”, es decir, por materiales y orden. Son dos principios diferentes.
4.2 LO INMATERIAL (MARIO)
Este elemento inmaterial, el orden o estructura, recibe también el nombre de “forma”, y se habla así de los dos principios de las cosas, lo formal y lo material. Si utilizamos esta expresión en sentido preciso, la forma, hemos de tener en cuenta que no se emplea de la misma manera que en el lenguaje ordinario, cuando preguntamos “¿Qué forma tenía esa pieza del coche? Redonda.” Cuando hablemos de lo formal, no nos referimos únicamente al aspecto exterior, sino a todo aquello que no es ninguno de los materiales, a ese aspecto inmaterial de las cosas, el orden o estructura con que se disponen los materiales. Para estudiar las características de lo formal y de lo material pensemos en un caso cualquiera de los que hemos puesto al comienzo del tema: el del acueducto, por ejemplo. Lo primero que habría que decir es que
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