El Renacimiento
Enviado por PECHAN79 • 24 de Febrero de 2015 • 2.389 Palabras (10 Páginas) • 152 Visitas
El pensamiento Filosofico-jurídico de la edad media.
1. Surgimiento del pensamiento filosófico medieval.
Se denomina Filosofía Medieval a la filosofía dada en Europa y el Oriente Medio durante el período conocido comoEdad Media, periodo que se extiende desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V d. C. hasta el descubrimiento de América en el año 1492, d.c, pero temáticamente, la filosofía medieval se inicia en el siglo II con el diálogo entre la filosofía helenística y las grandes religiones monoteístas. Por esto algunos autores sostienen que la filosofía antigua pierde su antigua autonomía y deviene ancilla Theologiae, vale decir, pasa a estar subordinada o con una actitud servil con respecto a la especulación religiosa.
Caracteristicas:
- Discución entre la fé y la razón.
- Discusiónentre la naturaleza y la existencia de Dios.
- Discusión entre los limites del conocimiento y la libretad en el hombre.
- Discusión entre la naturaleza de los universales individuación de lassustancias divisibles e indivisibles.
- Defensa del Cristianismo frente a las religiones paganas.
2. Participacion cristiana teológica en la edad media.
El cristianismo incluye doctrinas que podríanconsiderarse como respuestas a los problemas tradicionales de la filosofía. La Biblia o libro sagrado, en el Génesis, expone el origen del mundo y entre otras cosas nos habla de la naturaleza humana comoimagen divina con normas de conducta y relaciones políticas.
La verdad para los griegos no tiene origen divino, sin embargo para los cristianos es una VERDAD en sí, por lo que niegan la importancia deldiálogo, la discusión y el debate, que solo son posibles si se supone que nadie posee la VERDAD y que todos son iguales en sus fundamentos y criterios de justificación.
Es una religión monoteísta que se impone sobre la diversidad de dioses griegos, que propone unos ritos frente a la pluralidad de cultos griegos. La idea de creacionismo es del todo extraña a la filosofía griega, por poner un ejemplo.
Parménides sugería que era imposible que surgiera algo de la nada. La idea de creación consigue una cosa: acentuar todavía más el poder ilimitado de Dios. Sólo si Dios es único, puede ser omnipotente y además creador; este atributo lleva implícito el fenómeno de los milagros (alteración del curso natural de los acontecimientos).
Para la filosofía griega, el universo se caracteriza por la necesidad, por las leyes; por eso es un Cosmos y no un Caos. Si se quebraba el curso natural el resultado era algo monstruoso o mal formado; explicarlo por intervención divina o milagrosa sería irracional, absurdo.
El hombre es creado a imagen de Dios con un alma inmortal y un cuerpo que resucita. El pecado no es ignorancia, sino maldad humana, inclinada, tentada a la infracción y por la libertad del individuo que cede ante tal inclinación. Aparecen ideas como culpa, arrepentimiento, pecado y redención, totalmente novedosas y ajenas al pensamiento griego.
Además Dios es el padre de los hombres, paternidad divina que la filosofía griega ignoró completamente.
3. Aspectos mas interesantes de teólogos San Agustin y Tomas de Aquino
SAN AGUSTIN:
La inteligencia es la recompensa de la fe. La fe y la razón son dos campos que necesitan ser equilibrados y complementados.
Principios.
La mente humana está en relación con las realidades inteligibles e inmutables. Con este principio demuestra la existencia de Dios, prueba la espiritualidad del alma y su inmortalidad y además da una explicación psicológica de la Trinidad.
Todo bien o es bien por su misma naturaleza y esencia, o es bien por participación; en el primer caso es el Bien sumo, en el segundo caso es un bien limitado. Esta participación puede ser: la participación del ser, de la verdad y del amor.
En cuanto a la inmutabilidad, el ser verdadero, genuino y auténtico es sólo el ser inmutable. No existe de alguna forma o en cierta medida, sino que es el Ser. Este principio vale para distinguir al ser por esencia del ser por participación.
Agustín defendió la libertad contra los maniqueos y la existencia de una sola alma y una sola voluntad: era yo mismo quien quería, yo quien no quería; yo era yo. Por último, también exploró el tema de las pasiones, reduciéndolas a la raíz común del amor. En las pasiones advierte tres posibilidades: ausencia de pasiones, orden en las pasiones y desorden o concupiscencia, la cual le hace llegar a una guerra civil.
A los grandes problemas del ser, conocer y amar, le da tres soluciones, que son la creación, la iluminación y la sabiduría o felicidad.
Creación: Explica el problema del origen de las cosas, diciendo que Dios creó todas las cosas de la nada.
Iluminación: Nuestra iluminación es una participación del Verbo, es decir, de la vida que es luz de los hombres. Dios, causa del ser, es también luz del conocer.
La felicidad: El hombre obtiene la felicidad de Dios y esta felicidad es Dios mismo. Para él la felicidad es el gozo de la verdad y no puede ser dichoso quien no posee lo que ama, pero dichoso es sólo quien posee todo lo que quiere y no quiere nada malo.
Agustín acabará concluyendo que el tiempo existe en el espíritu del hombre, porque es donde se mantienen presentes el pasado, el presente y el futuro. Por ello los tiempos son tres: El presente del pasado, el presente del futuro y el presente del presente. No reside en el movimiento sino en el alma.
Doctrina trinitaria:
El Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, pero principalmente del Padre, pues el Padre, que es el principio de la deidad, concede al Hijo el expirar el Espíritu Santo, éste procede como Amor y, por tanto, no es engendrado.
La explicación psicológica de la Trinidad permite, ilustrar, a la vez, el misterio del hombre, creado a imagen de Dios. Esta imagen sólo la encuentra en el hombre interior y la expresa con esta fórmula: memoria, inteligencia y voluntad.
Doctrina cristológica:
Expresa la unidad de la persona y dualidad de las naturalezas en Cristo de la siguiente manera: Aquel que es Dios es también hombre, y aquel que es hombre es también Dios; no por la confusión de las naturalezas, sino por la unidad de la persona. Esta unión es admirable y la mejor analogía es la unión que se produce en el hombre, la del cuerpo y del alma en la unidad de la persona.
En virtud de la comunicación de idiomas Agustín defiende que Dios ha nacido, que Dios
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