El Valor De La Verdad

EL VALOR DE LA VERDAD.

Un hombre caminaba por las calles de la ciudad y andaba acompañado siempre por LA VERDAD, la cual siempre andaba sin ropas ni adornos; completamente desnuda. Todos los que veían a aquél hombre le daban la espalda por miedo o por vergüenza y nadie le daba la bienvenida. Éste a su vez comenzó a sentirse despreciado y apartado. Una tarde aquél hombre se encontró con La MENTIRA que paseaba alegremente con una ropa muy bella y muy colorida…” Oye hombre… ¿por qué estás tan abatido?, le preguntó La Mentira. . –Porque todas las personas me evitan, replicó El Hombre. – La Mentira soltó una carcajada, le ofreció su mano y dijo: --Toma, ponte una de mis ropas, dame tu mano y fíjate lo que pasa. Entonces aquél Hombre se puso una de esas lindas prendas, caminó un poco y por todos los lugares donde pasaba era bienvenido. “A los hombres no les gusta encarar a LA VERDAD desnuda y prefieren disfrazarla”.

El hombre creyó que ya era muy felíz y siguió caminando por el mundo y así pasó un buen tiempo. Más de pronto un día comenzó a sentir que algo no estaba bien, que algo le hacía falta y no se sentía pleno consigo mismo aunque todo mundo lo alababa. Se sentía ya muy confundido aquél hombre, y se dejó caer sobre el polvo del camino llorando. En eso pasó junto a él un anciano, que a pesar de su edad caminaba con mucha seguridad y entereza. --¿Quién eres?, preguntó el Hombre que se veía casi derrotado. –Soy de cierta manera El Guardían de LA VERDAD… me llamo VALOR. --La Verdad ya no existe en mí, dijo el hombre… la he aniquilado poco a poco y… El anciano lo interrumpió: --Has visto cómo y de qué manera LA MENTIRA te envolvió y tratas de vestir como ella? Es muy cómodo y sencillo disfrazar tu esencia, lo que tu eres. Asi todos te aceptarán pues te acoplas a cada persona con la cual te encuentras. Hiciste a un lado a LA VERDAD porque te convenía, pero no te sentiste jamás pleno, porque diste la espalda a ti mismo.

LA VERDAD permanecía a un lado del VALOR, pero El Hombre hasta ese momento es que pudo verla… y ésta por fin habló: Toma mi mano y camina muy junto a mi de nuevo y jamás vuelvas a abandonarme. Soy sencilla y muchos me creen pobre porque carezco de cosas atractivas y excéntricas; pero soy muy rica en valores morales y emociones auténticas. Caminando junto conmigo encontrarás muchos obstáculos que tendrás qué saltar, penalidades que tendrás qué superar, personas que tendrás qué perder, cosas materiales que deberás ir dejando atrás; pero serás siempre tú mismo y con ello obtendrás satisfacciones que te harán VIVIR y así podrás ir demostrando que LA VERDAD es esencial en la vida de cualquier ser humano. No debes permitir que LA MENTIRA se apodere de ti, porque con el paso del tiempo creerás que esas mentiras son verdades y te esclavizas a ellas. Esa esclavitud provoca sufrimiento, desesperanza, desilusión, inseguridad y así jamás lograrás tus metas, tus anhelos o sueños. Como el

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