El niño es "un ser sustancialmente distinto al adulto y sujeto a sus propias leyes y evolución; el niño no es un animal ni un hombre, es un niño"
Enviado por BEATRIZMTZ • 22 de Septiembre de 2015 • Ensayo • 2.108 Palabras (9 Páginas) • 1.089 Visitas
El niño es "un ser sustancialmente distinto al adulto y sujeto a sus propias leyes y evolución; el niño no es un animal ni un hombre, es un niño"
Juan Jacobo Rousseau.
La ideología que tenemos de la educación puede ser diferente en cuanto a conceptos y nociones, pero en lo que podemos estar de acuerdo es que manejamos la misma línea que nos lleva a colocarla como el medio por el cual se guía y mantiene la sociedad. Entonces ¿Qué influye en estas ideologías?, ¿De dónde parten?, ¿Quiénes o qué las propician?, gracias a la diversidad de pensamientos es que podemos obtener palabras que se pueden ver complejas pero centradas al comprenderlas. Para llegar a esta comprensión es que diferentes personalidades han participado para ponernos sobre la mesa diversas filosofías en cuanto a teoría educativa se refiere, un ejemplo claro es Juan Jacobo Rousseau, sin duda alguna marco la diferencia con sus aportaciones a la educación.
Fue el primer gran teórico de la pedagogía moderna, realmente significó un reto, digo lo anterior, pues en la ignorancia previa (antes de conocer a cerca de este gran pensador y teórico de la pedagogía), no sabía ni conocía lo valioso y trascendental que fueron y siguen siento sus aportaciones, darme cuenta que permanece hasta nuestros días, su propuesta pedagógica. Con lo anterior quiero decir que en los modelos pedagógicos actuales, sobre todo cuando hablamos del énfasis que se le da a las diferencias individuales para elaborar distintos métodos de enseñanza-aprendizaje se nota su influencia, igualmente cuando hablamos de un estilo muy específico como el de María Montessori, en el que lo más importante es el niño, su ritmo, su interés y la capacidad de cada uno a la hora de aprender, veo influencia de su propuesta de Rousseau el cual enfatiza que “lo más importante es no lo que se enseña, si no a quien se enseña”. La intención de este ensayo no es solo compartir las valiosas aportaciones de este filósofo en la pedagogía así como su interesante estilo y modo de concebir al ser humano, sino también enfatizar que útil e importante pudiera ser que en nuestros días su aportación se sienta y se aplique aún más, es importante saber qué se aplica, y de donde viene la propuesta así mismo estudiar a fondo el origen de cierta postura a la hora de aplicarlo en el salón de clases.
Antes de compartir el inicio de la vida de este gran filósofo y humanista, cabe comentar el contexto histórico que tuvo influencia en su vida y en sus aportaciones. El siglo XVIII comprende los años 1701-1800, ambos incluidos, de la era cristiana. En la historia occidental, el siglo XVIII también es llamado Siglo de las Luces, debido a que durante el mismo surgió el movimiento intelectual conocido como Ilustración. En ese marco, el siglo XVIII es fundamental para comprender el mundo moderno, pues muchos de los acontecimientos políticos, sociales, económicos, culturales e intelectuales del siglo han extendido su influencia hasta la actualidad.
Tras el caos político y militar vivido en el siglo XVII, el siglo XVIII, no carente de conflictos, es notable el desarrollo en las artes y las ciencias europeas de la mano de la Ilustración, un movimiento cultural que se caracterizó por la reafirmación del poder de la razón humana frente a la fe y la superstición. Las antiguas estructuras sociales, basadas en el feudalismo y el vasallaje, fueron cuestionadas y acabaron por colapsar, al mismo tiempo que, sobre todo en Inglaterra, se inicia la Revolución industrial y el despegue económico de Europa. Durante dicho siglo, la civilización europea occidental se sintió fuertemente su predominio en el mundo, y extendió su influencia por todo el mundo.
La vida de Rousseau comienza en 1712, en la ciudad de Suiza de Ginebra, su progenitora muere poco después de que él nació, durante sus primeros diez años su padre se hizo cargo de él, posteriormente encargan su educación formal a un pastor del pueblo con quien convivio solamente dos años, alrededor de los 16 años, vivió unos años según narra en su libro de confesiones, vagabundeando, viajando por Francia e Italia, durante este tiempo estuvo intentando varias ocupaciones, hasta que en 1749 responde a una convocatoria de la academia de Dijón presentando uno de sus más importantes ensayos que pudo aportar a la edad de la Ilustración, respondiendo al tema: ¿Ha contribuido el progreso de las artes y de las ciencias a la corrupción o a la purificación de la moral? , el ensayo se tituló: “Discurso sobre las ciencias y las artes” (Reale, G., Antiseri, D. 1988). Pasó por varios años en las montañas en donde logra su más fecunda producción de obras, tales como: Discurso sobre la desigualdad de los hombres, en 1755, Cartas morales a Sofía en 1758, El contrato social en 1761, Cartas biográficas a Malesherbes en 1762, y Tratado de la Educación o Emilio en 1763 (Bowen, Hobson, 2010). Llego un tiempo en el que la personalidad de Rousseau, se había vuelto muy inestable hasta el punto de ser casi paranoico, lo anterior le acarreo conflictos con algunos filósofos como Hume, lo que provocó que en 1770 regrese a París.
En París termina su autobiografía, las “Confesiones” que empezó a escribirla en Inglaterra, al igual que concluye las obras menores como “Consideraciones sobre el gobierno de Polonia. Al final de esta época Rousseau empobrece y se deteriora su salud considerablemente, por último se trasladó al campo en 1778, se cita en una obra que se le distinguió como un amante de la naturaleza y apreciaba profundamente observar los paisajes, estando en el campo en Julio de ese mismo año, muere.
Rousseau es reconocido como uno de los grandes educadores que la humanidad ha tenido, no solo se le recuerda por sus aportaciones en el área de la educación, sino también en la política y la moral, de hecho Kant lo definió como “El Newton de la moral”.
Revisar sus obras es sin duda un profundizar continuo en su generosidad al ver distintos ámbitos, textualmente cito: “Todo sale perfecto de manos del autor de la naturaleza; en las del hombre todo degenera” ( Rousseau, J.J. 1762) que verdad hay en estas palabras que son parte de una de sus obras más importantes de Rousseau, en donde podemos encontrar una riqueza de ideas de corte educativo y en donde su contenido se ha orientado gran parte a la pedagogía moderna, realmente sería muy sensato y valioso que los pedagogos modernos de nuestra actualidad revisemos a profundidad la propuesta de Rousseau con una postura de retroalimentación activa y abierta para que realmente nos sirva y enriquezcamos así la práctica docente y sobre todo alimentemos nuestro espíritu y persona, de tal forma que al estar frente a grupo transmitamos uno de las aportaciones que en la obra de Emilio de Juan Jacobo Rousseau se resaltan me refiero cuando este pensador escribió “En vez de que se centre la educación en lo que se enseña, se centre en “quien” se enseña, se debe adaptar a las necesidades del niño” (Bowen, Hobson, 2010). Con lo anterior no quiero decir que todo lo que se realiza en la actualidad este del todo mal, lo que intento decir es que verdaderamente seria maravilloso y enriquecedor no solo para nosotros como docentes en la práctica, para el niño como aprendiz y también para la familia que se tome en cuenta de forma profunda las palabras de Rousseau, pareciera que en muchas ocasiones la mayoría de las personas olvidamos lo importante que es tomar en cuenta las necesidades de los niños, según su edad, pareciera que son como “adultos chiquitos” y sin querer les hacemos mucho daño, si tan solo reflexionáramos y nos planteáramos la manera correcta y adecuada del concepto que tenemos de los niños y de sus necesidades, sería tan diferente no solo la educación en México, sino que cosecharíamos mejores personas.
Cuando en el libro de Rousseau leo el párrafo siguiente “A las plantas las endereza el cultivo y a los hombres la educación. Débiles nacemos y necesitamos de fuerzas; desprovistos nacemos de todo y necesitamos de asistencia; como empezamos sin inteligencia, necesitamos de juicio” (Rosseau, J.J. 1762). Me hace recordar y reflexionar acerca de lo frágil, torpe y tosco que puede ser el ser humano, y de lo mucho que tenemos que aprender, experimentar, escuchar y entender a lo largo de nuestro viaje por esta vida. La educación para Rousseau es el principal medio tal vez para enderezar lo chueco y débil que puede llegar a ser durante la vida todo hombre o mujer, y concuerdo con esta idea tan grande e importante, ya que es a través de la Educación que un país puede prosperar, esta última frase tal vez este muy trillada, pero es una gran verdad.
...