El origen de la ley en Tomás de Aquino

ENSAYO FINAL COMO MODALIDAD DE EVALUACIÓN

 A LA ASIGNATURA DE FILOSOFÍA POLÍTICA

El origen de la autoridad política

en el pensamiento de Tomás de Aquino

1. Presentación del tema

La sociedad está integrada por un conjunto de personas, esta es su causa material, pero por sí mismos no explican el origen de la sociedad, cuando se dice que el hombre es un ser social por naturaleza no debe entenderse como la causa material por la que se agrupa en sociedad.

        Todo grupo necesita un principio formal que explique por qué hay necesidad de reunirse en sociedad y se resuelve en la unidad moral y jurídica. Pero el bloque de hombres necesita, sin embargo, un principio de unidad y orden que vigile y legitime las relaciones materiales y formales por la sociedad, tal principio es la autoridad, que en segundo plano garantiza el bien común.

        De la unidad moral se deriva la unidad jurídica para establecer una normatividad que regule los actos comunes para la consecución del bien común, razonablemente cuando las leyes se establecen por la autoridad legítima tienen principio y fuerza de ley^[1].

        La moralidad de cada hombre se formula como la causa eficiente de la sociabilidad porque explica la realización concreta de los hechos sociales. Las motivaciones personales son las que conducen a tomar una decisión: formar una sociedad, ya sea la búsqueda del bien común o la perpetuación de la especie, cada una se traduce como una acción moral que se concretiza en las relaciones y la sociedad.

        La causa final de toda agrupación social se caracteriza por ser un motivo por el cual la sociedad ejerce su moralidad, para fines de estudio, se le llama bien común y corresponde con la causa eficiente porque produce a la dinámica de dicho agrupamiento. El bien común es la meta a conseguir de toda sociedad, solamente se puede distinguir de la causa eficiente en medida que los actos sean medio y no fines.  

1. Objetivo general

Presentar los elementos más generales y los principios que el realismo moderado, encarnado en Tomás de Aquino, plantea como principios de moralidad y de legalidad en la consolidación de las sociedades humanas y de la autoridad política, derivada de la misma sociedad como garante del bien común.

1. Justificación

Los individuos en sociedad establecen en libertad los objetos materiales de la sociedad; ya sea que se traduzca como ceder parte de la libertad a la autoridad por temor al otro^[2], o como un mal corruptor que desorienta las buenas intenciones del individuo porque en principio es apto para establecer comunidad con los otros, pero la individualidad se ve corrompida por la sociedad a través de la educación^[3]; entonces, la dignidad es una realidad de la persona, es un principio de moralidad fundamental porque de ella se deriva la libertad.  

        La norma jurídica, por lo tanto, es una regla u ordenación del comportamiento humano en libertad, dictado por la autoridad competente del caso, con un criterio de valor y cuyo incumplimiento lleva a una sanción. Generalmente, impone deberes y confiere derechos. Se trata de una regla o precepto de carácter obligatorio, emanado de una autoridad normativa legitima, la cual tiene por objeto regular las relaciones sociales o la conducta del hombre que vive en sociedad^[4].

        Todavía más, se define como una prescripción de la razón, en vista del bien común y promulgada por el que tiene al cuidado la comunidad; establece cómo se han de comportar las cosas que caen bajo su jurisdicción; descansa en la razón, pues sólo ésta puede ordenar algo en relación a su fin; describe lo conveniente no tanto del individuo concreto como de la totalidad de individuos o comunidad^[5].

        Sin embargo se tendría que precisar bajo qué parámetros se considera legítima a una autoridad y cuáles son los principios constitutivos por los cuáles se ordena la regulación del bien común. Formalmente en la respuesta a estas cuestiones existe variedad y ello constituye un problema: el de la autoridad política.

1. Pregunta de investigación

¿Cuál es la norma ética o moral, válida para toda cultura, que explique filosóficamente la aparición de las leyes, de su legítima autoridad y de la figura política como representante social?

1. Hipótesis

Es muy cuestionable el recurso filosófico de ‘estado de naturaleza’ como principio de ordenación social; son más las dudas propuestas que las soluciones que ofrece, aún como recurso carece de realidad y de suficiencia verídica, autónoma de otro principio.

Si se deja de pensar en que la naturaleza es quien orienta y motiva para la consecución de la ley, entonces se tendría que pensar en nuevas causas que den origen a la autoridad política.

La propuesta del realismo moderado, encarnado en Tomás de Aquino, pone de manifiesto que la moralidad es una realidad independiente y autónoma, como principio de unidad entre los hombres. Ciertamente que para ello es necesario tener en cuenta la integración que tiene Tomás por la ley, su esencia y su naturaleza.  

Por ejemplo, en la costumbre de los pueblos antes que las leyes y la promulgación de una autoridad legítima que garantice el bien común, el derecho consuetudinario avala todo procedimiento social; no es otra cosa que la tradición moral y practica de las costumbres del bien común. Después, en la positividad del derecho se implementan los códigos por los cuales se ha de interpretar cualquier acto humano y  por lo tanto surge la comunidad, que siendo una comunidad moral exige un orden, unidad, paz y seguridad.

        Independiente de un contrato social, existe en la moralidad de la comunidad el ordenamiento a los fines comunes. La persona es fuente y culmen de la legalidad y la moralidad, consecuentemente cada individuo es autoridad política de sí misma y de la comunidad en medida que la integración comunitaria se dé en orden de la razón y del interés común.

1. Desarrollo del tema

Como punto de entrada a la temática en cuestión, se necesita clarificar en qué sujeto reside y en qué potencia se encuentra la ley; lo anterior pone de manifiesto que la ley resulta constituida por la razón práctica, mediante el acto del imperio, lo cual implica la noción previa de la voluntad^[6].

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