Ensayo: Error
Enviado por David Mangas • 2 de Octubre de 2022 • Ensayo • 578 Palabras (3 Páginas) • 49 Visitas
Se conoce de sobra que no son como las meigas, ni se catalogan dentro de las leyendas urbanas. Existen, nos rodean, nos envuelven y conviven con nosotros diariamente. Son nuestros y por siempre. Los errores.
Comprarte unos zapatos de la talla 42, sabiendo que tu talla es la 44, llegar a casa, probártelos y sentir como tus dedos se asfixian hasta la cuasi-laceración, no es un error, sino una muestra de que pasas olímpicamente de tus neuronas y tiras de pared maciza siguiendo ruta horadada con parches en los ojos para que no te salgas del camino, como burro novato, sin ni siquiera darse cuenta que no sigue camino sino que deambula dando vueltas alrededor del eje de un molino. Un probable fallo implícito sí existe en este caso, y es cuando tu dueño, tu fin, tu destino, es el que te hace dar vueltas sobre molino que no mueve agua, ni aire, sino la absoluta nada, el vacío. Aunque este fallo no es tuyo, sino que es parte de tu esencia.
Tirar las llaves de tu promesa de nueva y espléndida vida sobre la mesa de las cosas sin acabar, y mientras cierras la puerta para siempre lloran todas tus células menos las de tus lagrimales, no es un error, sino más bien sentir lo conocido tras aprender a encajar una nueva derrota.
Ir de cara siempre, por delante, mostrando madurez fruto de andar más de rodillas que de pie por el asfalto que todo rodea, no es conclusión de muchos errores, sino el resultado del hartazgo de recibir siempre disparos, de todos los calibres, por todas direcciones y siempre del mismo sabor, amargo.
Pensar en demostrar al mundo que eres capaz de conciliar aconsejando mientras tus consejos enfrentan tu propio reconcilio, no es un error, sino más bien es la consecución de cadenas de desengaños por fiarse en los demás cuando éstos no son tan siquiera capaces de discernir cuando, donde y con quien se ha de llevar la máscara de la falsedad y cuando, donde y con quien no.
Un error no es ser malo cuando los demás lo son, no gritar cuando te gritan, ser duro y exigente con el resto del mundo cuando el propio mundo te exige lo imposible, no ser frío e invariable cuando los demás lloran y buscan refugio, aún a sabiendas que cuando te tocase tu turno, siempre el hostal se encontraría al completo, quedando tu, por tanto, en la calle.
Un error es simplemente llegar a casa con unos zapatos de la talla 44, sabiendo que calzas la 42, pensando que aunque te queden grandes ahora, mañana, pasado, o tal vez después de varios meses, te puedan crecer los pies para que se adapten a tus zapatos. Y el error no es saber de sobra que los pies no crecen a la misma velocidad que lo hace el cabello, sino el error es ver que el tiempo pasa y tus preciosos y nuevos zapatos se van envejeciendo y desgastando, mientras los ves guardados, con mimo, sin posibilidad de enseñarlos al resto, y lo que es peor, ni a ti mismo.
La conclusión es sincera e irrefutable. Calza tu propia talla, la más adecuada,
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