Ensayo filosofia de la modernidad.

Filosofía contemporánea

Andrés Mata

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26 de febrero de 2014

El sentido reelaborado

Escoja una de las recuperaciones del sentido del siglo XX que hemos visto hasta ahora y diga cuál le parece mejor para la realidad que usted vive.

La  preocupación por la pérdida del sentido existencial del siglo XX se habría dado inicio gracias a la concepción de Nietzsche (1844-1900) sobre la muerte de Dios, refiriéndose en particular al dios del cristianismo, pero también a todo aquello que le pudiera reemplazar. Por ende, la “luz” que ha guiado a todo el sistema occidental, compuesta por una serie de dogmatismos morales anti vitales impuestos por el cristianismo, se ha opacado. Como consecuencia, Nietzsche identifica en el hombre occidental varias etapas que, una vez perdido el sentido, se encargarían de busca al “superhombre” y van desde el nihilismo activo, es decir, la destrucción de los valores impuestos, hasta la construcción de otros nuevos. De ahí, aunque implícitamente, la búsqueda del superhombre ha estado latente en autores existencialistas como Jean- Paul Sartre (1905-1980) y Albert Camus (1913-1960) y que a la final se complementarán entre sí para dar un nuevo sentido a la realidad en la que vivo.  

Para poder indicar cómo reelaborar el sentido de la existencia primero se debe empezar por el punto de vista existencialista, con las ideas de Camus y Sartre, y finalmente con las de Nietzsche, que representarán el nuevo sentido de la existencia. La obra de El mito de Sísifo (1942) de Camus, hace caer en cuenta de lo absurdo que es la vida. El título del ensayo proviene de un atribulado personaje de la mitología griega. En él, Camus discute la cuestión del suicidio y el valor de la vida, presentando el mito de Sísifo como metáfora del esfuerzo inútil e incesante del hombre. De esta forma plantea la filosofía del absurdo, que mantiene que nuestras vidas son insignificantes y no tienen más valor que el de lo que creamos. Siendo el mundo tan fútil, Camus pregunta, ¿qué alternativa hay al suicidio?, y como respuesta, lo único que queda es construir el sentido en base al absurdo mismo, es decir, hacer que el sin sentido se transforme en sentido, al menos, para nosotros mismos. Para explicar de mejor manera esta última idea se deberá recurrir ahora a las ideas de Sartre expuestas a continuación.

La tesis fundamental del existencialismo de Sartre es consecuentemente ateísta, puesto que ni Dios ni la naturaleza (o esencia) humana existe y por lo tanto la existencia precede a la esencia, en otras palabras, uno es lo que hace (o es lo que construye con sus capacidades) y no lo que por esencia divina (o el destino) debió ser. Entonces, en términos de la filosofía de lo absurdo de Camus, lo único que mueve al ser humano que ya aceptó el sin sentido de la vida son sus proyectos y la preocupación por la realización de su ser, al mismo tiempo que somos responsables de nosotros mismos porque lo que somos depende de lo que hemos querido ser y no de un destino divino, ni de una circunstancia social, ni de una predisposición biológica o natural. Para el existencialismo y la filosofía de lo absurdo, el mundo y la vida no tienen un sentido a priori por el simple hecho de la inexistencia de Dios y solo se puede hablar del sentido que uno mismo le da y de los valores que cada uno construye, esto es, el superhombre de Nietzsche.  

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