Ensayo-filosofia.
Enviado por ulquiorra_vl • 8 de Septiembre de 2017 • Ensayo • 1.212 Palabras (5 Páginas) • 342 Visitas
introducción
“La posible inutilidad de la filosofía es parte de su contingencia, pero en ella radica su crítica de los saberes y practicas predominantes, y valores impuestos”.
Algunas veces cuando escuchamos la palabra filosofía nos lleva a pensar en preguntas como ¿Qué es la filosofía?, ¿Qué estudia?, ¿es difícil filosofar? Aunque algunas personas solo piensan que la filosofía es reflexionar sobre preguntas que aún no tienen respuestas, existen otras que dedicaron su vida a intentar responder las mismas y que en el camino, encontraron que esta ciencia intenta responder a problemas fundamentales como la existencia, la verdad, el pensamiento, el comportamiento humano, a través de argumentos racionales. Hoy en día la filosofía todavía intenta encontrar respuestas a estas preguntas existenciales por lo que la gente duda de su utilidad.
Desarrollo
Cuando hablamos sobre la afirmación planteada en la introducción, nos remitimos a preguntarnos, ¿para qué sirve la filosofía? Seguramente, esta pregunta nos acució más de una vez en la práctica docente, al entrar o salir de un aula. Más aún, la escuela secundaria tiene la particularidad de darle a este interrogante, una presencia constante y unos matices nuevos. El planteo de esta pregunta no suele diferir de otras más cotidianas. Muchos filósofos respondieron la misma, afirmando que la filosofía no sirve para nada en particular o especial, sino que sirve "para todo", en la medida en qué se ocupa de las cuestiones más profundas y fundantes. No se trataría, entonces, de su in-utilidad sino de su supra-utilidad. A esta supra utilidad, de la que mencionan Alejandro A. Cerletti y Walter O. Kohan, otros filósofos han opuesto una inutilidad descalificadora, que hoy en día, en el mundo actual dominado por la valoración de los resultados y la eficacia, este punto de vista se ha potenciado notablemente, reafirmando que la filosofía, no ofrece productos tangibles, resultados inmediatos ni respuestas rápidas, eficientes y, sobre todo, redituables. Es, por lo tanto, inservible e inútil.
Por otro lado, podemos decir que la utilidad de la filosofía, va dirigida a un pensamiento omnicomprensivo, de manera crítica, cuestionando los paradigmas considerados como “normal”. Es importante destacar esta relación de la filosofía con el pensamiento crítico, ya que en ella se muestra la presunta utilidad de la filosofía, conjuntamente con diferentes habilidades de razonamiento, donde se dispone de un excelente instrumental que puede usarse para explicar, justificar y reproducir cualquier orden vigente.
Una filosofía critica, no solo requiere de una buena lógica, sino que también se precisa de una cierta distancia intelectual frente a los valores, saberes y practicas dominantes, que nos permita situarnos y cuestionarnos desde una nueva perspectiva; eso precisamos cuando pretendemos formular y responder una pregunta desde la filosofía.
De este punto podemos afirmar que esta utilidad, cuestionada por muchos, es parte de su contingencia, donde está presente su inutilidad, pero que al mismo tiempo incluye su utilidad. La filosofía busca salir del pensamiento común de las masas, es decir, ir mas allá del pensamiento, cuestionando el porqué de las cosas consideradas comunes por estar en el ámbito cotidiano.
La filosofía no sólo implica pensar de determinadas maneras, no sólo implica ciertos cómo, supone disposiciones, ciertos por qué y también proyecta sentidos, ciertos para qué. La filosofía nos propone pensar más profundamente lo que estamos viendo. Poner atención en lo que puede no ser visible, pero si fundante. Examinar los cimientos de ese edificio que llamamos realidad. Desplegar una tarea eminentemente critica. No aceptar lo dado sin su previo examen y puesta en cuestión.
Una filosofía que sirve es una filosofía que juzga los fines que ocasionalmente la puedan orientar, y, paralelamente, mantiene una tensión constante sobre todo condicionamiento externo. En conclusión, la filosofía es, ante todo, un movimiento que interroga, es profundamente inquisitiva: interpela, pone en cuestión. Sin pensar sus cómo, sus qué sus por qué y sus para qué la filosofía se convierte en un útil más, se vuelve mero instrumental ciego que no piensa la racionalidad y los valores a quienes sirve, esterilizando así uno de sus rasgos insustituibles: el producto punzante y agudo de la crítica filosófica, en cualquier situación donde se sitúe el pensamiento. En otras palabras, la filosofía tiene una gran utilidad, nos va a permitir formar personas críticas, capaces de cuestionar la legitimidad de una argumentación, la naturalidad de lo que les es presentado como obvio o la mera interpretación de un hecho, ya que hoy en día, en un mundo dominado por paradigmas e ideales incuestionables, la filosofía critica puede fomentar aún más su utilidad.
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