Esquema de la ética kantiana

Profesor:

Mons. Carlos Viña

Bachiller:

Isimar Rosillo

C.I: 29.642.558

Sección 02

Ética Kantiana

Ética de Kant 

Critica de la razón pura

Critica de la razón práctica

La ética de Kant está basada en la razón humana, en el hecho de que el pensamiento moral que tienen las personas no proviene de Dios, de autoridades y comunidades humanas o de sus deseos, sino que proviene de la capacidad de raciocinio de cada quien. Estableció que el principio moral debía ser universal (adoptado por todas las personas) y que para ello debían rechazar los malos principios como la falsa promesa y la violencia, de esta manera se llevaría una vida buena y moralmente valida. Además Kan establecía que se debía tener respeto hacia los demás y hacia los derechos humanos para así tener virtud.

Esta crítica se basa en establecer el origen del conocimiento y de la razón humana, así como también los límites de su ejercicio. Según Kant, la reflexión de los humanos parte de ellos mismos, mas no de una entidad a la cual no se tiene acceso (Dios), por lo cual argumenta en contra de las pruebas sobre su existencia. Rechaza el hecho de hablar de Dios para fundamentar temas filosóficos como la ética. Argumenta que los humanos por si mismos pueden reconocer racionalmente que viven en un mundo natural con objetos relacionados en espacio y tiempo, además de tener una concepción de sí mismos como seres morales, de voluntad libre y con razón propia, considerando correcto el uso de esta última para conocer objetos empíricos, como las matemáticas, mas no para alcanzar objetos trascendentes, ya que se estaría excediendo sus límites, dando lugar a contradicciones y pensamientos absurdos.

En cuanto a esta crítica, considerándose una continuación de la anterior, Kant buscaba demostrar la manera correcta en la cual las personas debían actuar, expresa los principios que deben adoptar para así tener una conducta racional y moral, todo esto consistía en el interés por los principios universales, en el respeto hacia todas las personas, no desacreditando la capacidad de actuar de los demás, sino ayudando a las personas a perseguir sus objetivos, afirma también que el potencial de cada persona debe ser desplegado. En esta crítica también se abrió paso a la existencia de Dios, esto se debe a la disyuntiva que existía entre el ser y el deber ser y la aspiración de las personas, postulándose que si existe un Dios benevolente las personas podrían aspirar una unión perfecta entre la virtud y la felicidad, solo ocurriendo esto gracias a Él.