Estética.
Enviado por FriidaManson • 19 de Septiembre de 2014 • 862 Palabras (4 Páginas) • 175 Visitas
Maya, ese es mi nombre. Últimamente he tenido varios problemas, con la gente, con mi familia, pero principalmente conmigo misma. Hace algunas semanas, mi mejor amiga me dijo que una agencia de modelos iba a hacer un concurso para elegir a cinco chicas que podían trabajar con ellos. Me emocione demasiado, ¿cada cuánto te encuentras con oportunidades como esta? El problema de esto, resulto ser mi cuerpo. Los demás pueden decirme que soy flaca, que tengo un lindo cuerpo, que no hace falta que adelgace, que estoy bien de peso, etc. Pero yo pensaba lo contrario y no solo por llevarle la contraria a la gente que me rodea, solo porque sabía que mi cuerpo no era perfecto.
Días después del anuncio de la agencia de modelos, empecé a enfocarme más a mí, en mi aspecto, en mi cuerpo. Hacia 3 horas diarias de ejercicio y la comida… La comida. Es cierto, me daba demasiada hambre, pues soy un ser humano, pero no le hacía caso. En un día apenas y tomaba agua o comía alguna fruta. Pero toda mi familia no tardó en darse cuenta, ya que vivo con mis tíos, abuelos, padres y hermanos. Algunos días no dejaban que me parara hasta que terminara la comida que hubiese en mi plato, entonces tuve que empezar a tomar algunas decisiones algo difíciles.
Estaba bien, me obligaban a comer: algunas veces masticaba y echaba la comida de mi boca a una servilleta, no tardaron darse cuenta de esto y me servían doble porción cada vez que hacia esto, lo que era, aun, mucho peor. Entonces las decisiones más drásticas llegaron al cabo de una semana: vomitaba. Si, así es, tanta obsesión tenía con mi cuerpo, con esas ganas de entrar a la agencia, ver fotos en las revistas, anuncios en la televisión, espectaculares en la calle con chicas con un cuerpo mucho mejor que el mío, era realmente terrible. Así que empecé a hacer eso, mi familia no sospecho nada, ya que desde que se dieron cuenta de que comía bien y no ponía pretextos para no hacerlo, dejaron de estar revisando todo lo que hacía o no hacía.
Había veces en las que estaba muy triste y comía solo por comer, lo que minutos después me causaba rabia y desprecio por mí misma. ¿Entonces que hacia? Lo primero, lloraba; algunas veces llegue a hacerme cortadas a mí misma de todo el enojo que tenía, ya sé, no soluciona nada, pero estaba realmente mal. Iba al baño, el dedo medio y el índice eran mis aliados, lo que término provocándome heridas en los nudillos de estos; los dedos los juntaba y los introducía a mi boca, bajando suavemente por la garganta hasta poder sentir el asco y las contracciones en mi garganta. No es para nada una experiencia agradable, es la cosa más asquerosa que alguien pueda imaginarse, después de eso, debía lavarme los dientes con bicarbonato para que no se me mancharan… El gran día estaba cerca.
Tiempo después, esto se hizo una costumbre: comer, vomitar, comer, vomitar, no comer, no comer, comer, vomitar… El “gran día” era
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