Etica Para Amador
Enviado por MjCV11 • 17 de Diciembre de 2013 • 439 Palabras (2 Páginas) • 221 Visitas
CAPITULO 3. HAZ LO QUE QUIERAS.
Decíamos antes que la mayoría de las cosas las hacemos porque nos las mandan, porque se acostumbra a hacerlas así o sencillamente por capricho de hacerlas, sin más ni más.
Todo esto tiene que ver con la cuestión de la libertad, que es el asunto del que se ocupa propiamente la ética. Libertad es poder decir sí o no, lo hago o no lo hago, digan lo que digan las demás personas. Libertad es decidir, pero también, no lo olvides, darte cuenta de que estás decidiendo y para no dejarte llevar no tienes más remedio que intentar pensar al menos dos veces lo que vas hacer.
En resumidas cuentas, puede haber órdenes, costumbres y caprichos que sean motivos adecuados para obrar, pero en otros casos no tiene por qué ser así. Sería un poco idiota querer llevar la contraria a todas las órdenes y a todas las costumbres, como también a todos los caprichos, porque a veces resultarán convenientes o agradables. Cuando se es un niño pequeño, inmaduro, con poco conocimiento de la vida y de la realidad, basta con la obediencia, la rutina o el capricho. Pero es porque todavía se está dependiendo de alguien, en manos de otro que vela por nosotros. Pero entre las órdenes que se nos dan, entre las costumbres que nos rodean o nos creamos, entre los caprichos que asaltan, tendremos que aprender a elegir por nosotros mismos.
Lo primero que hay que dejar claro es que la ética de un hombre libre nada tiene que ver con los castigos ni los premios repartidos por la autoridad que sea, autoridad humana o divina que para el caso es igual. Moral es el conjunto de comportamientos y normas que tú, yo y algunos de quienes nos rodean solemos aceptar como válidos; y ética es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras.
La palabra “bueno” y “malo” no sólo se aplican a comportamientos morales, ni siquiera sólo a personas, ya que para decidir si una persona es buena o mala las opiniones varían mucho.
De modo que ya vez que desde fuera no es fácil determinar quién es bueno y quién es malo, quién hace lo conveniente y quién no. Habría que estudiar no sólo todas las circunstancias de cada caso, sino hasta las intenciones que mueven a cada uno.
Como lo mencionaba Gargantúa, la única regla de la orden era: HAZ LO QUE QUIERAS.
Y era razonable, porque las gentes libres, bien nacidas y bien educadas, cuando tratan con personas honradas, siempre por naturaleza el instinto y estimulo de huir del vicio y acogerse a la virtud.
...