Etica Para Amador
Enviado por pepete2 • 6 de Enero de 2014 • 1.881 Palabras (8 Páginas) • 187 Visitas
Capítulo I: De qué va la ética
De entre todas las cosas que pueden formar nuestro saber, existen unas básicas como lo es el saber qué cosas son convenientes o buenas y cuáles inconvenientes o malas. Cuando se presentan ambigüedades, es que comienzan las dificultades del saber vivir y entra en juego la libertad. Los animales, por estar programados por la naturaleza, conocen una sola forma de comportamiento para cada situación. Los seres humanos, aunque en cierta medida estamos también programados por fidelidades que nos son inculcadas desde la cuna, somos seres imprevisibles, pues tenemos una serie de alternativas en nuestro proceder que aunque en ocasiones resulten raras, muy pocas veces son imposibles. La libertad nos permite elegir, inventar e incluso
equivocarnos. Dos importantes aclaraciones al respecto es que no somos libres de elegir lo que nos pasa, sino de responder a ello de un modo u otro; y que el ser libres para intentar algo no tiene relación alguna con lograrlo, pues en ocasiones mezclamos libertad con omnipotencia y es entonces que intentamos elegir dentro
de lo imposible. Lo importante es encontrar nuestro propio arte de vivir que nos permita acertar, y eso es la ética.
Capítulo II: Órdenes, costumbres y caprichos
Un motivo es la explicación propia más aceptable acerca de tu conducta. Dentro de los motivos existen las órdenes, las costumbres y los caprichos, que no hacen más que inclinar la conducta y preferencias. Las órdenes y las costumbres, cuya fuerza es el miedo y la comodidad respectivamente, son impuestas por factores
externos, mientras que los caprichos surgen del interior de cada quien. Respecto a las primeras es recomendable establecer hasta qué punto pueden ser obedecidas y de las segundas, saber que sirven exclusivamente para aspectos de rutina.
Capítulo III: Haz lo que quieras
La libertad no es sólo decidir sino darse cuenta qué se está decidiendo. Por ello sólo es válida cuando se ha
pensado dos veces: con la primera se descubre el motivo y con la segunda se cuestiona el mismo. Nunca una
acción es buena sólo por ser una orden, una costumbre o un capricho A veces con eso basta, pero casi siempre
se necesita del razonamiento para determinar si es o no conveniente algo. Todo esto forma parte de inventar
nuestra propia vida y no vivir de a acuerdo a lo que los otros inventan por nosotros. Moral son aquéllas reglas
o normas que consideramos válidas, mientras que la ética se encarga de cuestionar por qué lo son. Hay cosas
buenas y malas que nada tiene que ver con la moral y de las cuales conocemos concretamente su utilidad;
tratándose de seres humanos, sin embargo, resulta difícil esta clasificación, pues ignoramos para qué sirven.
Lo único que se sabe es que la ética se basa en una frase: Haz lo que quieras
Capítulo IV: Date la buena vida
Haz lo que quieras es abandonar lo que nos rige desde el exterior y enfocarse a lo que la propia voluntad reclama desde el fuero interno. La misma contradicción que hay en Haz lo que quieras (que así como abre una
infinita gama de posibilidades puede reducirla a una elección entre dos), se presenta en la libertad, pues no
somos libres de elegirla o no, sino que estamos condenados a la libertad, como afirmó Jean−Paul Sartre. Para
no reducir la frase a un simple capricho, es importante establecer prioridades entre los deseos repentinos y
aquellos a largo plazo. La ética es alcanzar la buena vida humana, que es la que incluye relaciones con otros
seres humanos, no a costa de ellos. Todos tenemos una realidad biológica pero, para llegar a ser hombres, se
necesita de otros que fundamenten nuestra realidad cultural mediante enseñanzas. La base de nuestra cultura
es el lenguaje, por lo que hablar y escuchar a alguien, es tratarlo como persona. Es un proceso recíproco igual
que la humanización, pues darse la buena vida es al final igual que dar la buena vida.
Capítulo V: Despierta baby!
No tener perspectiva de conjunto es simplificar, el dinero e incluso la muerte es simplificar. La vida en
cambio es complejidad y complicaciones. Lo que poseemos nos posee y pasamos la vida creyendo que
atesorar cosas es vivir, y no reparamos en pensar que de las cosas sólo salen cosas. Como humanos
necesitamos una complicidad fundamental que sólo se da entre iguales. Las traiciones y los abusos se dan,
pero convertir a los demás en cosas es la forma incorrecta de defender el derecho propio a no ser tratado como
tal. Ya que ninguna buena vida puede ser sin cosas, es básica la atención, es decir, la reflexión acerca del
sentido de esa buena vida. Como condición ética principal está no tomar la certeza de la muerte como un
pretexto para vivir de cualquier modo, sino intentar comprender a cada momento de qué está tratando la vida
y cómo se la hace buena para uno, no para los demás, pues nadie puede ser libre por ti.
Capítulo VI: Aparece Pepito Grillo
Imbécil es aquél cuyo carácter es débil, y nuestra obligación es evitar serlo. Hay quienes creen que no quieren
nada y todo les da igual, otros que lo quieren todo a la vez y caen en propias contradicciones, otros que no
saben lo que quieren ni intentan averiguarlo, algunos tienen una voluntad muy débil o, en el caso contrario,
muy fuerte y no distinguen la irrealidad. Si se es imbécil, se necesita de fuerzas exteriores en que apoyarse y
con dificultad se llega a la buena vida. Lo contrario de ser imbécil es tener conciencia, para lo cual se requiere
de cualidades innatas. Después del mínimo de condiciones sociales y económicas adecuadas, la conciencia
depende de la atención y esfuerzo de cada individuo. Debe haber interés por vivir humanamente bien,
concordancia entre actos y deseos, desarrollar el gusto moral y enfrentar la responsabilidad. Un auténtico
egoísta
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