Filosofia Del Espiritu Emprendedor
Enviado por CGCV • 6 de Agosto de 2014 • 4.248 Palabras (17 Páginas) • 797 Visitas
Filosofía del espíritu emprendedor
1.1 Definición de autoestima.
La autoestima es el concepto que tenemos de nuestra valía personal y de nuestra capacidad. Es, por tanto, la suma de la autoconfianza, el sentimiento de la propia competencia y el respeto y consideración que ellos tenemos a nosotros mismos.
La autoestima se basa en la ingente cantidad y variedad de pensamientos, sentimientos, experiencias, vivencias y sensaciones que hemos ido acumulando a lo largo de nuestra existencia, pero especialmente durante las primeras etapas de la vida: infancia y adolescencia. Ese conglomerado de sentimientos, creencias, experiencias y evaluaciones se canalizan hacia un concepto elevado y firme sobre nuestra propia valía o, por el contrario, cristalizan en una línea de inutilidad, desconfianza en sí mismo, indefensión y percepción negativa.
¿Por qué es tan importante la autoestima?
Porque afecta a todas las facetas de nuestra vida y a todos nos es imprescindible, independientemente de nuestra edad, sexo, condición, nivel culturas, profesión u objetivos que nos hayamos marcado para el futuro. La autoestima es para el hombre lo mismo que el motor para un automóvil. La fuente donde «beben» las cualidades más relevantes, positivas y determinantes de una personalidad fuerte, sana, equilibrada y madura es la autoestima elevada. Es claro que si no se satisface en el ser humano la necesidad de autovaloración, tampoco se satisfarán otras necesidades. Quien se siente a gusto consigo mismo suele sentirse bien en la vida, desarrollar todo su potencial y creatividad y afrontar responsablemente y con eficacia los retos que se le planteen.
1.1.1 El yo Biopsicosocial
El ser biopsicososial es el yo integral, o sea la reunión de todas sus partes (la que se es y se tiene) que cargadas de energía salen o se manifiestan en las actuaciones.
El yo Físico, que es el que más claramente se ve, es el organismo; necesita atención y cuidado para poder desarrollar sus capacidades y convertirlas en habilidades.
El yo Psíquico, que es la parte interna, se divide en tres: lo emotivo, la mente y el espíritu.
La parte emotiva es la que lleva al hombre a conocerse; es a través de estados de ánimo, sentimientos y emociones, como se da cuenta que existe, y como decía un maestro "no es lo mismo tener un sentimiento en las manos que estar en las manos de un sentimiento"
La mente tiene todos los talentos; es necesario desarrollarlos y, más aún, estar consciente de ellos para poder manejarlos positivamente. Debe recordase esto a las personas que dicen con frecuencia: "así soy yo"; "me enojo cuando las cosa no salen como yo quiero". Esas personas están funcionando sólo la parte emotiva; no usan sus talentos de la mente y menos utilizan las capacidades del espíritu; viven reaccionando a las grabaciones que tienen automáticamente, sin ver que cada situación que se presenta en la vida tiene diversa soluciones y no ven más opciones; esta lleva a sentirse mal, frustradas; podría decirse que escogen el camino erróneo.
El espíritu es el elemento que busca el significado de la vida, es el "YO profundo", el núcleo de identidad, la parte más interna y dinámica. Se manifiesta a través de lo que se quiere lograr y como quiere lograrse
El yo social: puede expresarse a través de los papeles que vive el individuo como hermano, amigo, padre, madre, vecino, alumno, maestro, etc. Al relacionarse el hombre trasciende a través del yo social, pero no de la que él cree, sino de lo que en realidad es.
1.2 Aspectos que determina la autoestima.
Actitudes o Posturas habituales que indican Autoestima Baja.
• Autocrítica dura y excesiva que la mantiene en un estado de insatisfacción consigo misma.
• Hipersensibilidad a la crítica, por la que se siente exageradamente atacada/o, herida/o; echa la culpa de los fracasos a los demás o a la situación; cultiva resentimientos tercos contra sus críticos.
• Indecisión crónica, no por falta de información, sino por miedo exagerado a equivocarse.
• Deseo innecesario por complacer, por el que no se atreve a decir NO, por miedo a desagradar y a perder la buena opinión del peticionario.
• Perfeccionismo, auto exigencia esclavizadora de hacer "perfectamente" todo lo que intenta, que conduce a un desmoronamiento interior cuando las cosas no salen con la perfección exigida.
• Culpabilidad neurótica, por la que se acusa y se condena por conductas que no siempre son objetivamente malas, exagera la magnitud de sus errores y delitos y/o los lamenta indefinidamente, sin llegar nunca a perdonarse por completo.
• Hostilidad flotante, irritabilidad a flor de piel, siempre a punto de estallar aún por cosas de poca importancia, propia del supercrítico a quién todo le sienta mal, todo le disgusta, todo le decepciona, nada le satisface.
• Tendencias defensivas, un negativo generalizado todo lo ve negro: su vida, su futuro y, sobre todo, su sí mismo y una inapetencia generalizada del gozo de vivir y de la vida misma.
Actitudes o Posturas habituales que indican Autoestima Alta.
• Cree firmemente en ciertos valores y principios, está dispuesto a defenderlos aún cuando encuentre fuerte oposiciones colectivas, y se siente lo suficientemente seguro como para modificar esos valores y principios si nuevas experiencias indican que estaba equivocada.
• Es capaz de obrar según crea más acertado, confiando en su propio juicio, y sin sentirme culpable cuando a otros le parece mal lo que ha hecho.
• No emplea demasiado tiempo preocupándose por lo que ha ocurrido en el pasado, ni por lo que pueda ocurrir en el futuro.
• Tiene confianza por su capacidad para resolver sus propios problemas, sin dejarse acobardar por los fracasos y dificultades que experimente.
• Se considera y realmente se siente igual, como persona, a cualquier otra, aunque reconoce diferencias en talentos específicos, prestigio profesional o posición económica.
• Da por supuesto que es una persona interesante y valiosa para otros, por lo menos para aquellos con quienes se asocia.
• No se deja manipular por los demás, aunque está dispuesta a colaborar si le parece apropiado y conveniente.
• Reconoce y acepta en sí mismo una variedad de sentimientos e inclinaciones tanto positivas como negativas y está dispuesta a revelarlas a otra persona si le parece que vale la pena.
• Es capaz de disfrutar diversas actividades como trabajar, jugar, descansar, caminar, estar con amigos, etc.
• Es sensible a las necesidades de los otros, respeta las normas de convivencia generalmente aceptadas, reconoce sinceramente que no tiene derecho a mejorar
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