Filosofia

El Sentido a la Vida

Hace unas semanas en nuestro país se han dado algunos de los muchos acontecimientos de muerte que hay en nuestra sociedad, en los cuales se muestra una juventud que se encuentra dominada por las malas influencias que trae esta misma, ahora si tuviéramos que hacer un análisis de la vida que llevase cada joven en nuestro país sería algo imposible, por eso tratare de enfocar mis pensamientos en dos puntos de vista. La pregunta es ¿Los jóvenes de Honduras encuentran sentido a su vida en medio de tanta cultura de muerte y problemas familiares-económicos?

La verdad sobre esta cuestionante es que; por un lado tenemos a los jóvenes que han tenido una buena vida por así decirlo, sus padres les han dado los estudios y han podido ser sobresalientes en sus comunidades y sus colegios, mientras que por el otro lado tenemos los jóvenes a los que los padres tal vez los han dejado abandonados o ya ni si quiera se preocupan por sus necesidades, lo primero que se nos puede venir al pensamiento es que obviamente el joven con una buena familia fue el que sí pudo encontrarle un sentido a su vida, muy contrario del otro que no tuvo lo necesario para encontrar ese sentido.

Pero la verdad es que ni las buenas oportunidades que tengamos por parte de nuestra familia o nuestra sociedad, o la falta de atención, harán que nosotros los jóvenes encontremos un sentido a nuestra vida, ya que es muy diferente tener un propósito o una meta o querer ser alguien con un buen puesto de trabajo, a encontrarle un sentido a nuestra vida, ya que sin este, nuestra existencia seria en vano. Podemos tener un buen muy trabajo con un muy buen salario y aun así no sentirnos completamente llenos, debido a que nos falta en nuestro interior algo que nos diga que en verdad cumplimos encontrando nuestro lugar en la sociedad, nuestro sentido de vida.

El sentido a la vida no puede ser afectado por las diferentes épocas o situaciones de una sociedad, ya que el sentido a nuestra vida está en nuestro pensamiento, en la forma que nosotros sintamos que podemos ayudar y ser felices con ello, sentirnos útiles en nuestra sociedad, y no ser unos parásitos sociales que envenenan la cultura juvenil de hoy en día.

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