Filosofos Presocraticos
Enviado por Undead12 • 14 de Octubre de 2012 • 2.432 Palabras (10 Páginas) • 672 Visitas
FILOSOFOS PRESOCRATICOS
La filosofía presocrática es el período de la historia de la filosofía griega que se extiende desde el comienzo mismo de ésta, con Tales de Mileto (nacido en el siglo VII a. C.), hasta las últimas manifestaciones del pensamiento griego no influidas por el pensamiento de Sócrates, aun cuando sean cronológicamente posteriores a él. Tales y los filósofos griegos posteriores a él se incluyen dentro de los llamados «presocráticos» hasta la época de Platón, cuyas obras más importantes corresponden a la primera mitad del siglo IV a. C. y afirman estar basadas directamente en las enseñanzas de Sócrates.
CLASIFICACIÓN DE LOS FILÓSOFOS PRE SOCRÁTICOS:
Las ideas de los filósofos presocráticos pueden dividirse en dos grandes grupos: los partidarios del monismo y los cercanos al pluralismo.
Mientras que los primeros filósofos pueden ser considerados monistas puesto que buscaron el archéen un solo elemento (excepto los pitagóricos claramente dualistas), los que siguieron son considerados pluralistas dado que ya no buscarían un solo elemento (que al transformarse da lugar a todo) sino una multiplicidad de éstos que al combinarse entre sí dan origen a un universo múltiple y móvil.
Otra forma de clasificación, sería la siguiente:
a) Tradición científica Jónica (Tales, Anaximandro, Anaxímenes y Heráclito)
b) Tradición mística de italia meridional -metafísica- (Pitágoras y Parménides).
Y finalmente, la tradición de los últimos pre-socráticos: Empédocles, Anaxágoras y Demócrito, que intentan superar a Parménides.
DEMÓCRITO DE ABDERA (460-370 APROX.)
El punto de partida es el atomismo elemento que también se encuentra presente en los plantos de Parménides, tal como señala Aristóteles:
Algunos filósofos antiguos creyeron que lo que es debe ser necesariamente uno e inmóvil; ya que siendo el vacío no-ente, no podría existir el movimiento sin un vacío separado (de la materia), ni existir una pluralidad de cosas sin que algo los separe (...) Pero Leucipo creyó tener una teoría que, concordando con la percepción de los sentidos, no hacía desaparecer el nacimiento, la corrupción, en movimiento ni la pluralidad de los seres." (Aristóteles, sobre la generación y la corrupción)
Leucipo, aparentemente, pese a que hay quienes dudan de su existencia, habría sido el maestro de Demócrito. En esta línea se observa entonces que el planteo es similar al que aparece ya en Empédocles y Anaxagoras: salvar la apariencia del mundo, esto es su movimiento y pluralidad, salvar el valor de la experiencia sensible, pero sin dejar de respetar los principios del eleatismo. La solución buscada difiere este caso en un solo aspecto: admitir que el vació o "no ser" y negar todo tipo de fuerzas distintas en la materia.
ANAXÁGORAS DE CLAZOMENE (500-428 APROX.)
Al igual que la de Empédocles, su filosofía, parte de los planteos de Parménides, llegando a una solución relativamente parecida. Ya que el ser no puede empezar ni parecer, y ya que lo uno ha de considerarse como inmutable, Anaxágoras que admite la pluralidad y la movilidad, así como los cambios y transformaciones de la realidad- formula una teoría pluralista Todo lo que se produce y sucede es resultado de la mezcla de innumerables elementos.
Nada viene a la existencia ni es destruido sino que todo es resultado de la mezcla y la división.
Anaxágoras llama a esos elementos o principios con el nombre de "semillas", las cuales son cualitativamente distintas e indefinidamente indivisibles. En todas las cosas hay semillas de todas las cosas, de tal manera que todo está en todo. Así se explica que cualquier cosa puede llegar a ser otra distinta, y que si una cosa es lo que es, es porque en ella predominan las semillas correspondientes: en el oro predominan las semillas del oro, pero están también todas las demás (cosa que es posible porque las semillas son minúsculas).
La pluralidad y los cambios (generación, corrupción, transformación) se explican por la mezcla y disgregación de las semillas. El mundo se origina por medio de un torbellino en el que se realizan las mezclas y separaciones progresivamente. Pero este movimiento del torbellino tenía que ser explicado, puesto que Parménides parecía haber demostrado que, de por sí, la Esfera permanece quieta e inmóvil: Anaxágoras se verá obligado a introducir un principio de movimientos, al que da el nombre de Nous (Espíritu, inteligencia). El Nous es algo separado de la masa de semillas y por ello nada lo limita, posee autonomía, conoce todo y tiene el máximo poder.
PARMÉNIDES DE ELEA (540-470)
"Pues bien, te diré, escucha con atención mi palabra, cuáles son los únicos caminos de investigación que se puede pensar uno: qué es y que no es posible ser, es el camino de la persuasión -acompaña, en efecto, a la verdad-; el otro, que no es y que es necesario no ser.
Te mostraré que este sendero es por completo inescrutable; no conocerás, en efecto, lo que no es (porque es inaccesible) ni lo mostrarás.
Pues lo mismo es el pensar y el ser pensado."
La escuela de Elea fue tradicionalmente atribuida a Jenofantes de Colofón, quien se habría instalado en Elea, tras emigrar de Italia. Allí, habría tenido como discípulos a y otros más. Pero se trata de información incierta, lo más probable es que el propio Parménides haya sido el fundador de la escuela.
Parménides vivió en Elea y participó en la redacción de las leyes de su ciudad. Y es posible que su iniciación a la filosofía haya sido a través de los pitagóricos.
Inspirado probablemente en la literatura oracular, el poema con el cual comienza Parménides (citado al inicio de este post) da a entender que el contenido que le sigue debe considerarse revelación filosófica.
El núcleo fundamental del poema se divide en dos partes:
1. La vía de la verdad (en la que expone su propia doctrina filosófica)
2. La vía de la opinión (doxa), en la que utilizando algunos elementos posiblemente de origen pitagórico- se expone una cosmología criticada como engañosa.
Parménides pretende pues, construir la vía de la verdad. Y así, deducirá que el Ser ("lo que es") es ingénito e imperecedero; finito, continuo y único; indivisible e inmóvil.
En efecto: el ser es imperecedero porque en caso contrario habría que suponer que procede del no-Ser y vuelve a él; pero el no-Ser es impensable e inexistente. Del mismo modo, el Ser es uno, ya que si hubiera otra cosa sería el no-Ser. Y también inmóvil, porque todo cambio sería hacia el no-Ser. E indivisible, puesto que el vacío
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