HUMBERTO MATURANA. EL ENTENDIEMIENTO Y LA PRÁCTICA DE LA EDUCACIÓN
Enviado por rozato2002 • 14 de Abril de 2013 • 7.199 Palabras (29 Páginas) • 533 Visitas
HUMBERTO MATURANA. EL ENTENDIEMIENTO Y LA PRÁCTICA DE LA EDUCACIÓN
El aporte de Humberto Maturana al
entendimiento y la práctica de la educación
INTRODUCCIÓN
Este texto muestra nuestra reflexión personal suscitada por la resonancia que tuvo en nosotros la lectura de algunos escritos del biólogo chileno Humberto Maturana (1990, 1995, 1997, 1999 y 2001). Citar es citarse. Por lo tanto siempre hablaremos ‘desde nosotros mismos’, porque al hacerlo develamos nuestra historia personal y la emoción desde la cual conversamos. Cuando hablamos desde nosotros mismos, no decimos lo que decimos con una fundamentación ajena a la aceptación de lo que decimos. Lo decimos y somos nosotros los que nos adueñamos de eso. Hablamos desde nosotros y por lo tanto lo que decimos nos compromete y nos revela, y creemos que eso da confianza a quien nos escucha.
Nos seduce el pensamiento de Humberto Maturana en sus implicancias para la educación en general y la educación preescolar en particular. La comprensión de lo humano requiere la comprensión de la dinámica biológica que lo origina. Tenemos que entender los fundamentos biológicos del saber y el aprender para expandir nuestra comprensión de lo que ocurre en el proceso educativo y las consecuencias que tiene ese proceso para la vida humana.
EDUCACIÓN
Cuando hablamos de educación nos referimos a la transformación de nuestros niños en su convivencia con nosotros los educadores u otros adultos. Esto ocurre en un ámbito relacional que debe ser aceptado como legítimo y adecuado para que ellos surjan como adultos que llegarán, en el futuro, a repetir el mismo ciclo con sus hijos.
La educación (incluida la preescolar), es un proceso de transformación humana en la convivencia. Con esto queremos decir, que ocurre en todas las dimensiones relacionales del vivir del niño, tanto en los espacios privados de la familia o del jardín infantil, como en los espacios públicos de la calle y el barrio.
La educación es un proceso en el que tanto los niños como los educadores cambian juntos en forma congruente, en tanto permanecen en interacciones recurrentes. De modo que los niños aprenden a vivir en cualquier dominio de vida donde sus maestros los encaminen.
La educación es un proceso de transformación de vida que sigue un curso definido por la manera de vivir de los padres y educadores. En este proceso, el niño se transforma en un tipo de ser humano u otro según el tipo de experiencias vividas recurrentemente con sus padres y educadores.
En nuestra opinión, la tarea central de la educación es prestar atención, fomentar y guiar a los niños en su crecimiento como seres humanos responsables social y ecológicamente, conscientes de que se respetan a sí mismos y a los demás.
Los valores deben ser vividos en todo instante en el proceso educativo, y no ser enseñados como nociones abstractas o acciones independientes. Los valores tienen que ver con el dominio de las emociones, no de la razón, y en particular con el dominio del amor, que es la emoción que hace posible la convivencia social.
COMUNIDAD
Hablamos de comunidad, pero ¿qué es una comunidad?. Podemos mirar una comunidad como una red de procesos, actos, encuentros, conductas, emociones, técnicas,... que configuran un sistema de relaciones, un modo de convivir que penetra todos los aspectos del vivir de los niños.
Maturana señala que en el origen de la humanidad, y en las tempranas culturas, no había educación como una actividad especial en la vida de los niños que crecían dentro de la comunidad. Los niños aprendían todas las prácticas y dimensiones relacionales de su vida como miembros de la comunidad humana a la cual pertenecían, viviendo todas sus dimensiones en su vida diaria.
En nuestra cultura los niños viven separados de la comunidad a la cual se supone pertenecen, pasando la mayor parte de su tiempo en el jardín infantil o en un lugar especial para niños pequeños. Esto ocurre precisamente en el periodo de sus vidas en que debieran estar creciendo como seres humanos bien integrados, socialmente conscientes y ecológicamente alertas al participar en la vida de su comunidad. Es por ello queen nuestra planificación diaria consideramos la participación de los niños en actividades que los hagan sentir parte de su comunidad, que la conozcan y la valoren.
La comunidad, con sus canchas, plazoletas, iglesias y consultorios, la televisión, la radio, configuran en su conjunto una red de conversaciones que define cotidianamente lo deseable y lo indeseable, lo hermoso y lo feo, lo aceptable y lo inaceptable, en el convivir de la comunidad a la que los niños pertenecen. De manera que los niños aprenden la trama emocional que se vive en la comunidad humana que les toca vivir simplemente al vivirla, cualquiera que ésta sea.
En nuestros contextos de trabajo observamos que muchas veces las propias familias no se sienten formando parte plenamente de una comunidad y tienen juicios de valor negativos respecto a ella, debido a los quiebres sociales que viven, como las drogas, delincuencia, riñas y violencia, etc.
En nuestro caso por ejemplo, las familias poblaron el barrio como parte de erradicaciones ocurridas en estos últimos años. Separados de sus familias de origen y de las redes de apoyo a ellas asociadas. Por lo tanto, son asentamientos humanos formados por grupos de diversas procedencias, con débiles lazos de cooperación y reciprocidad entre ellos, y por lo tanto, son escasas las experiencias organizativas y asociativas para enfrentar problemas comunes.
La convivencia a que damos origen niños, padres y educadores en el espacio educacional de nuestra cultura y comunidad, depende del punto de vista que tengamos de lo que es o debiera ser la educación. Pero construimos nuestros puntos de vista influidos a su vez por la perspectiva que nuestra cultura tiene acerca del conocimiento, la vida, la existencia,...
Decimos que la educación tiene que ver con el alma, la mente, el espíritu, es decir, con el espacio relacional o psíquico que vivimos y que deseamos que vivan nuestros niños. Las cosas particulares que nuestros niños puedan hacer en la vía de su realización es asunto de conocimiento, aprendizaje y enseñanza. La educación tiene que ver con llegar a ser seres humanos.
Es tarea nuestra hacer uso de la enseñanza como un medio para educar al niño en la creación de los espacios de vida que lo llevarán a ser un ser humano responsable, socialmente consciente, que se respeta a sí mismo y a los demás.
LENGUAJE Y EMOCIONES: CONVERSACIONES
El lenguaje es un modo de vivir juntos en el flujo de las coordinaciones recurrentes de nuestras acciones.
Es nuestra vida en el lenguaje lo que nos hace humanos. Dado el tipo particular de primates
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