Haz lo que quieras

HAZ LO QUE QUIERAS

En este capítulo Savater nos habla de las órdenes, costumbres y caprichos, las cosas que hacemos y la libertad y consecuencias a las que nos lleva esto.
Voy a empezar a hablar de las ordenes, en este capítulo Savater nos dice que las ordenes vienen casi siempre de personas mayores cuando uno es menor y vive en la casa con sus papas las ordenes las recibimos de ellos, cuando crecemos somos mayores las ordenes las recibimos de los altos mandos en este caso la ley.
Savater también nos dice que muchas veces seguir ordenes no es bueno y nos pone un ejemplo de un nazi que estuvo en los campos de concentración que se defendía diciendo que el recibía órdenes de matar a los judíos, pero él nunca pensó que lo que estaba haciendo no era bueno o malo?, aquí es cuando entre lo moral y lo inmoral, cuando te manden algo no siempre hay que hacer caso si no pensar a lo que nos puede llevar esa orden si es buena o mala, si no si puede ayudar o perjudicar, tenemos que pensar las cosas dos veces aquí es cuando entran las costumbres.
Las costumbres son cosas que hacemos repetitivamente y se nos queda y a veces ya hasta lo hacemos sin pensarlo, es como si cuando te estas enseñando a manejar te pasas rojos cada 3 semáforos se te ara una costumbre pasarte los rojos, pero tienes que pensar si es bueno o malo. ¿No crees que estas arriesgando tu vida con esas decisiones que estas tomando? Bueno esto es lo principal de lo que nos habla Savater a donde llegamos con las cosas que hacemos y como le hacemos para llegar a tener las cosas que queremos aquí es cuando nos habla de los caprichos.
Los caprichos son actos que hacemos para conseguir alguna cosa un ejemplo importante es el de los bebes, ¿los bebes que hacen cuando tienen hambre? Los bebes lloran y no se callan hasta que les ponen el biberón en la boca y ya lo lograron pero los caprichos tampoco son muy buenos toda la gente puede hacer un capricho porque quiere algo y no dejarlo de hacer hasta que lo obtiene pero...

En palabras del autor, hacemos las cosas, ya sea porque nos las mandan o porque son un medio para lograr nuestros objetivos, o simplemente por capricho. Sin embargo, cuando vamos a hacer algo importante, estos motivos resultan poco satisfactorios.
Como se había mencionado antes, la libertad consiste en poder decir “sí” o “no”, dependiendo si la situación nos es conveniente o no. Pero una parte importante de decidir es darse cuenta de lo que se está decidiendo, lo opuesto a dejarse llevar, y para evitar lo anterior es necesario pensar dos veces antes de llevar a cabo una acción. La primera vez se debe buscar respuesta a la pregunta: “¿Por qué hago esto?”, y la segunda, cuestionar la respuesta que obtuvimos en la primera.
Con las costumbres ocurre que las mantenemos porque los demás lo hacen, y pocas veces nos cuestionamos el motivo por el cual las llevamos a cabo y nos damos cuenta de que podemos ejercer nuestra libertad en ese aspecto. Ya sean órdenes, costumbres o caprichos, debemos aprender a decidir por nosotros mismos, y en eso toma parte lo que llamamos arte de vivir, o ética.
Podemos establecer la medida en que un objeto es bueno o malo desde el punto de vista de su utilidad. Sin embargo, en el caso de los humanos no se puede establecer esta relación, sencillamente porque no podemos saber para qué sirven los humanos. Pero todo es relativo. Lo que es bueno para unos es malo para otros, y viceversa. O lo que se tiene la intención de que sea positivo puede resultar negativo, y al revés. El único reglamento que puede conducir al hombre a ser bueno es la frase: “Haz lo que quieras”.

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