Hipócrates de Cos.
Enviado por Diego Gallardo Gaete • 12 de Abril de 2016 • Biografía • 1.152 Palabras (5 Páginas) • 291 Visitas
Hoy vengo a hablarles de una de las personas más importantes que han nacido en la antigua y remota grecia, me estoy refiriendo a Hipócrates de Cos
A modo de introducción, me gustaría comenzar citando a éste importante señor, el cual es considerado el padre de la ciencia, la cual dice: “Las fuerzas naturales que se encuentran dentro de nosotros, son las que verdaderamente curan nuestras enfermedades”, la filosofía que Hipócrates implantó en su época rompió muchos esquemas conservadores y tradicionales, y es por eso que considero de suma relevancia la investigación en profundidad de su entidad. Con la frase dicha por éste médico, considerado el padre de la ciencia moderna, se refiere a aquellas fuerzas internas e innatas que el hombre tiene para sanarse, sin necesidad de un tratamiento externo, esto, junto a la obra hipocrática, será expuesto más adelante.
Ahora bien, conocemos el milagro, mas no el santo. ¿Quién fue realmente Hipócrates? No es mucho lo que se sabe sobre la vida personal de Hipócrates, fuentes históricas señalan que nació en el año 460 antes de Cristo, en la isla de Cos, Grecia. Hijo de padre médico, el cual probablemente lo motivó en el arte de la ciencia.
Hipócrates destaca de forma única y trascendente por ser el primero, al menos reconocido universalmente, por romper un esquema tradicional en que se atribuía las enfermedades y males a los dioses y a diversas causas sobrenaturales y mágicas, lo cual, es bien sabido, dista de la realidad. Para el contexto histórico en que Hipócrates vivió, fue muy revolucionario atreverse a hacer un alto y creer que los males no tienen en sí factores externos, ni mucho menos sobrenaturales, sino que provienen de nosotros mismos, producto de desequilibrios del organismo, y que así como enfermamos producto de nuestra existencia podemos sanar, no con pociones de carácter fantástico, sino con nuestra propia estabilidad, y con elementos nunca antes considerados, como la actividad física constante y la dieta balanceada, temas que hoy en día, más de dos milenios más tarde, siguen teniendo relevancia.
Así como involucra la nutrición y la vida física, también involucra tratamientos, diagnósticos y salud en general, teniendo éxito sobre todo con la salud ósea, como huesos rotos, inflamaciones musculares, etc.
Se dice de Hipócrates que fue el padre de la medicina, y que fue el hombre que logró unir la filosofía y la medicina. Pues todo lo dicho anteriormente tiene una base teórica y filosófica, en la cual Hipócrates creía ciegamente. Es la conocida Teoría Hipocrática.
Como dije anteriormente, Hipócrates creía que tenemos una capacidad intrínseca para sanarnos a nosotros mismos. Esto era conocido como Vis Medicatrix Naturae, concepto proveniente del latín que significa ‘poder curativo de la naturaleza’ lo cual implicaba que la solución a nuestros males, radicase en los poderes curativos del uso de hierbas y ungüentos naturales, y que además dependía de nuestra interioridad, o de nuestra naturalidad si podemos sanarnos o no. Cito nuevamente a Hipócrates cuando dice: “No es necesario saber qué clase de enfermedad padece un hombre, sino qué clase de hombre padece una enfermedad”, con ello reafirmo la postura Hipocrática, sosteniendo que “Las personas tienen en sus manos un poder que la naturaleza de la especie nos ofrece, y en aquella calidad de humanos radica la posibilidad de cura a nivel personal”
A ésta capacidad interna y propia del hombre de sanarse se le conoce como Physis. Nombre también de la deidad griega de la naturaleza.
En cuanto al diagnóstico que Hipócrates otorgaba a sus pacientes, era bastante general, lo cual es muy criticado con respecto a su profesión. Sin embargo, en torno a estos pronósticos, acuña una terminología muy particular aún presente en el lenguaje médico, como por ejemplo exacerbación, recaída, resolución, crisis, paroxismo, convalecencia, etc.
Pese a otorgar diagnósticos muy generales y bastante abiertos, Hipócrates prefiere basarse en el pronóstico, lo cual también genera un antes y un después con respecto al enfoque de la medicina universal, pues acierta con éxito.
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