Hobbes
Enviado por • 20 de Junio de 2013 • Informe • 1.923 Palabras (8 Páginas) • 237 Visitas
En el primer vídeo sobre Hobbes vimos que el Estado es un
fenómeno artificial que requiere de una explicación. Hay ciertas
condiciones previas a su existencia que posibilitan su creación.
Estas condiciones existen en lo que los teóricos del contrato
social llaman el estado de naturaleza. En todo teoría de este
tipo, incluso la de Hobbes, vemos una relación entre estado de
naturaleza y estado civil mediado, como veremos, por un
contrato social.
En el capítulo trece de El leviatán Hobbes habla de estas
condiciones en el estado de naturaleza. La primera y más
importante desde un punto de vista lógico es la que comenta en
las primeras líneas del capítulo. Dice que en el estado de
naturaleza los hombres se encuentran en condiciones de
igualdad con respecto a la competencia entre sí. Ciertamente
hay diferencias. Unos son más grandes y fuertes pero otros son
más listos y hábiles. La fuerza de uno es cancelado por el
ingenio del otro, de modo que, considero en conjunto, las
diferencias no son tan importantes. Esta igualdad general es
importante como punto de partida, ya que si el físicamente más
fuerte siempre ganara existiría una simple relación de
dominación del más fuerte sobre los débiles. En el estado de
naturaleza de los animales esta relación de dominación es
natural no artificial o convencional. Es decir, no requiere de
explicación. De igual modo, si esta relación de dominación
existía en el estado de naturaleza de los humanos, no habría
necesidad de hacer filosofía política porque no habría un
fenómeno artificial que explicar sino simplemente un fenómeno
natural: fuertes ganando a los débiles, como los leones y las
gacelas. Pero el estado civil, digamos una monarquía, en el que
una sola persona manda sobre los demás es un fenómeno Hobbes 2
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bastante extraño y sí requiere de una explicación. Veamos en
qué consiste.
Pues no extraña que esta igualdad general conduzca a pleitos
y conflictos. Si dos personas desean la misma cosa se vuelven
enemigos y tratan de aniquilarse o sojuzgarse uno a otro. Las
causas principales de este conflicto son tres: competencia,
desconfianza, y gloria. La primera de estas causas dice Hobbes
impulsa a los hombres a atacarse para lograr un beneficio; la
segunda, para lograr seguridad; y la tercera, para ganar
reputación. Durante el tiempo en que los hombres viven sin un
poder común que los atemorice a todos, se hallan en la
condición que se denomina guerra - una guerra de todos contra
todos.
Imagínate que mañana desaparecieran todas las reglas y leyes
bajo las que vivimos y las fuerzas policiacas que las hacen
cumplir. ¿Cómo cambiaría nuestra manera de relacionarnos con
los demás? Mi vecino, por ejemplo, tiene su música a todo
volumen. Sin poder llamar a la policía yo, enojado, corto la luz
que va a su departamento. Él se da cuenta que fui yo y rompe
una de mis ventanas y así va en aumento el conflicto. La guerra
que se daría según Hobbes no tiene que consistir en una batalla
actual sino en un período de tiempo donde la intención de
luchar está más que manifiesta. Semejante situación provoca
inseguridad y miedo. Me veo obligado a quedarme en casa todo
el día para defender mis cosas contra vandalismo o robo. En este
estado de cosas dice Hobbes no hay industria, ni construcción,
ni arte, ni cultura. Los frutos de la sociedad rápidamente
desaparecen y existe un continuo temor y peligro de muerte
violenta. La vida del hombre en tal estado es, en sus inmortales
palabras, solitaria, pobre, tosca, embrutecida y breve.Hobbes 2
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Pero ¿cómo sabe Hobbes que tal estado realmente existió
históricamente? Pues Hobbes no lo sabe ni pretende afirmarlo.
Es importante saber que Hobbes habla aquí no de forma histórica
sino lógica. Su descripción del estado de naturaleza es una
deducción a priori a partir de un análisis de las pasiones del
hombre. Pero si hiciera falta una prueba empírica de lo que
sucedería sin un poder común, no tenemos que ir más lejos que
nuestro propio comportamiento. Cuando salimos de la casa
cerramos la puerta con llave. Cuando estacionamos el coche
subimos el cristal y lo cerramos bien. Con estas acciones
acusamos a la humanidad tanto como Hobbes lo hace con sus
palabras.
De vez en cuando en las noticias leemos que un niño cae en
el recinto de los gorilas en el zoológico y matan al niño. Es una
noticia horrible pero no decimos que el gorila es malo o que
actuó de forma inmoral. En el estado de naturaleza de los
animales no hablamos del bien y del mal, de la justicia o la
injusticia. Semejantes términos están fuera de lugar. Igual en el
estado de naturaleza de los humanos dice Hobbes. Ahí no tiene
sentido hablar de justicia porque la justicia se da cuando haya
leyes que se cumplan. Pero si no hay un poder común, entonces
no hay leyes y si no hay leyes no puede haber justicia. Es
parecido a los conceptos de verdad y falsedad. Lo verdadero y
lo falso no existen en el mundo como tal sino sólo en función de
un lenguaje. Las proposiciones pueden ser verdaderas o falsas
pero no las cosas en sí misma.
Entonces, los hombres se encuentran en una situación
bastante desagradable gracias a diversas pasiones como la
avaricia, la gloria, y la desconfianza. ¿Habrá una salida? Dice
Hobbes que hay otras pasiones que inclinan a los hombres a la Hobbes 2
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paz: el temor a la muerte y el deseo de una vida confortable. En
el capítulo catorce habla Hobbes de cómo la razón sugiere pasos
que conducirían a la paz.
Nuevamente, hay que tener en cuenta que Hobbes no está
dando consejos aquí. El texto se escribe no en un tenor
normativo sino puramente descriptivo, científico. Su
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