Iconografia E Iconologia
Enviado por valle18 • 27 de Marzo de 2014 • 18.176 Palabras (73 Páginas) • 585 Visitas
Iconografía e Iconología
Alicia Romero, Marcelo Giménez
(sel., notas)
A continuación, reproducimos algunos fragmentos del escrito de Erwin Panofsky conocido en nuestro idioma como "El significado en las artes visuales", en el que el historiador del arte sistematiza el método instaurado por la Escuela de Warburg . El mismo aparece en diferentes recopilaciones que no traducen de igual manera la terminología específica: cf., con especial cuidado, las de
• El Significado en las Artes Visuales. Buenos Aires: Infinito, 1970 (“Biblioteca de Diseño y Artes Visuales”), p. 15-59.
• Estudios de Iconología. Madrid: Alianza, 1972 ("Alianza Universidad", 12). Se presenta como “Introducción”, p. 13-44. La edición original, Studies in Iconology: Humanistic Themes in the Art of the Renaissance. Nueva York: Oxford University Press, 1939, nuclea seis conferencias dadas en 1937 en el prestigioso colegio Bryn Mawr bajo los auspicios de la beca Mary Flexner. Es interesante señalar, con Enrique Lafuente Ferrari, prologuista de esta edición castellana, que, cuando esta compilación fue editada por Alianza en 1972, fue la primera traducción que aparecía en España de una obra de Erwin Panofsky, realizada por Bernardo Fernández. En 1970, la Revista de Occidente (Madrid), en su número 86, había publicado el artículo de Panofsky “Introducción a la Iconología” (p. 131-161).
• El Significado en las Artes Visuales. Trad. Nicanor Ancochea. Madrid: Alianza, 1980 ("Alianza Forma", 4). Aparece como Cap. 1: "Iconografía e Iconología: Introducción al Estudio del Arte del Renacimiento", p. 45-75.
Este artículo sintetiza varios trabajos previos, algunos de ellos escritos en colaboración con el Dr. Fritz Saxl; los aspectos metodológicos que aquí nos interesan vieron la luz como “Zum Problem der Beschreibung und Inhaltsdeutung von Werken der bildenden Kunst”. Logos. Vol. XXI, 1932, p. 103-119.
Hemos optado por la traducción de la palabra inglesa subject como asunto, pues otros términos utilizados corrientemente, como tema o motivo, tienen un particular significado dentro de las disciplinas iconográfica e iconológica desarrolladas por la Escuela de Warburg en su interés por interpretar lo que representan y significan las imágenes. Dada la enorme influencia que esta escuela ha ejercido en el posterior abordaje del arte, parece necesario considerar aquí, sintéticamente, que para ella, el asunto o significado de las obras de arte comporta varios estratos diferentes. A manera de resumen, podríamos decir que un nivel primario puede ser interpretado fáctica y/o expresivamente: una mujer con un niño en su regazo (un hecho) que se sonríen y abrazan afectuosamente (una expresión). La mujer y el niño conforman lo que se conoce como motivo; otro motivo podría ser una mujer de ojos vendados sosteniendo una balanza; una composición (o combinación de motivos) podría ser un grupo formado por aquellas mujer con el niño, tres hombres coronados que, acompañados por camellos, portan paquetes y algunos motivos más. Hasta aquí nos estaríamos moviendo dentro del plano de la descripción preiconográfica. Pero ese asunto puede tener otros significados en un nivel secundario o convencional: son imágenes que representan un tema (Adoración de los Magos) o un concepto (Justicia). De la misma manera en que una combinación de motivos da por resultado una composición, la combinación de estas imágenes conforma lo que se denomina historias y alegorías, y la correcta identificación de imágenes, historias y alegorías corresponde a lo que se conoce como análisis iconográfico. Finalmente, interpretar los cambios iconográficos como síntomas de una personalidad, de una actitud religiosa, de una mentalidad, etc., conforma un último paso dentro de este tipo de abordaje: la síntesis iconológica. Veamos el desarrollo detallado del método.
“Iconografía es la rama de la Historia del Arte que se ocupa del contenido temático o significado de las obras de arte, en cuanto algo distinto de su forma. Intentemos, pues, definir la diferencia entre contenido temático o significado, por una parte y forma por la otra.
Cuando un conocido me saluda en la calle quitándose el sombrero, lo que veo desde el punto de vista formal no es más que el cambio de ciertos detalles dentro de una configuración que es parte de una estructura general de color, líneas y volúmenes que constituye mi mundo visual.. Cuando identifico, tal como lo hago de manera automática, esta configuración como un objeto (un hombre) y el cambio de detalles como una acción (la de quitarse el sombrero), ya he pasado los límites de la pura percepción formal y he entrado en una primera esfera de contenido o significado. El significado así percibido es de una naturaleza elemental y fácil de comprender, y lo llamaremos significado fáctico; aprehendido sencillamente al identificar ciertas formas visibles con ciertos objetos conocidos por mí por la experiencia práctica, e identificando el cambio en sus relaciones con ciertas acciones o acontecimientos.
Ahora bien, los objetos y acciones así identificados producirán naturalmente una reacción en mí. Por la forma en que mi conocido lleve a cabo su acción sabré si está de buen o mal humor, y si sus sentimientos hacia mí son indiferentes, amistosos u hostiles. Estos matices psicológicos revestirán los gestos de mi conocido con otro significado, que llamaremos expresivo. Se diferencia del significado fáctico en que es aprehendido no por la simple identificación sino por ‘empatía’. Para comprenderlo necesito un cierta sensibilidad, pero esta sensibilidad es todavía parte de mi experiencia práctica, esto es, de mi familiaridad cotidiana con objetos y acciones. Por tanto, a la vez el significado fáctico y el expresivo pueden ser clasificados conjuntamente: forman el grupo de significados primarios o naturales.
Sin embargo, el hecho de darme cuenta de que levantar el sombrero significa un saludo pertenece a un campo de interpretaciones enteramente distinto. Esta forma de saludo es peculiar del mundo occidental y es un residuo de la cortesía medieval: los hombres armados solían quitarse el yelmo para dejar claras sus intenciones pacíficas y su confianza en las intenciones pacíficas de los demás. No podría esperarse que ni un bosquimano de Australia ni un griego antiguo se apercibieran de que el levantar el sombrero no es sólo una acción práctica con ciertas connotaciones expresivas sino, además, un signo de cortesía. Para comprender este significado de la acción del caballero, debo estar familiarizado no sólo con el mundo práctico de los objetos y las acciones, sino también con el mundo de costumbres y tradiciones culturales peculiar de una civilización
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