Inteligencia Emocional

Como todos nosotros, algún día tenemos que tomar decisiones, muchas veces tomamos la decisión que no es… ahí es donde fallamos. Muchas veces las personas nos arrepentimos sobre muchas cosas que hacemos, a todos nos pasa, aunque solo es cuestión de aceptarlo, porque lo hecho, hecho está.

Muchas cosas de las que yo me he arrepentido, cuando he tomado malas decisiones, una de ellas fue haber seguido una conducta herrada que tenía un compañero al que llamaba “amigo”, yo lo veía como mi mentor, pues me decía que hiciéramos algo y lo hacíamos, como molestar las personas, dañar cosas, pero de lo que más me dejé llevar, fue un día en el que por pura bronca le dañamos unos libros a otro compañero, este nos caía mal y por eso fuimos a hacer lo que hicimos. Él, alterado, fue a decirle al director del colegio lo que había pasado. Después de unas 3 semanas empezaron a sospechar de nosotros, así que nos llamaron a una cita donde la psicóloga del colegio; allá nos aconsejaron, nos preguntaron y nos orientaron sobre miles de cosas que pasaban en la sociedad. Nosotros ya sabíamos a que querían llegar con esas preguntas y esas cuestiones, sabíamos que estaba mal hecho; sin embargo, nos sostuvimos y no aceptamos que fuimos nosotros. Luego un compañero fue a decir lo que había pasado, nos acusó, nosotros nos asustamos porque sabíamos que era una falta grave, hasta que se dieron cuenta, tenían pruebas y llamaron a nuestros acudientes. Ahí yo le mentí a mi mama, le dije que la cita era solamente para ir donde la psicóloga; cuando a la primera hora de clase, el rector fue por mí al salón y me preguntó -¿por qué le dijo a su mamá que era una cita de la psicóloga, acompáñeme que usted la está embarrando?- En ese momento yo me llené de pánico porque ya sabía lo que iba a pasar. Allá nos llevaron al consejo directivo y nos suspendieron 10 días en nuestras casas.

Yo sé que esto estuvo muy mal hecho, le hicimos un daño a un compañero y dañamos nuestra hoja de vida, sólo por una pequeña bronca, pues no tuve nada de personalidad, me dejé llevar por lo que decía un supuesto amigo, que siempre me ponía a hacer mal las cosas. Ese “amigo” hizo que las personas en el salón perdieran la credibilidad en mí, por eso me sentí mal y pensé que tenía que aprender a escoger bien mis amistades, son ellas las que siempre nos hacen cometer unos malos actos.

Otra mala decisión fue una vez, saliendo del colegio, me dio por irme a la casa caminando, el camino era muy largo y había que pasar por unas partes que se decía, tenían fama de ser sitios donde atracan; nosotros no creímos y seguimos andando. Ya cuando íbamos a mitad de camino, llegaron dos manes en una moto y nos preguntaron la hora; yo muy ingenuo, creyendo que nada iba a pasar, saqué mi celular y les di la hora, ellos siguieron derecho y no los vimos; ya como a los 100 metros, volvieron y uno de ellos me cogió del cuello, yo me

...