LA FILOSOFIA DE LA RELIGION DE KANT
Enviado por biss • 16 de Enero de 2012 • 1.291 Palabras (6 Páginas) • 3.829 Visitas
LA FILOSOFÍA DE LA RELIGIÓN DE KANT
La existencia y toda la vida humana están determinadas por la cultura, a su vez, ésta por la sucesión de generaciones que han ido transcurriendo a través del tiempo, es decir en la historia, cada una de estas generaciones lleva implícita la importancia que le imprime cada uno de sus miembros particulares, ya que cada uno aporta su pensamiento que es desenvuelto en nuestra existencia. Immanuel Kant es uno de esos pensadores que han dejado huella en la historia, por esta razón me inclino más por su pensamiento en esta materia, para realizar una reflexión acerca de su aportación a la Filosofía de la Religión.
En un principio se puede tener a Kant como el fundador de la filosofía de la religión, esta exposición del pensamiento de Kant sobre la religión tiene dos partes importantes, en un primer momento se refiere al núcleo de la filosofía kantiana, es decir al “criticismo”, este término en la afirmación de Dios desde la conciencia moral: el teísmo moral, llamado así por Kant. La segunda parte se refiere a las reflexiones que Kant brindó a la religión en el último decenio de su vida. Kant fue educado en el pietismo, (movimiento cristiano) durante sus estudios universitarios asistió a sus clases de teología.
Opta por el teísmo que admite una posición que añade atributos personales: como un ser inteligente, y libre, esta decisión es porque ya estaba un tanto harto de las prácticas religiosas, ya que él cree que vale más una acción buena que cientos de rezos, hacer una acción caritativa, que estar siempre rezando, la fe se basará en la buena conducta que uno tenga, nunca a la inversa, que desde mi punto de vista, creo que esta idea es justa porque las personas que se fanatizan por la religión tienden a solucionar sus problemas creyendo que con unos simples rezos les traerá la solución a todo, y se despreocupan por realizar acciones más virtuosas y honestas.
Con estas ideas se acerca más a afirmar atributos cercanos al ámbito moral: dice que Dios es el Supremo bien y que es más importante creer que demostrarlo:
“De esta manera conduce la ley moral, por el concepto del supremo bien como objeto y fin de la razón pura práctica, a la religión, esto es, al conocimiento de todos los deberes como mandamientos divinos, no son como órdenes arbitrarias y por sí mismas contingentes de una voluntad extraña, sino como leyes esenciales de toda voluntad libre por sí misma que, sin embargo, tienen que ser consideradas como mandatos del Ser supremo, porque nosotros no podemos esperar el supremo bien, cuya realización la ley moral nos hace proponernos como deber, más que de una voluntad moralmente perfecta (santa y buena) y también todopoderosa (V, 129; 181).”
Al referirse al bien supremo sostiene que debemos promoverlo, o sea que las acciones que uno realiza deben ser con honestidad. Así cuando se habla de necesidad de una acción que se cumple por respeto a la ley moral permite distinguir la acción “conforme al deber”, que depende de la simple legalidad (por estar inspirada por el sentimiento, el temor o la inclinación), de la que se efectúa “por deber”, es decir por moralidad. Ésta, de hecho, depende sólo del respeto a la ley, como sentimiento determinado a priori (o puramente racional) por la representación (o ideas) de la ley moral. En este sentido, precede la experiencia y es válida para todos los seres racionales.
Deber es, por lo tanto, querer, incondicionalmente y viceversa. De ahí que Kant grabe un primer mandato en sus tablas de la ley: “Obra como si la máxima de tu acción pudiera ser erigida, por tu voluntad, en ley universal de la naturaleza”.
Por ejemplo en Kant cuando estaba ya harto de los rezos él puso en práctica una máxima que cambio la costumbre de creer lo mismo de la religión,
...