LA MORAL Y LA EDUCACION
Enviado por Rossy Solorzano • 1 de Marzo de 2018 • Informe • 1.587 Palabras (7 Páginas) • 165 Visitas
[pic 1]
[pic 2][pic 3][pic 4][pic 5][pic 6]
[pic 7][pic 8][pic 9]
FILOSOFÍA[pic 10]
[pic 11]
TEMA: ”La Moral y la Educación ”
ALUMNA:
- Rosa Elena Solórzano Cabrera
DOCENTE: Dr. José Juca Mg. Sc.
CICLO: 1ero “A”
FECHA: Sábado 17 de Febrero del 2018[pic 12]
Introducción
La moral, o la moralidad, se refiere al comportamiento humano juzgado desde un punto de vista normativo; es decir, a lo que se debe hacer. La educación es una empresa normativa. Esta aseveración implica la afirmación, mas enunciada que argumentada, de que el valoro la valía de la educación es una cualidad moral. La moral es una de esas formas de entender la condición humana y que, si un hombre no tiene este tipo de conocimiento, le falta una base para la racionalidad. Entonces la educación, que es un medio para iniciar al joven en esas formas de conocimiento, debe involucrar necesariamente la iniciación a la moral, ya que si esto no sucede el alumno no estará equipado para actuar como una criatura racional en los aspectos morales. La instrucción moral es una clase diferente de la educación. Entonces, la educación moral es una parte constitutiva de la empresa educativa y es necesaria en el sentido práctico de que sin ella la educación general es incompleta, pero no está involucrada en la educación en la medida en que no implica necesariamente el requisito de que lo que se enseña valga la pena aprenderlo. En otras palabras, un contenido moral no es parte de la definición de educación, incluirlo sería restringir este término.
Dos enfoques tradicionales de la moral
Como objeto de estudio la moral representa una parte práctica de la filosofía en la que interesa lo que el hombre deber ser. Son precisamente estas dos palabras las que de una manera categórica distinguen al juicio moral de otros tipos de juicios, por ejemplo, de los juicios lógicos o de los juicios estéticos. Tradicionalmente, el problema moral y el problema de la educación moral se han abordado desde dos grandes perspectivas. Al hablar de dichos problemas desde la primera perspectiva, se dice que la moral, ya sea cristiana, budista o musulmana, por ejemplo, es regida por la religión y, en última instancia, que el ordenamiento ético de una sociedad se basa en la voluntad divina, o bien, que la jerarquía de los valores y la conducta moral son preestablecidos de manera rígida por las filosofías y en nombre de la razón. La segunda perspectiva es la de quienes creen que no existe una moral religiosa u objetiva, y que no hay más remedio que admitir el carácter relativo de la moral.
Naturaleza de la Teoría Moral
La moral, de acuerdo con la base en la que fundamenta sus normas, puede ser habitual o reflexiva. La distinción intelectual entre la moral habitual y la reflexiva es marcadamente clara. La primera base las normas y las reglas de conducta en el hábito ancestral, mientras que la segunda las basa en la conciencia, la razón o algún principio que implica pensamiento. Hay valores de la moral habitual, por ejemplo, la ayuda mutua, el respeto a la sabiduría de los ancianos, la ayuda al hambriento y muchos otros que se deben rescatar y reproducir abiertamente, sin embargo, sería más provechoso para el ser de la sociedad que la enseñanza de la moral habitual se hiciera acompañar de profundas reflexiones sobre el porqué y el para que de las normas y valores existentes. Una moral genuinamente reflexiva vera todos los códigos como datos; considerara las condiciones en que surgieron los métodos que consciente o inconscientemente determinaron su formación y aceptación; investigara su aplicabilidad en las condiciones presentes.
Naturaleza y Función de los Principios Morales
Según Dewey, lo malo de un sistema ético que tiende a privar de libertad y espontaneidad a la vida moral y a reducir en una conformidad más o menos ansiosa y servil son las reglas impuesta desde el exterior. Por lo tanto, un principio moral no es una orden de actuar o de abstenerse de hacer algo en determinada forma, es un instrumento para analizar una situación en toda integridad y no por la regla como tal: la calidad moral del conocimiento no está en la posesión del mismo sino en la preocupación de alimentarlo. Los conceptos y los procesos morales nacen naturalmente de las condiciones mismas de la vida humana. Tan pronto se desarrolle la facultad de pensar, necesidades dejan de ser ciegas; el pensamiento mira hacia adelante y prevé los resultados. Forma propósitos, planes, objetivos, fines en perceptivas. De la acción reciproca de esas demandas surge el concepto de la autoridad moral.
...