LA MUJER COMO IDEOLOGÍA
Enviado por noritamos • 28 de Julio de 2013 • 3.431 Palabras (14 Páginas) • 291 Visitas
GÉNERO
"La mujer como ideología"
RESUMEN
El estudio acerca de las diferencias entre los sexos ha estado polarizado en dos extremos bipolares "naturaleza-cultura", si bien no han faltado soportes teóricos desde los que se intenta mediar o ponderar el radicalismo de ambas posturas. Con este trabajo se quiere realizar un pequeño recorrido por las corrientes teóricas desde las que se enfatiza el determinismo cultural en la explicación de las características diferenciales de la mujer y reflexionar sobre algunas de las consecuencias que esta perspectiva de estudio a tenido para el desarrollo y devenir de la identidad femenina. Para lo cual se parte del concepto de mujer desde el punto de vista de género como representación ideológica de las diferencias sexuales. Es en esta línea de pensamiento donde se sitúan las distintas corrientes teóricas que abogan por el paradigma sociocultural, ayudando, desde diferentes enfoques, a comprender el simbolismo del género y su papel como organizador de las sociedades humanas a lo cual desarrollaremos brevemente el estudio de las nociones simbólicas realizadas por la Antropología del Género; la perspectiva de los modelos psicológicos actuales; las implicaciones del determinismo cultural en la explicación de la diferenciación sexual finalizando con la perspectiva culturalista y sus repercusiones sobre la identidad femenina.
INTRODUCCION
Conceptualmente, las diferencias entre los sexos no implican desigual¬dad legal. Es posible concebir a mujeres y hombres como legalmente iguales en su diferencia mutua. Pero ese no ha sido el caso, al menos en los últimos 5 ó 6 mil años. Desde el punto de vista histórico, las diferencias entre los sexos y la desigualdad están estrechamente ligadas. ¿Por qué? Porque la dife¬rencia mutua entre hombres y mujeres se concibió como la diferencia de las mujeres con respecto a los hombres cuando los primeros tomaron el poder y se erigieron en el modelo de lo humano. Desde entonces, la diferencia sexual ha significado desigualdad en perjuicio de las mujeres. Esta desigualdad podría haberse dado en contra del sexo masculino si el parámetro de lo huma¬no hubiese sido a la inversa. Pero, está empíricamente probado que la jerarquización se hizo y se hace a favor de los varones. Es más, en todas partes y en la mayoría abrumadora de las culturas conocidas, las mujeres somos considera-das de alguna manera o en algún grado, inferiores a los hombres. Cada cultura hace esta evaluación a su manera y en sus propios términos, a la vez que gene¬ra los mecanismos y las justificaciones necesarias para su mantenimiento y reproducción.
Cabría preguntarse...
¿Es ético considerar el género femenino como la construcción cultural de lo puramente biológico?
La determinación cultural como causa de las diferencias sexuales se basa en la investigación histórica y sociológica sobre la masculinidad y feminidad, para descartar la existencia de una esencia femenina y poner el énfasis en los componentes culturales como principales determinantes en la construcción de lo que cada sociedad entiende como masculino o femenino.
A través del concepto de género es reflejada esta realidad social, que sirve para referirse al carácter eminentemente social y cultural de los roles y atributos diferenciales que se asocian a hombres y mujeres. Con este concepto se alude a una especie de moldes vacíos en los que se puede verter toda clase de nociones y de valores.
Por tanto, el estudio de la naturaleza y del mecanismo de la construcción social del género nos permitirá analizar las fuentes en las que se basan las nociones ideológicas asociadas al concepto de mujer. Sobre la base de las diferencias fisiológicas actúa la cultura incorporando ideas y creencias que van separando el mundo de los hombres y de las mujeres.
La construcción social de la diferencia se fundamenta en la sexualidad y, más concretamente, en las nociones sobre la procreación y la reproducción humana; por tanto, es en el lenguaje de la biología donde encuentran su explicación las diferencias entre hombres y mujeres.
A su vez, el género, como representación ideológica de las diferencias sexuales, cumple tres funciones importantes: ayuda a interpretar la realidad, organiza las pautas de interacción entre los sexos y, por último, las legitima.
CONCEPTO DE MUJER
Desde el punto de vista planteado, el concepto de mujer se puede definir:
- Como fenómeno real, considerándola como una interpretación que ha variado a lo largo de los siglos, como una interpretación histórica y cambiante.
- Como ideología, ha estado determinada por la sociedad, sometida a una serie de reglas que regulaban su convivencia social.
- A través de un largo proceso de socialización diferencial, esta situación ha sido internalizada y legitimada, justificando las distintas formas de opresión, de desigualdad y de discriminación que ha padecido.
ANTROPOLOGÍA DEL GÉNERO
El concepto de género alude, tanto al conjunto de características y comportamientos, como a los roles, funciones y valoraciones impuestas dicotómicamente a cada sexo a través de procesos de socialización, mantenidos y reforzados por la ideología e instituciones patriarcales . Ese concepto, sin embargo, no es abstracto ni universal, en tanto se concreta en cada sociedad de acuerdo a contextos espaciales y temporales, a la vez que se redefine constantemente a la luz de otras realidades como la de clase, etnia, edad, nacionalidad, etc.
La Antropología del Género quizás sea, la disciplina que más ha influido desde el punto de vista aplicado y que más luz ha arrojado en el estudio de las nociones simbólicas que se han asociado con el género masculino y femenino. Ha ejercido una gran influencia en el conocimiento de los mecanismos en los que se sustenta la situación universal de subordinación en que se encuentra la mujer.
Sus aportaciones giran en torno a una triple dicotomía (naturaleza/cultura, doméstico/público, reproducción/producción) desde la que se ha tratado de explicar la asimetría entre los sexos que se ordenan en pares opuestos y a la vez irreconciliables.
NATURALEZA/CULTURA y DOMÉSTICO/PÚBLICO
Universalmente se identifica o asocia a las mujeres con la naturaleza y a los hombres con la cultura. La relación mujer-naturaleza se explica por la asociación espontánea de la mujer con la faceta doméstica, en oposición al aspecto público de la vida social. Esta asociación simbólica se sustenta, pues, en
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