LOS VALORES SOCIALES DEL HABLA Y LA ESCRITURA
Enviado por brepul • 7 de Octubre de 2013 • 986 Palabras (4 Páginas) • 873 Visitas
LOS VALORES SOCIALES DEL HABLA Y LA ESCRITURA
De modo que desde cualquier punto de vista el modo escrito del lenguaje es el menos significativo en cuanto al uso, hasta un grado bastante abrumador; y las diferencias de clase social y ocupación no tienen un efecto importante en este cuadro”.
La mayor parte de la gente sabe hablar o expresar de manera verbal lo que desean comunicar, dejando de lado la “propiedad” con que lo hagan. Otro porcentaje más bajo puede manifestar de forma gráfica su pensamiento y otro pequeño, interpretar lo plasmado gráficamente, es decir leer, de éste exclusivo grupo, solo algunos tienen procesos mentales encaminados a la comprensión adecuada de lo que han leído; siendo éste uno de los grandes problemas que enfrenta nuestros sistema escolar, el inadecuado desarrollo de las habilidades comunicativas. Nosotros desde el Nivel Inicial, comenzamos a favorecer en nuestros niños el aprecio por la lectura, estimulamos su motricidad fina y fomentamos la expresión de sus ideas y sentimientos, lo que dependiendo del desempeño de los subsiguientes tutores, terminará en un exitoso proceso al pasar por toda su educación básica.
Trudgill señala que las mujeres son más conscientes de esta valorización social y responden más a ella que los hombres; las madres tienden a preocuparse más del lenguaje de sus hijos que los padres, las maestras más que los maestros, y las niñas tienden a responder más a esas presiones que los niños ...”
Esto responde a que aún está vigente el estigma de que los niños están siempre al cuidado de la madre. Al tener el niño más contacto con la figura femenina, será de ella de quién adquirirá sus primeras nociones y estructuras del lenguaje; este proceso suele ser esmerado y “correcto”, tratar de que el niño aprenda los nombres de los objetos, que pronuncie adecuadamente, etc. Hay figuras (no siempre masculinas, claro está) que no colaboran mucho ni de la manera más positiva a la formación lingüística de los pequeños, fomentando y celebrando el uso de términos “poco apropiados”. Cuando el niño sale de su hogar al Centro de Educación Inicial, encuentra a una Educadora que le ayudará a iniciar o continuar el trabajo que, en este aspecto, ha comenzado en casa; después encontrará una Educadora en el Jardín de Niños y la mayoría de las veces una Profesora en la Escuela Primaria y así sucesivamente durante, cuando menos, la educación básica.
Esto manifiesta que la apreciación de Trudgill sobre el papel femenino en su aportación a la formación del lenguaje.
En la medida en que el habla espontánea, con sus formas descuidadas, sus recomienzas, sus vacilaciones directo a procesos de pensamiento no disfrazados, el hablante queda expuesto y resulta bastante vulnerable ... Si el contexto es amenazador, la única posible respuesta para muchos hablantes es el silencio ...”
Esto sucede mientras que el lenguaje escrito es sumamente cuidado, y entre más importante
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