LOS VALORES
Enviado por vgmonik • 3 de Julio de 2013 • 9.024 Palabras (37 Páginas) • 255 Visitas
LA VIRTUD
Una virtud es una cualidad que permite a quien la posee tomar y llevar a término las opiniones correctas en las situaciones más difíciles para cambiarlas a su favor. El virtuoso es el que está en camino de ser sabio, porque sabe cómo llegar a sus metas sin pisar las de los otros, porque pone a los demás de su lado y los lleva a alcanzar un objetivo diferente. El virtuoso es el que «sabe remar contra la corriente».
También, una persona virtuosa es aquella que sabe sacar adelante cualquier problema que se avecina. Es una persona que tiene muchas cualidades y las pone en práctica a diario.
Las virtudes se consideran cualidades positivas, y se oponen a los vicios. Las virtudes son las cualidades buenas y sensitivas del ser humano.
•
Definición de virtud:
Aristóteles define la virtud como la excelencia. La virtud es la acción más apropiada a la naturaleza de cada ser; el acto más conforme con su esencia. Esta acción propia de cada ser que es la virtud, es también el bien propio de cada ser. En el hombre, por tanto, la virtud es la excelencia de su parte esencial que es el alma.
Ahora bien, habiendo dos partes en el alma, así también habrá dos tipos de virtudes. Las virtudes éticas, correspondientes a la parte irracional del alma, y las virtudes dianoéticas correspondientes a la parte racional del alma. Pero la parte irracional del alma debe seguir los dictados de la parte racional, luego las virtudes éticas responden en su excelencia al comportamiento guiado por la parte racional del alma
Virtudes del ser humano
Platón plantea que el ser humano dispone de tres poderosas herramientas: el intelecto, la voluntad y la emoción. Para cada una de estas existe una virtud: la sabiduría, el valor y el autocontrol. La sabiduría permite identificar las acciones correctas, saber cuándo realizarlas y cómo realizarlas. El valor permite tomar estas acciones a pesar de las amenazas, y defender los ideales propios. El autocontrol permite interactuar con las demás personas y ante las situaciones más adversas cuando se está realizando lo que se debe hacer para lograr los fines propios.
A estas tres virtudes se añade una cuarta, la justicia, que ayuda a poder vivir responsablemente y con seguridad ya que sin seguridad podrias salir de tu casa y ser asaltado.
Sócrates nos dice que la virtud nos permitirá resolver las mejores calificaciones y con ella podremos distinguir entre el final, el mal, el bien y lo irrespetuoso. También dice que la virtud se puede alcanzar por medio de la educación fundamentada en nuestra moral y en nuestra vida cotidiana.
Cree en el intelectualismo moral, el cual se basa en la idea de que la sabiduría se basa en la ética. Si alguien es buena persona automáticamente será sabio.
También Sócrates opina que la virtud es aquello que nos ayuda a conseguir el bien mediante razonamientos y la filosofía.
Los estoicos sostenían que la virtud consistía en actuar siempre de acuerdo con la naturaleza, que, para el caso del ser humano, concebido como ser racional, se identifica con actuar siempre de acuerdo con la razón, evitando en todo momento dejarse llevar por los afectos o pasiones, esto es, todo lo irracional que hay en nosotros, que no puede controlarse y por tanto debe evitarse. Los estoicos consideraban que la virtud, como facultad activa, era el bien supremo.
Aristóteles: el hábito moral
Después de esto tenemos que considerar qué es la virtud. Puesto que las cosas que pasan en el alma son de tres clases, pasiones, facultades y hábitos, la virtud tiene que pertenecer a una de ellas. Entiendo [...] por hábitos [héxeis, plural] aquello en virtud de lo cual nos comportamos bien o mal respecto de las pasiones; por ejemplo, respecto de la ira nos comportamos mal si nuestra actitud es desmesurada o lacia, y bien si obramos con mesura; y lo mismo con las demás. [...]
Pero es menester decir no sólo qué es un hábito [héxis], sino además de qué clase. Hay que decir, pues, que toda virtud perfecciona la condición de aquello de lo cual es virtud y hace que ejecute bien su operación; por ejemplo, la excelencia del ojo hace bueno al ojo y su función (pues vemos bien por la excelencia del ojo); asimismo la excelencia del caballo hace bueno al caballo y lo capacita para correr, para llevar al jinete y para afrontar a los enemigos. Si esto es así en todos los casos, la virtud del hombre será también el hábito por el cual el hombre se hace bueno y por el cual ejecuta bien su función propia.
Por eso muestra cómo toca a esta materia tratar de las virtudes, y hace dos géneros de virtudes según las dos partes con que el alma obra: virtudes morales, que son hábitos de la voluntad, y virtudes contemplativas, que tocan al entendimiento, y de esta manera da fin al primer libro, dejando para los otros el tratar de las virtudes. Las virtudes morales se alcanzan obrando, y las contemplativas aprendiendo; cómo las virtudes morales son medios entre exceso y defecto, y la materia en qué consisten son deleites y tristezas. Demuestra cómo los actos antes de alcanzar hábito son imperfectos. Pone la definición de la virtud. Propone cómo en semejantes ejercicios hay dos maneras de contrarios: extremo con extremo, y cada extremo con el medio. Da por consejo que nos arrimemos al extremo que más fuere semejante al medio, para más fácilmente alcanzar el medio que buscamos. Las virtudes intelectuales, dedicadas a perfeccionar el conocimiento, y las virtudes morales que perfeccionan la forma de ser de cada
persona. Entre las virtudes intelectuales se encuentra la prudencia, virtud de gran importancia para Aristóteles en la vida práctica. Son órdenes que benefician el logro de la verdad; b) la verdad propia de la parte calculadora es la verdad acorde con el deseo recto. Aristóteles especifica cinco virtudes intelectuales: intelecto, sabiduría, ciencia, arte o técnica y prudencia. Define además la ciencia por ser necesaria y demostrativa. Las virtudes intelectuales suman cinco: el arte, la ciencia, la prudencia, la sabiduría y el intelecto. La ciencia se puede definir como necesaria y eterna, no puede ser de otra manera. Toda ciencia debe ser enseñada y, por tanto, todo lo que conlleva debe ser aprendido. Para ello se pueden utilizar distintos métodos como el silogismo y la inducción, lo que significa que la ciencia es demostrativa.
La virtud es una disposición habitual y firme para hacer el bien.
Hay dos clases de virtudes: las virtudes teologales y las virtudes humanas o morales.
LAS VIRTUDES TEOLOGALES
1. FE ...La fe es la virtud teologal por la cual creemos en Dios, en todo lo que El nos ha revelado y que la Santa Iglesia nos enseña como objeto de fe.
2. ESPERANZA...La esperanza es la virtud teologal por la cual deseamos y esperamos de Dios, con una firme confianza, la vida eterna y las gracias para merecerla, porque Dios nos lo ha prometido.
3. CARIDAD...La caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios, con el amor filial y fraterno que Cristo nos ha mandado.
Las Virtudes Cardinales
Virtud es una propensión, facilidad y prontitud para conocer y obrar el bien. Se llaman cardinales las que son el principio y el fundamento de las demás virtudes.
Las cuatro virtudes cardinales son:
1. PRUDENCIA. Nos hace conocer y practicar los medios mas conducentes para obrar el bien.
2. JUSTICIA. Hace que demos a cada uno lo suyo y lo que le corresponde.
3. FORTALEZA. Nos da valor para amar y servir a Dios con fidelidad.
4. TEMPLANZA. Hace que frenemos las pasiones bajas . Hace que frenemos las pasiones bajas
VIRTUDES HUMANAS
I.- Perseverancia.
Al decir perseverancia nos referimos al camino que se tiene que llevar para lograr un objetivo bien fundamentado, sin darnos por vencidos a la mitad del trayecto.
En esta virtud, yo quisiera tan sólo explicar los “extremos” que la delimitan. Yo pienso que está muy simple y fácil de entender, es sólo cuestión de sentido común.
Si nos vamos a la definición, la primera parte nos dice, que es el camino que se tiene que llevar para lograr un objetivo. Lógicamente, si nos proponemos algo y a medio camino nos damos cuenta que ese fin que buscamos no es el correcto, o tal vez el mejor, pues tenemos la obligación de reconocer nuestro error y trabajar hacia donde se debe; y por el otro lado, no es una norma llevarlo a cabo a como dé lugar. “Es de sabios rectificar”. Y por último, quisiera decir, que hay que saber en qué perseverar, hay prioridades, no irnos hacia los extremos en lo que es la educación y formación de la persona. Porque, por un lado podemos tener a un niño que simplemente no persevera en nada, y por el otro a uno que puede obsesionarse con esta virtud, poco común, pero puede pasar. Hay que buscar y encontrar el justo medio.
II.- Orden.
Se puede definir como aquella distribución, no sólo material, sino también espiritual de la persona. Esta virtud, como todas las demás, debe cultivarse, sin llegar a ser obsesivos, cayendo en el otro lado.
Es importantísimo aprender a que se dé por sí sola, sin tener que estar llamándonos la atención para hacer las cosas como deben de ser. Yo pienso que materialmente, también entra la educación, y la educación a final de cuentas es formación, y la
...