La Chica Que Soñaba Con Un Cerillo Y Un Galón De Gasolina
Enviado por wiwo5 • 18 de Junio de 2012 • 718 Palabras (3 Páginas) • 853 Visitas
La chica que soñaba con un cerrillo y un galón de gasolina
Después de haber leído los hombres que no amaban a las mujeres opte por seguir leyendo la gran trilogía que capto enormemente mi atención, los libros de Stieg Larsson no sólo me gusta la forma en que redacta cada uno de ellos y la forma en que se desenvuelven los personajes en cada historia, sino que es una gran motivación saber que murió prematuramente prematuramente, sin saborear el dulce éxito.
Es claro que cada lector tiene el derecho de amar o defenestrar los libros que le pegue la gana. Lo lamentable son los prejuicios en torno a las obras que están en las lista de más vendidas sólo por el hecho de estarlo, o que están inscritas en subgéneros narrativos considerados por algunos como menores. Lo más sensato, me parece, es acudir a los libros con el ánimo despejado, sin poses intelectuales que no hacen sino nublar el juicio y arruinar el placer posible.
La chica que soñaba con un cerillo y un galón de gasolina es el segundo tomo de una trilogía que arrancó con Los hombres que no amaban a las mujeres y cerró con La reina en el palacio de las corrientes de aire. Del primer tomo se puede decir que, a pesar de tener como centro un misterio que los protagonistas, Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist, deberán desentrañar conforme avance la novela, va mucho más allá de la revelación final: el autor nos presenta personajes creíbles y complejos, sobre todo Lisbeth, con conflictos existenciales que rebasan por mucho el caso a resolver, pero que de cierto modo están ligados a él. Este primer tomo lleva a cabo una cruzada contra esos hombres que odian a las mujeres y las golpean, torturan y matan por el solo hecho de serlo. No se conforma el libro con presentar a esos sujetos como malos sin fisuras, sino que los desnuda revelando sus motivos secretos, sus carencias, sus apetencias inconfesables.
Al principio de este segundo tomo, Lisbeth Salander y Mikael Blomvkvist están distanciados: mientras que ella ha ido a parar a una pequeña isla del Caribe donde vacaciona, él, en pleno auge del periódico del que es socio, Millenium, se ocupa de un proyecto: una investigación sobre tráfico de blancas que un periodista llamado Dav Svensson le ha propuesto publicar en forma de libro bajo el auspicio del Millenium.
Pronto los destinos de ambos protagonistas volverán a trenzarse. Nuevamente se verán involucrados en un misterio que hay que resolver y que, como en el primer tomo, sacará a la luz la mugre que varias poderosas figuras habrán intentado ocultar por todos los medios. La diferencia con Los hombres no amaban a las mujeres es que esta vez Lisbeth Salander no sólo fungirá como investigadora, sino también como chivo expiatorio y víctima. Para Mikael, resolver el caso no sólo será un reto periodístico o un compromiso con la justicia, sino que estarán de por medio los sentimientos que lo unen a su amiga,
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