La Conciencia

LA CONCIENCIA

Nuestra conciencia, siempre ha jugado un papel determinante en todas nuestras áreas de acción, es ella la que nos permite interactuar con nuestro medio, es también la más relevante, pero a quien muchas veces se le presta menos atención, debemos saber que la conciencia es como un pequeño timón de un gran barco, este sencillo timón, tiene la no fácil tarea de dirigir correctamente a este barco por la ruta adecuada.

Como personas, nacemos con la conciencia, encriptado en nuestras mentes, que está ahí en nuestros primeros respiros, pero que con el paso del tiempo vamos desarrollando y mejorando en los mejores casos, a la conciencia se le atribuyen los conocimientos de las cosas que nos rodean, por eso la expresión, “eres consciente de lo que hiciste, viste, oíste”. Lo que traduce esto, es que hemos sido expuestos ante un conocimiento general, que ha desarrollado la humanidad a lo largo de su historia, pero esto no implica certeramente que sea toda la verdad o todo lo que haya que hacer.

Cuando hablamos da la conciencia como medio de ser seres presenciales de los acontecimientos, nos debemos trasladar a la imagen de que estamos frente a cientos de situaciones diariamente, nuestra mente y sentidos están expuestos a constantes cambios que nos abren a nuevos mundos, donde nuestros sentidos son los más grandes receptores de información y los traduce en comportamientos, que harán parte sin ninguna duda, de lo ya existentes.

La conciencia cuando es desarrollada de manera correcta convierte al ser humano en un individuo único de características, el cual es perceptivo y autónomo, ya que tiene las herramientas y cultiva los conocimientos necesarios para un desarrollo adecuado a su entorno, la conciencia es la que nos impide actuar de formas incorrectas. A esto se le conoce como conciencia recta, ya que como una balanza sostiene el equilibrio de los sentimientos y las acciones, lo que se traduce en hechos contundentes. Un ser conciente de su vida y su alrededor, tiene un amplio panorama, puede cuidar de sí mismo y de otros tiene la libertad, y la autonomía de elegir de manera limpia cada uno de sus actos, sin comprometer la existencia del otro, el mundo del otro.

Es necesario, decir que en nuestra actualidad, estamos llenos de trastornos en todos los sentidos, la cultura actual nos ha empujado hacia un abismo y ha invertido los valores y los principios fundamentales, atacando las normas mínimas de convivencia social, esto nos lleva a darnos cuenta de que desarrollar la conciencia, es mirarnos en el espejo interior y exterior y sopesar nuestra vida. Es innegable que hay hechos y situaciones que están fuera de nuestro control y nos sentimos a la deriva, pero el sentirnos parte de algo debe impulsarnos en mejorar, debe levantar el deseo de adquirir e inquirir una interpretación de nuestro entorno, se debe interactuar con el mundo presente debemos estar atentos a los estímulos internos y externos que representan nuestra realidad.

Es pues la conciencia un “ser” y un “estar”, definidos y delineados por el conocimiento de quien soy, de cuáles son mis capacidades, del mundo en el cual habito, de las personas con las que habito, la conciencia es igual en todos, pero su desarrollo depende enteramente de nuestra voluntad, de mirar más dentro de nosotros de estar vigilantes de cómo somos, de lo que hacemos, recordando que es la conciencia la que nos permite estar en un mundo que a pesar de ser difícil no es inhabitable.

Nunca antes en la historia del mundo, nos habíamos enfrentado a tan oscura situación como la de hoy, es necesario mirar que a pesar de ser este el siglo más avanzado en prácticamente todos los aspectos, tenemos las comunicaciones más adelantadas, la tecnología mejor desarrollada, la

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