La Mente En Relación A Lo Real.
Enviado por AlasAzules • 9 de Abril de 2013 • 2.955 Palabras (12 Páginas) • 382 Visitas
LA MENTE EN RELACIÓN A LO REAL
KELLY JOHANNA RODRÍGUEZ SARMIENTO
Introducción: Con este trabajo se pretende indagar en uno de los cuestionamientos que tal vez a muchos les ha inquietado por años. Mostraré, en primer lugar, la razón que me ha llevado a esto tratando de una forma posible llegar al lector. En seguida, la mente entrará en juego, donde daré mi punto de vista frente al trabajo de Dennett. Luego optaré por criticar el trabajo de David Chalmers en referencia a la realidad. Y por último, sin olvidar el tema central, cuestionaré al fin la mente en relación a lo real, llegando así a las conclusiones que en su momento explicaré. Sin más preámbulo, comencemos.
Mis razones, mis cuestiones: ¿Realidad o mera creación del sueño?
Cuestionada durante años, siglos, la realidad se muestra como un bocado que de alguna forma vivimos, lo ideal sería pues, entender de qué trata dicho bocado, ¿a qué sabe la verdad? Y por qué se nos sirve a nosotros de maneras que permite por un lado la extracción de tanto conocimiento o por otro la creación de tantos cuestionamientos. De dónde proviene la veracidad de la existencia de las cosas, que código o cualidad tiene lo que llamamos real. Es acaso el entorno la realidad y no una creación de algo más, quizá el reflejo de lo que en verdad es real, pues, tal vez, la realidad se encuentre en un mundo más allá de este, como dice Platón en el famoso Mito de la caverna:
“…En los últimos límites del mundo inteligible está la idea del bien, que se percibe con dificultad; pero una vez percibida no se puede menos de sacar la consecuencia de que ella es la causa primera de todo lo que hay de bello y de bueno en el universo; que, en este mundo visible; ella es la que produce la luz y el astro de que ésta procede directamente; que en el mundo invisible engendra la verdad y la inteligencia; y en fin, que ha de tener fijos los ojos en esta idea el que quiera conducirse sabiamente en la vida pública y en la privada.” [1]
Y si por el contrario, identificamos la realidad a través de un medio netamente físico siendo guiados por nuestros cuerpos entre un mundo de conocimientos empíricos. Aunque, claro está que existirían tantos vacíos inexplicables donde nos vemos limitados por la misma condición mundana. Así que, ¿Cómo saber si la realidad consta de lo que el mundo cree? ¿Y si no es así? ¿Qué pasaría si un día te levantas y te das cuenta que el mundo no es como pensabas?
La realidad se constituye de una esencia que aún no ha sido definida, se podría decir que es todo lo que se percibe con nuestros sentidos o por otra parte, afirmar que es un mundo que sólo una capacidad extrasensorial podría contemplar. ¿Cuál sería cierta? Se ha visto como en el mundo físico aún existen misterios por descubrir y lagunas que resolver, dudas tan complejas que las leyes, las ciencias o la palabra no pueden explicar; surgen las paradojas, las contradicciones, lo infinito e inconcluso, y ¿de dónde aparecen? Además, al intentar ver lo que es real las equivocaciones son prontas, pues, no es seguro que todas aquellas teorías relacionadas sean verdaderas por el hecho que fueron analizadas por un mecanismo que quizá sea capaz de manipular, ser manipulado o simplemente seguir un proceso por evolución. Una herramienta que ha llevado a ideas tan “razonables” como a otras tan “absurdas”, trayendo consigo grandes conflictos entre algo que llamamos hombre, junto al conocimiento y en relación, la mente. He ahí el dilema que hoy vengo a exponer, ¿cómo identificar la realidad si aún discutimos la naturaleza de lo que nos ayudaría a entender, es decir, la mente?
El juego de la mente:
La mente aparece como un resultado de la evolución, desde el animal que realiza cualquier actividad en forma mecánica, basado en instintos, reconociendo entornos, incluso creando planes de supervivencia; hasta el hombre que aparte de ello, también manipula la información y crea códigos para compartirla, llegando al punto de ser capaz de controlar su propio desarrollo mediante modos que sólo el ser humano podrá comprender. Mas no por ello somos nuestros creadores, es así como Dennet plantea su pensamiento con tendencia al nominalismo, pues a mi parecer él dice que el ser humano está programado por un historial de experiencias y que la forma en que las toma, las analiza, las representa o las manipula es única en nuestra especie, quizá seamos seres particulares:
“…El ser humano tiene la capacidad de confeccionar símbolos/herramientas conceptuales que transmiten y que se colocan en el exterior (constituyendo lenguaje) para su posterior uso. Existe la posibilidad de que cierto tipo de criaturas skinnerianas o popperianas puedan transmitir información mediante este tipo de codificación externa (como por ejemplo el rastro de feromonas que las hormigas emplean para señalar su camino o las feromonas que contiene la orina de ciertos animales para la delimitación de su territorio), pero dicha operación se produce de modo operante y condicionado, no mediante reflexión comprensiva.
El ser humano es capaz de etiquetar las cosas, pero no de cualquier modo. Dicho etiquetado se refiere a aquello que es significativo, a aquello capaz de ser encuadrado en sistemas externos de almacenamiento de información. No es necesario que sea lenguaje…” [2]
Somos seres evolucionados y en constante desarrollo, en peligro de extinción o en busca de resultados funcionales, dando así la respuesta que ahora conocemos como mente. Entendiéndose que es simplemente una herramienta realizada para recopilar, manejar, entender e informar, tener memoria o copiar de un modo casi perfecto la información para sobrevivir en el medio que se nos impone por naturaleza, no es adaptación pues aún así somos diferentes de nuestro alrededor, sólo nuestras funciones permiten defendernos. Nuestra mente ha llegado al punto de poder interferir en nuestro propio desarrollo, mas no por ello quiere decir que nosotros lo controlamos, como he dicho no somos nuestros creadores, y sin embargo hemos logrado dar significado a cada movimiento o elección que con el tiempo se nos presenta. La mente se muestra como una estructura biológica, pues el ambiente, la genética, las costumbres y demás factores han entrado en la construcción de la misma, podemos verla como un suceso en la cadena que el universo mantiene, creada por un programador frente a un hardware (el hombre) con funciones específicas, pero no por ello limitantes.
La mente ha sido capaz de crear un gran mecanismo de comunicación mediante un código de símbolos para recopilar la información, etiquetarla y así reutilizarla en caso de ser
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