La Muerte - Filosofia

Introducción

En el trabajo a continuación presentado explicamos brevemente la muerte como problema existencialista pero no sólo damos una explicación sino, también la analizamos desde diversas culturas, también pero podemos observar que cada cultura tiene una proyección distinta del tema tratado además de que podemos observar algo en peculiar que en algunas culturas aún predominan las creencias de hace siglos mientras que en otras ya no es mismo pensamiento, el punto de vista de las civilizaciones hacia la muerte, ha sido directamente afectada por la religión que esta tenga, ya que se necesita de una creencia de espiritualidad para llegar a formar rituales para pasar a los muertos a un estado de paz.

La Muerte como Problema Existencial

El Tiempo Histórico y su Seriedad

Si hay algo de lo que primeramente la humanidad se dio cuenta, es de la muerte, sea cual sea la concepción que de esta se tenga, la muerte es segura y, de hecho es una de las evidencias arqueológicas más clara en que casi todas las culturas, con ritos modos y costumbres, han enterrado a sus muertos, a través del tiempo, las civilizaciones humanas han manifestado una gran preocupación hacia el tema de la muerte, los diferentes ritos o costumbres funerarias, son acciones que son exclusivas del ser humano, estas prácticas están vinculadas a las creencias religiosas sobre el significado de la muerte y las creencias de la existencia de una vida luego de la muerte.

El simbolismo que cada pueblo le da, o le ha dado a sus muertos nos permite comprender su forma de vivir, y como ellos concebían la vida. Se ha concebido la muerte como un problema existencial debido a que este es un concepto que a la vez genera miedo y respeto, ya que es algo desconocido, es un espacio, un lugar que no se puede conocer entre los vivos, por esta razón la necesidad humana de crear percepciones acerca de esa “realidad” que se debe enfrentar después de la muerte, y más aún cuando se considera que es una eternidad la que se debe pasar en “el más allá”.

La vida, desde el punto de vista existencial, es el ser auténtico y absoluto, es determinante, la raíz de todo ente que no depende de ninguna otra cosa; y la muerte es el gran interrogante que nadie puede resolver. En la vida según la lógica de Parménides de Elea, dice que “existen estructuras contradictorias que culminan en la contradicción entre el Ser y la nada; o sea que en la vida siempre está presente el fantasma de la nada” entendiendo con esto que la vida esta edificada desde cierto punto de vista opuesta o contradictoriamente debido a que llega entre el ser y la nada haciendo referencia siempre a la muerte, o sea llega entre la vida y la muerte

La muerte desde el puntos de vista de los diferentes pueblos o civilizaciones que han existido a lo largo de la historia del ser humano son muy diversas, las primeras prácticas o ritos funerarios de los que se tiene registro y evidencias, provienen del hombre Neandertal, que pintaba a sus muertos con color ocre rojo y los adornaba con objetos como amuletos religiosos.

Los egipcios por otra parte, tenían una idea de una vida luego de la muerte, la cual consistía en una separación de lo material con lo espiritual del cuerpo, pero a la vez suponían que el alma necesitaba conservación del cadáver para poder sobrevivir. Complicados ritos aseguraban una vida de ultratumba, momificando cadáveres y depositándolos en tumbas monumentales; al principio siendo un ritual único y especial del faraón, se fue extendiendo a otras personas; las tumbas jugaban un papel de primer orden en la antigua civilización egipcia.

Para los griegos era un deber ineludible enterrar a sus muertos, ya que con esto las almas de los no sepultados y de los que no recibieran los ritos funerarios, estaban condenados a vagar eternamente sobre la tierra. Cuando fallecía un familiar, le ponían un óbolo en la boca o en los ojos, para pagar a Caronte, para que los cruzara del rio de la muerte, luego lo lavaban, lo ungían con bálsamos perfumados y lo coronaban con flores, para después amortajarlo con sus mejores ropas todo esto públicamente; al siguiente día el difunto era llevado a hombros por familiares al cementerio, luego se procedía a la inhumación que consistía en depositar el cuerpo sobre un lecho de hojas, al lado del cuerpo se dejaba una gran cantidad de las riquezas poseídas del finado, para que este pudiese seguir gozando de sus cosas aun después de muerto. Los griegos consideraban que los muertos vivían en el infierno o Hades.

Para los romanos, el sepelio de sus difuntos tenía ciertas peculiaridades, para el antiguo imperio, los muertos seguían formando parte de la sociedad, mediante las honras fúnebres, recibían una nueva residencia, pero siempre dentro de la sociedad; a veces se optaba por incinerar el cadáver, en otras simplemente se le inhumana, estos ritos de entierro son muy similares a los griegos aunque la pompa de las exequias es ampliamente mayor en los romanos, la inhumación en la necrópolis en los primeros tiempos, fue más popular, esta fue reemplazada en popularidad por la cremación en el primer y segundo siglo del imperio y luego la inhumación volvió a aparecer cuando aumentó la población cristiana ya más cerca hacia la caída del imperio.

Las familias más adineradas contrataban organizadores que se encargaban de armar el cortejo, los cuales se encargaban de traer desde músicos que iban delante de las exequias hasta "lloradores" para mostrar al muerto como un ser grande, llorado y reverenciado por otros. Dependiendo de lo ilustre del difunto la exhibición de este al público podía durar hasta una semana. Los músicos que marchaban delante del cortejo lo hacían entonando temas fúnebres.

Para los budistas la muerte no es más que verlo de una manera simbólica ya que ellos creen que al morir solo cambian de cuerpo como comúnmente se le conoce “la reencarnación”. Y dicha reencarnación puede ser buena o mal y esto depende de cuánto actos buenos o malos haya realizado la persona en su vida anterior a lo que le llaman ellos el Karma. Morir en la tradición de India es el inicio de un ciclo de reencarnaciones. Para conmemorarlo

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