La Muerte

L a muerte

Es una cuestión tanto inquietante como inevitable, según Epicuro nada, según Platón otra vida. La muerte es lo único que nos sucederá con plena seguridad, la única que nos acechará, está con nosotros aún más que nuestra propia sombra, es el punto en común de la humanidad completa; es parte de la esencia humana. Lo anterior significa que la muerte hace parte de la vida, para vivir hay que morir; pero el misterio y la incertidumbre que el concepto de muerte causa siguen latentes en el pensamiento humano tanto como el sentir. Nos preguntamos qué es la muerte, y para dar respuesta a esta incógnita, surgieron tres puntos de vista.

Como ya fue dicho anteriormente, para Epicuro la muerte es NADA; pensamiento en el cual ateos y filósofos materialistas fijan sus bases e ideas en lo referente a este tema; pero entonces si la muerte no es más que nada, porqué causa tanto revuelo entre nosotros, porqué es más fácil afrontarla que aceptarla. La respuesta está en la necesidad que tenemos de solucionar las dudas que nos invaden, ya que la curiosidad logra que trascendamos hasta hallar lo que buscamos.

Por otro lado nos encontramos con Platón, quien afirma que la muerte es otra vida, la separación de alma y cuerpo, el paso a una “vida” más auténtica, pura, libre. Este punto de vista se convirtió en el pilar tanto de filósofos espiritualistas como para la religión, ya que esta otra vida está directamente relacionada con la idea de un Dios existente que nos ofrece su reino y salvación. De esta afirmación planteada por Platón se puede inferir que sólo y únicamente muriendo se conoce lo que hay después de la muerte, si es que lo hay. Por esta razón éste mismo filósofo escribe que los verdaderos filósofos ya han muerto, y no existe manera alguna para que compartan su conocimiento, puesto que en lo que concierne a la muerte, su característica de irreversibilidad es la única comprobada y valedera.

La ignorancia es el llamado “punto medio” entre los pensamientos ya nombrados en el debate de la idea de muerte, admite la posible fragilidad que poseen las ideas de muerte ya planteadas. Es una posición que brinda espacio para la duda en lo referente a esta idea, nos permite tener un poco mas de tranquilidad ante el pensamiento sobre la muerte, sin dejar de lado el cuestionamiento que nos acompañará hasta que lleguemos a una etapa de nuestra vida denominada muerte.

Para concluir, es probable que el misterio de la muerte sea resuelto cuando deje de ser una idea metafísica, cuando aceptemos que es una etapa de la vida (para vivir hay que morir), cuando el momento de conocerla nos llegue, y en su debido tiempo todos aquellos que intentaron definirla tal vez se den cuenta de que el cuestionamiento engorroso en cuanto a ésta, fue sólo una manera de saciar el profundo deseo de conocer todo (deseo que frustra) y encontrar una verdad que juega bajo sus propias reglas

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