La Muerte
Enviado por ricardounix • 19 de Junio de 2013 • 1.627 Palabras (7 Páginas) • 290 Visitas
Índice:
Portada………………………………………………………1
Índice…………………………………………………………2
definición de muerte………………………………….3
La muerte para los mexicanos…………………….3
Sócrates y la muerte…………………………………..4
Reflexión……………………………………………………4
El suicidio…………………………………………………..5
El budismo…………………………………………………5
Los mayas…………………………………………………..5
La muerte En Egipto…………………………..........6
Conclucion………………………………………………….6
La muerte:
El concepto de muerte, de todas las maneras, ha variado a lo largo de la historia. En la antigüedad se consideraba que la muerte, tenía lugar cuando el corazón dejaba de latir y el ser vivo ya no respiraba. Con el avance de la ciencia, la muerte pasó a entenderse como un proceso que, a partir de un cierto momento, se vuelve irreversible.
En la actualidad, una persona puede haber dejado de respirar por sus propios medios y, sin embargo, seguir con vida a través de un respirador artificial.
La muerte es un tema extremadamente tabú en esta sociedad del SXXI, más allá de que sea un fenómeno (más que fenómeno, un hecho), que nos compete y nos llega a todos por diferentes caminos.
En primer lugar debemos ser conscientes de que la muerte es un absoluto misterio (cuasi incomprensible de carácter irracional), pues nadie ha regresado del "más allá" para referírnoslo. Todo lo que contamos es con lo que se denomina "experiencias cercanas a la muerte", las cuales nos sirven de referencia pero no permiten de ninguna manera entenderla ni saber qué es lo que nos atañe luego de este "desvanecimiento del cuerpo".
La muerte para los mexicanos:
Ante la creencia de que los muertos “regresan” cada año, los mexicanos nos preparamos con coloridas ofrendas para halagarlos. Conoce los elementos que han dado vida a esta bella tradición.
En México, el fenómeno de la muerte ha traído un conjunto de creencias, ritos y tradiciones. Actualmente, y sobre todo en las regiones rurales y semiurbanas, aún se siguen realizando ceremonias para el Día de Muertos. Se elaboran y adornan bellos altares en los hogares y se llevan ofrendas a las tumbas en los cementerios.
Con el advenimiento de la cultura occidental empezaron a conjugarse las antiguas creencias con la idea de una vida posterior, una transmutación del alma de los finados que esperaría el Día del juicio final, mientras sus despojos mortales permanecerían en las tumbas. De ahí surge la práctica del entierro en sepulcros que es, a su vez, una tradición que tiene origen en la época de las catacumbas.
En un inicio, los mexicanos sepultaron a los difuntos en tumbas en el interior y en los atrios de las iglesias. Una muestra palpable de estos enterramientos puede observarse, profusamente, en los costados de la nave mayor de la catedral de Mérida, Yucatán. En el piso se encuentra una multitud de lápidas de mármol y ónix con la identificación de las personas ahí enterradas. Esta costumbre llegó a considerarse insana, por lo que se le prohibió durante el régimen juarista, dando origen a los cementerios civiles.
En el cristianismo, los sepulcros han sido concebidos como lugares de tránsito donde los restos mortales esperan pacientemente el Día del juicio final. Es por ello que las tumbas han sido revestidas de variadas formas artísticas (escultura, epitafios con diversas formas literarias, pintura, entre otras) que conllevan un simbolismo respecto al fenómeno de la muerte y sobre el destino final del alma de los finados.
Este arte tumbal ha evolucionado. De formas un tanto paganas (columnas y obeliscos rotos, árboles -sauces- y ramas tronchadas, urnas cinerarias, dolientes, calaveras) se pasó a la profusión de ángeles y almas, cruces y problemas de redención. El apogeo del arte escultórico y literario referente a este tema se dio en los cementerios del país desde mediados del siglo pasado hasta las primeras décadas del presente. Actualmente se dan sólo casos aislados, debido a que los enterramientos se han estandarizado y empobrecido en cuanto a expresiones plásticas.
Estas representaciones tienen un valor estético, pero son también formas testimoniales que nos remiten al cuerpo de ideas y creencias de los grupos sociales que las produjeron.
Sócrates y la Muerte
El temor a la muerte, señores, no es otra cosa que considerarse sabio sin serlo, ya que es creer saber sobre aquello que no se sabe. Quizá la muerte sea la mayor bendición del ser humano, nadie lo sabe, y sin embargo todo el mundo le teme como si supiera con absoluta certeza que es el peor de los males.
La religión
Según la religión cristiana de mormona, el espíritu que abandona el cuerpo es semejante en apariencia al que deja en estado carnal, pero en su forma más joven. Los conocimientos adquiridos, la apariencia física se conservan pero en un estado de perfección intangible para este mundo y más puro.
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