La Superestructura del Bloque Histórico

Juan José Aldasoro

La Superestructura del Bloque Histórico

Gramsci expone que el carácter de las sociedades se erige en una superestructura constituida por la sociedad civil y la sociedad política. Estas, forman parte de un bloque histórico dominado por una “hegemonía progresiva”, la cual permite el desarrollo de la convivencia y transformación de un Estado. Gramsci señala a la sociedad civil como el conjunto de grupos que corresponden a la función hegemónica que el grupo dominante ejerce en toda la sociedad.  

La sociedad civil según Gramsci abarca tres dimensiones diferentes que constituyen diferentes niveles de permeabilidad ideológica en las diferentes esferas de la vida social. La primera dimensión, puede entenderse como la ideología que se desprende de la clase dirigente y origina instituciones. En la segunda dimensión, la ideología de la clase dominante, se articula con las capas sociales como la religión y finalmente se crea el direccionamiento de la sociedad impulsada por la ideología. Desde la perspectiva de Gramsci, la ideología es una concepción del mundo que se manifiesta en las diversas esferas de la vida social, tanto intelectual como colectiva. La ideología se propaga por las esferas a través de una articulación compleja de la sociedad civil donde se esta definiendo y redefiniendo la configuración de lo social.

En cambio, la sociedad política reproduce los mecanismos de la coerción, la conservación, por la violencia monopólica, del orden establecido. La coerción se logra a través de una serie de tecnologías que establecen un marco jurídico que regulan la conducta para mantener la convivencia dentro del Estado. El derecho es el aspecto represivo y negativo de toda actividad positiva de formación civil desplegada por el Estado.

El uso de la coerción se define entonces por las situaciones en donde es utilizada. Gramsci, distingue dos:

1) El control de los grupos sociales que no consienten con la dirección de la clase fundamental.

2) Periodos de crisis orgánica, cuando la clase dirigente pierde el control de la sociedad civil y se apoya sobre la sociedad política para intentar mantener su dominación.

En ambos casos, la sociedad política se apoya en el aparato del Estado, entendido este como “la tutela del orden público y el respeto a las reglas”. Esta función coercitiva, se ejerce a través de una organización bien definida, llamada burocracia.

Opinión:

Resulta fascinante el concepto gramsciano de hegemonía, pues esta en si no es un mecanismo de dominación, pues permite que se genere una convivencia dentro del Estado con la posibilidad que se pueda reconfigurar por fuerzas progresivas. Sin embargo, cuando la sociedad política se sobrepone a la sociedad civil, se deshabilita la articulación de las diversas esferas sociales, produciendo así una dictadura.  Esta reflexión, resulta inquietante debido a todos los movimientos autoritarios surgentes que se construyen a partir de un discurso circundante a la “estadolatría” descrita por Gramsci. El discurso de López Obrador parece ser que aboga por un reutilizamiento de los dispositivos autoritarios que ponen en peligro la articulación de la sociedad civil.

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