Bloque Historico

El bloque histórico

Antonio Gramsci define al bloque histórico como aquel constituido por dos esferas, siendo que a un cierto modo de producción corresponde una estructura social determinada en la que domina una clase fundamental. Será esta clase quien desarrollará progresivamente y por medio de la especialización de sus actividades una superestructura diferenciada que le brindará tanto homogeneidad hacia su interior y conciencia de su propia función como la dirección política o hegemonía sobre las otras clases.

Esta dirección de la sociedad es ejercida por una capa que se encuentra orgánicamente ligada a la clase dirigente: los intelectuales orgánicos. Elaborando la ideología de la clase dominante y transformándola en una concepción del mundo que impregna a todo el cuerpo social, los intelectuales orgánicos conforman y administran el complejo superestructural estableciendo una unión del mismo con la estructura; constituyendo de esta manera al bloque histórico.

En particular, Gramsci supera interpretaciones marxistas sobre el Estado que ubican a éste como epifenómeno (fenómeno accesorio que acompaña al fenómeno principal y que no tiene influencia sobre él) o como instrumento neutral susceptible de usarse por cualquier clase social. En el contexto del bloque histórico, el Estado no sólo es un aparato de dominación de una clase por otra, sino que refleja la síntesis coerción-consenso y la síntesis hegemonía-dominación que caracterizan el ejercicio del poder político.

La ruptura que se produce entre la estructura (la estructura Económica de la sociedad. Siendo esta la base de la estructura social) y la superestructura (instituciones jurídico -políticas, corrientes filosóficas, artísticas y la estructura ideológica) es una crisis orgánica. Esta crisis es una lucha entre las pretensiones de los desposeídos y los ricos. Esta crisis se manifiesta entre la resistencia de lo viejo por extinguirse y la lucha de lo nuevo por emerger, por brotar, por salir a la superficie.

En palabras de Gramsci: “La crisis consiste en que muere lo viejo sin que pueda nacer lo nuevo”.

Cuando un sistema deja de cumplir los objetivos para los cuales fue creado confronta problemas. Cuando la clase dirigente ya no cumple su función, que se manifiesta en el ámbito económico y cultural, entonces se produce una ruptura y la ideología que sustenta al sistema y permite la hegemonía, se pierde.

Las crisis son impredecibles. No tienen un comienzo ni un fin determinado y pueden evolucionar e involucionar de acuerdo a las condiciones objetivas y subjetivas.

Gramsci advierte que debido a que el pueblo ha estado sometido diariamente a la ideología de la oligarquía, es imposible pensar que una nueva cultura, una nueva visión del mundo, surja de manera espontánea. Se necesita un arduo trabajo de organización y esto sólo es posible a través

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