EL BLOQUE HISTORICO SEGÚN GRAMSCI
Enviado por 12sept1997 • 1 de Septiembre de 2014 • 1.702 Palabras (7 Páginas) • 524 Visitas
“GRAMSCI Y EL CONCEPTO DEL BLOQUE HISTÓRICO”
Antonio Gramsci
Se caracterizó por ser un novedoso filósofo, político y militante fundador del partido comunista italiano, enfrentó el fascismo con gran empeño, lo que lo llevo a estar preso los últimos diez años de su vida, sin que esto mermara su trabajo intelectual, por lo que continuó fiel a su actuar, aportando planteamientos novedosos al marxismo e iniciativas de organización al movimiento comunista de su país y de Europa.
Su pensamiento filosófico-político, se centra en su convicción de que los hombres hacen la historia
a la vez que son productos de ella.
Su teoría central es el análisis de las relaciones entra la estructura socioeconómica y la superestructura jurídica política, que forman un BLOQUE HISTÓRICO, en el cual el Estado no es solo un aparato de dominación de una clase por otra, sino que refleja la síntesis coerción-concenso y la síntesis hegemonía-dominación que caracteriza el ejercicio del poder político.
FILOSOFÍA, IDEOLOGÍA, HISTORIA Y POLÍTICA
Dentro de su perspectiva, la filosofía es una concepción del mundo históricamente determinada que se manifiesta mediante la acción política, misma que no solo es de los filósofos profesionales, sino también la que se arraiga en el sentido común, la religión y el flolklore. En este sentido se funden filosofía, historia y política, estudiando la ideología en la concepción del mundo que se manifiesta en el arte, en el derecho, en la actividad económica, en todas las manifestaciones de la vida individual y colectiva.
Señala que la filosofía de una época histórica es la historia misma de dicha época; precisando que no es otra cosa que la masa de las variaciones que el grupo dirigente ha logrado determinar en la realidad precedente: historia y filosofía son inseparables en ese sentido, de aquí parte que ambas forman un bloque.
Estas ideas se basan en el principio de que todos los hombres son filósofos, es decir, como seres racionales y como seres sociales. Pero existe cierta jerarquía; los filósofos profesionales se diferencian de los demás hombres en que piensan con más homogeneidad, coherencia, logicidad, entre otras peculiaridades. Los hombres corrientes piensan con base en el sentido común.
Derivado de que la concepción del mundo es pensamiento y acción, ésta se asume por un acto político, libre o autoritario, dependiendo de las condiciones históricas de un momento determinado. Por esto, cuando a nivel social el pensar y el obrar no coinciden, la concepción del mundo se manifiesta en palabras pero no rige la vida práctica, actualmente contamos una ideología dominante, representada por que un grupo social tiene su propia concepción del mundo, aunque embrionaria, que se manifiesta en la acción, y que cuando raramente se mueve como un todo orgánico, por razones de sumisión y subordinación intelectual, toma en préstamo una concepción que no es suya, una concepción de otro grupo social, la afirma de palabra y cree seguirla, es porque la sigue en tiempos normales, es decir, cuando la conducta no es independiente y autónoma, sino precisamente sometida y subordinada.
LA FILOSOFÍA DE LA PRAXIS
Este tipo de pensamiento filosófico, surge como una crítica a la filosofía religiosa y al mecanismo determinista, y para consolidarse en la lucha política por la hegemonía ideológica de la sociedad.
Por oposición a la filosofía religiosa, no tiende a mantener a los simples en su filosofía primitiva del sentido común, afirma la exigencia del contacto entre intelectuales y simples, no para limitar la actividad científica y mantener la unidad al bajo nivel de las masas sino para construir un bloque intelectual-moral que haga posible un progreso intelectual a nivel global y no sólo para pocos intelectuales.
Con esta filosofía, se supera la separación entre pensar y obrar característico en la filosofía religiosa, considera tanto la historia de la filosofía como la historia de la vida material de la sociedad procediendo mediante el análisis no departamentalizado de los elementos económicos, sociales, culturales y políticos hasta lograr una concepción del mundo coherente y unitaria. Esta posición combate el positivismo en las ciencias sociales y privilegia la ciencia política como disciplina que subsume la economía, la sociología y la historia, entendiendo que la historia y la política se identifican orgánicamente.
Se establece que en oposición al mecanismo determinista, la filosofía de la praxis no acepta la pasividad de las clases subalternas, sino que propugna por la actividad, de tal modo que los hombres sean forjadores de la historia.
Asimismo, podemos observar que Gramsci destaca el carácter político-histórico de la lucha por la hegemonía ideológica y del proceso de difusión de las nuevas concepciones del mundo, proceso que se realiza por razones políticas, por lo que retorna la acción de los intelectuales en la formación de la conciencia política y la organización de las masas.
Tenemos entonces que la naturaleza de la hegemonía y la duración de una crisis orgánica dependen del carácter del bloque histórico, que determina el grado de resistencia de la superestructura ante cambios en la estructura material en la sociedad; por lo que para su comprensión se requiere una aproximación al concepto de bloque histórico.
EL BLOQUE HISTÓRICO
Se dice que el pensamiento de Gramsci en el concepto de bloque histórico se centra en el estudio sobre la sociedad civil y la sociedad política; el vínculo entre la superestructura y la estructura y el concepto de hegemonía, por lo que abunda en estos temas:
Sociedad Civil
Gramsci la define como el complejo superestructural de las organizaciones
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