La Vaca
Enviado por • 21 de Agosto de 2014 • Síntesis • 6.766 Palabras (28 Páginas) • 255 Visitas
La Vaca Una Metáfora sobre como vencer el conformismo y la mediocridad Por: Camilo Cruz, Ph.D PrólogoDebo confesar que esta historia de la vaca la escuché por primera vez en un vuelo deNueva York a Buenos Aires, de una encantadora dama que por fortuna le correspondió elasiento del lado. Para quien nunca ha realizado este vuelo, quiero decirle que duraaproximadamente nueve horas y sale cerca de las nueve de la noche; así que a eso de lamedia noche hasta ahora estás terminando de cenar.En estos vuelos tan largos, generalmente terminas hablando con la persona que tienes a tulado, para tratar de acortar el tiempo de alguna manera. Así que después de hablar sobrenuestras profesiones, la familia y lo mucho que debíamos viajar, y después delacostumbrado intercambio de tarjetas de negocios, comenzamos a hablar del trabajo quenos llevaba a Argentina.Por alguna razón, cuando escuchan que eres escritor, algunas personas se inspiran paracompartir anécdotas, hablarte de sus libros favoritos, o dejarte saber la historia o el libroque más los conmovió, lo cual para mí siempre ha sido un fabuloso caudal de nuevasideas.Así que allí, en medio del confort de un moderno Boeing 777, mientras sobrevolábamosalgún lugar de la parte norte de nuestro continente, a eso de la una de la mañana, escuchépor primera vez la historia de la vaca. Debo agregar que desde aquella vez, yespecialmente desde que comencé a compartirla en mis charlas, he escuchado diferentesversiones de esta historia.Lo interesante es que cuando ella me la contó, la historia no duró más de dos o tresminutos. Sin embargo, después de haberla relatado un par de docenas de veces me hedado cuenta que cada vez se pone mejor. Es como una serie televisiva, que en cadacapítulo, aparecen nuevos personajes, la historia se alarga unos minutos más, surgennuevas enseñanzas y se torna mucho más compleja.Así que después de haberla compartido miles de personas en varios países, durante unade mis presentaciones, alguien se me acercó y me pidió si podía mandarle por e-mail lahistoria de la vaca.
Debo admitir que en aquella ocasión, me había tomado poco más de dos horas contar lahistoria. Así que decidí hacer algo mejor que enviarle un e-mail. Decidí -de una vez portodas- escribir la trágica historia de la vaca. Por supuesto, que lo que estoy presentandoaquí es mi versión de historia de la vaca. Debo advertir que todo parecido con hechos opersonajes reales es pura coincidencia (aunque totalmente intencionado).A título personal, yo creo que la historia de la vaca es sobre cómo deshacernos deaquellos hábitos y creencias que nos mantienen atados a la mediocridad. No obstante,deseo que sea el lector quien decida qué enseñanza quiere derivar de esta metáfora. Yaunque, es posible que a esta altura, aún le sea imposible entender el significado de lasiguiente afirmación, si encuentra que no aprendió nada... ¡Esa es su vaca!Capítulo uno - La historia de la vacaLa historia cuenta que un viejo maestro deseaba enseñar a uno de sus discípulos por quémuchas personas viven atadas a una vida de mediocridad y no logran superar losobstáculos que les impiden triunfar. No obstante, para el maestro, la lección másimportante que el joven discípulo podía aprender era observar lo que sucede cuandofinalmente nos liberamos de aquellas ataduras y comenzamos a utilizar nuestro verdaderopotencial.Para impartir su lección al joven aprendiz, aquella tarde el maestro había decidido visitarcon él algunos de los lugares más pobres y desolados de aquella provincia.Después de caminar un largo rato encontraron la que consideraron la más humilde detodas las viviendas.Aquella casucha a medio derrumbarse, que se encontraba en la parte más distante deaquel caserío, debía ser -sin duda- alguna la más pobre de todas. Sus paredesmilagrosamente se sostenían en pie, aunque amenazaban con derribarse en cualquiermomento; el improvisado techo dejaba filtrar el agua, y la basura y los desperdicios que seacumulaban a su alrededor daban un aspecto decrépito a la vivienda. Sin embargo, lo mássorprendente de todo era que en aquella casucha de 10 metros cuadrados pudiesen vivirocho personas. El padre, la madre, cuatro hijos y dos abuelos se las arreglaban paraacomodarse en aquel lugar.Sus viejas vestiduras y sus cuerpos sucios y malolientes eran prueba del estado deprofunda miseria reinante.Curiosamente, en medio de este estado de escasez y pobreza total, esta familia contabacon una posesión poco común en tales circunstancias: una vaca. Una flacuchenta vacaque con la escasa leche que producía, proveía a aquella familia con el poco alimento dealgún valor nutricional. Pero más importante aún, esta vaca era la única posesión materialde algún valor con que contaba aquella familia. Era lo único que los separaba de la miseriatotal.Y allí, en medio de la basura y el desorden, pasaron la noche el maestro y su novatodiscípulo. Al día siguiente, muy temprano y sin despertar a nadie, los dos viajeros se
dispusieron a continuar su camino. Salieron de la morada y antes de emprender la marcha,el anciano maestro le dijo a su discípulo: “Es hora de que aprendas la lección que hasvenido a aprender”.Sin que el joven pudiese hacer nada para evitarlo, el anciano sacó una daga que llevabaen su bolsa y degolló la pobre vaca que se encontraba atada a la puerta de la vivienda,ante los incrédulos ojos del joven.Maestro, dijo el joven: “¿Qué has hecho? ¿Qué lección es ésta, que amerita dejar a estafamilia en la ruina total? ¿Cómo has podido matar esta pobre vaca, que representaba loúnico que poseía esta familia?”Haciendo caso omiso a los interrogantes del joven, el anciano se dispuso a continuar lamarcha, y maestro y discípulo partieron sin poder saber qué suerte correría aquella familiaante la pérdida de su única posesión.Durante los siguientes días, una y otra vez, el joven era confrontado por la nefasta idea deque, sin la vaca, aquella familia seguramente moriría de hambre.Un año más tarde, los dos hombres decidieron regresar nuevamente por aquellossenderos a ver qué suerte había corrido aquella familia. Buscaron la humilde posadanuevamente, pero en su lugar encontraron una casa grande. Era obvio que la muerte de lavaca había sido un golpe demasiado fuerte para aquella familia, quienes seguramentehabían tenido que abandonar aquel lugar y ahora, una nueva familia, con mayoresposesiones, se había adueñado de aquel lugar y había construido una mejor vivienda.¿Adónde habrían ido a parar aquel hombre y sus hijos? ¿Qué habría sucedido con ellos?Todo esto pasaba por la mente del joven discípulo mientras que, vacilante, se debatíaentre tocar a la puerta y averiguar por la suerte de los antiguos moradores o continuar elviaje y evitar confirmar sus peores sospechas.Cual sería su sorpresa cuando del interior de aquella casa salió el hombre que un añoatrás le diera morada en
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