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La Verdad Y Los Limites Del Conocimiento


Enviado por   •  28 de Mayo de 2013  •  4.432 Palabras (18 Páginas)  •  712 Visitas

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INTRODUCCIÓN

En esta parte se mostrará la relación entre conocimiento y verdad. Para ello se explica las dos grandes concepciones acerca de la verdad: hebrea y griega, para después analizar las actuales teorías de la verdad (adecuación, semántica, coherencia, acuerdo racional y pragmática); y a través de ellas se verá los criterios que en el tiempo se han ido proponiendo para reconocerla.

Los filósofos cuyos textos se van profundizar en esta sesión son Malebranch, Engels y Protágoras. Con ello el estudiante será capaz de discutir las distintas posiciones acerca de la verdad como de reconocer el valor racional de cada una de ellas.

LA VERDAD Y LOS LÍMITES DEL CONOCIMIENTO

La verdad, del mismo modo que la bondad y la belleza, es uno de los temas más importantes de la filosofía en general, y de la Teoría del conocimiento, en particular. Ha sido por ello un problema filosófico abordado permanentemente y desde diversos enfoques a lo largo de la historia de la filosofía. Es, pues, desde la filosofía que nos planteamos racionalmente y de modo serio la cuestión de la verdad.

1) LA NOCIÓN DE VERDAD

Acerca del origen de la idea de verdad pueden distinguirse dos grandes corrientes, a partir de las cuales pueden elaborarse dos concepciones distintas: una procedente de la cultura hebrea y la otra de la cultura griega.

a) Noción hebrea: Esta idea de la verdad se refiere primordialmente a las personas, al compromiso que se adquiere al realizar una promesa. Verdad (en hebreo emunab) significa fiabilidad; es la confianza que inspira y que merece el que es fiel, el que cumple o cumplirá su promesa. Dentro de esta concepción tiene sentido la creencia de que Dios es lo único verdadero, y se comprende mejor la conocida frase de San Juan 14,6: “Yo soy la verdad”.

b) Noción griega: La verdad se refiere originalmente tanto a la realidad como al conocimiento.

Realidad verdadera. En este caso entendemos que la verdad se opone a las apariencias, lo verdadero a lo aparente, y que la verdad se identifica con el ser mismo de las cosas, con su realidad efectiva. Por ejemplo: decimos de una sustancia que es “oro verdadero”, contraponiéndolo a algo dorado que “parece oro”, pero que no lo es realmente, verdaderamente.

Conocimiento verdadero: un conocimiento es verdadero cuando capta la verdad de las cosas, cuando no se queda en las apariencias. Así lo entendían originalmente los griegos y de esta manera hay que entender las siguientes palabras de Aristóteles: Falso es decir que lo que es, no es, y que lo que no es, es; mientras que verdadero es decir que lo que es, es, y que lo que no es, no es” (Metafísica IV, 7).

Está doble aplicación de la noción de verdad (a la realidad y al conocimiento) muestra el carácter BIPOLAR de la verdad:

El conocimiento verdadero alcanza la realidad verdadera y la realidad verdadera se manifiesta en el conocimiento verdadero.

2) ALGUNAS TEORÍAS DE LA VERDAD

2.1. La verdad como adecuación (adaequatio):

Los filósofos de la edad media propusieron una definición de la verdad como adecuación: La verdad es “la adecuación de la cosa y del entendimiento”. Según Santo Tomás de Aquino en vez de la palabra adecuación se puede recurrir también a otras palabras como “correspondencia”, “conformidad” y “conveniencia”. Las cosas son verdaderas por su adecuación o conveniencia con el entendimiento, pero en este caso, el de los filósofos medievales, la adecuación era con el “entendimiento divino”. Por otro lado, en lo que se refiere a nuestro conocimiento de las cosas, esta teoría establece que la verdad y la falsedad se dan en el juicio. El juicio es el acto mental por el cual afirmamos o negamos algo, y los juicios se expresan en enunciados o proposiciones. Por lo tanto, la verdad y la falsedad se dan en los enunciados o proposiciones.

El hielo es agua solidificada (afirmación)

La tierra no es un cuerpo que permanece inmóvil (negación)

Objeciones:

➢ La idea de adecuación es vaga y general. ¿Cómo puede establecerse una relación de este tipo entre cosas tan dispares como un juicio o una proposición, y un hecho real?

➢ Ésta teoría da como supuesto que las cosas tienen en sí mismas una realidad (una verdad real), independientemente de nuestro conocimiento, estable de manera ingenua. Supone, pues, que esta realidad “exterior” puede ser conocida tal como es en sí misma (Realismo ingenuo).

➢ Supone (ingenuamente) que es posible relacionar directamente las proposiciones con los hechos.

A pesar de estas dificultades, esta teoría es difícil de rechazar. Todas las teorías de la verdad que se han propuesto posteriormente toman la teoría de la correspondencia como punto de referencia.

2.2. La teoría semántica de la verdad

Fue propuesta y desarrollada por Alfred Tarski (1902-1983) y ha gozado de gran aceptación entre los lógicos. Parte de la teoría tradicional de la correspondencia y trata de elaborar una definición rigurosa de verdad.

La verdad y la falsedad son propiedades de las proposiciones. Por tanto, el uso adecuado de los términos “verdadero” y “falso” consiste en atribuirlos como predicados a las proposiciones:

“El hielo es agua solidificada” es verdadero.

“El sol gira alrededor de la Tierra” es falso.

Puesto que “verdadero” y “falso” se dice de las proposiciones, es necesario distinguir niveles en el lenguaje. El primer nivel de lenguaje es aquel en el cual hablamos de las cosas. En el ejemplo hablamos del hielo diciendo de él que es agua solidificada. Este nivel se denomina Lenguaje-objeto.

Un segundo nivel superior es aquel en el cual hablamos, no ya de las cosas, sino del lenguaje con el que hablamos acerca de las cosas Este nivel se denomina Metalenguaje: cuando decimos “el hielo es agua solidificada” es verdadero. Esta teoría, se limita a proponer una definición de la verdad en la cual no se dice nada acerca de la relación entre las proposiciones y la realidad.

2.3. La verdad como coherencia

Parte del supuesto de que no tiene sentido hablar de verdad y de falsedad de proposiciones tomadas aisladamente. La verdad de una proposición no consistirá, por lo tanto, en su correspondencia con la realidad, sino en su correspondencia con otras proposiciones. Una proposición es verdadera si es coherente con el resto de las proposiciones del sistema. En último término, lo verdadero es el sistema, y las proposiciones son verdaderas en la medida en que

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