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La poesía como arte mimética en Aristóteles


Enviado por   •  21 de Mayo de 2016  •  Apuntes  •  4.233 Palabras (17 Páginas)  •  462 Visitas

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UNIVERSIDAD NACIONAL FEDERICO VILLARREAL

FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE FILOSOFÍA

La poesía como arte mimética en Aristóteles

Por

Miguel Angel Aldhair Alvarez Guido

LA POESÍA COMO ARTE MIMÉTICA EN ARISTÓTELES

Desde que se conoce la obra La Poética de Aristóteles, han surgido diversos estudios dentro de la literatura como de la rama filosófica de la Estética, cada área por su lado o, lo que es más común, en conjunto. Posee una difícil interpretación, no solo porque hay dificultades en conocer lo que quiso decir exactamente Aristóteles sino, porque se sabe que su obra se encuentra incompleta. Se centra en tratar de manera general a la poesía y tocar un poco de sus partes; luego se centra en un tema en específico que es el de la tragedia, dando a entender (por el final de su obra) que se ha dedicado a otros temas pertenecientes a la poesía.

Mi motivo para haber elegido este tema es el de mi gusto por la poesía y mi carrera de Filosofía, en un primer momento no creí que fueran a tener conexión la poesía con la Filosofía, pues lo veía desde el plano meramente literario, pero ya que los primeros filósofos se valían de la poesía para transmitir sus conocimientos decidí indagar más y caí en cuenta de que existía esta obra de Aristóteles, que si bien es cierto, su concepto es tan distinto y alejado de lo que entendemos ahora por poesía, tiene gran importancia por ser más considerada como filosófica en su tiempo y en el de ahora si hablamos de la rama de la Estética.

Mi objetivo es ahondar en la percepción aristotélica sobre la mímesis en la poesía basándome lo más delimitado posible en su obra “La Poética”, lo que en modo de interrogante sería ¿Por qué Aristóteles tilda a la poesía de imitativa?, dejando en claro que es más un acercamiento que una comprensión absoluta, debido a los problemas (obra incompleta) antes expresados. Para ello veo necesario, no solamente recurrir a definir términos para plasmarlos en Aristóteles sino, sumergirme en él y tratar de comprender lo que quiso decir.

En primer lugar, podría traducir mímesis como imitación, un copiar las apariencias de las cosas (Tatarkiewicz, 2001, pág. 302), pero no podríamos dejar a Aristóteles con un concepto tan simple como ese, es más, a lo largo de La Poética, se nota claramente que mímesis no es una simple copia de la realidad, sino como “la capacidad de captación, producida por la emoción del espíritu hacia las formas de vida (…)” (Fiscalini, 1946, pág. 17) y “como la actividad de producir, componer e inventar imágenes y representaciones y no una mera ‘reproducción’ o ‘imitación’ de lo real” (Trueba, 2004, pág. 84). Estas definiciones aparecen fuertemente en Platón, quien fue maestro de Aristóteles y, por lo tanto, su influencia.

Poesía tuvo varias definiciones a lo largo del tiempo, pero conviene acá usar los conceptos presentes en los siguientes autores. Poesía, en una primer instancia, significó “producir”, luego “crear” y luego “representar algo o a alguien” (Mora, 1965, pág. 441), un concepto no tan alejado de la concepción de Platón. Platón atribuyó este significado a razón de que el proceso en que algo pase del “no ser” al “ser” es una creación (Platón, 1986, pág. 252), y creación es ποίησις (poiesis). Tomando a Estela Ocampo dentro de (Sobrevilla & Xirau, 2003, pág. 27): “el arte es una actividad poyética cuyo fin es proyectar una obra que sea mymesis (representación) de algo”. Es decir, poesía es una derivación de poiesis en una acepción general, y puesto que la poesía pertenece a las artes, es una actividad que crea y representa algo.

 En el Diccionario de Filosofía de Nicola Abbagnano (2004) se encuentran tres acepciones de poesía: 1) como estímulo o participación emotiva; 2) como verdad; y 3) como medio privilegiado de expresión lingüística. La primera refiere a Platón y la segunda, a Aristóteles, quien identificó a la poesía con la tendencia a la imitación y que es innata; esta imitación es cognoscitiva superior a la imitación historiográfica. El poeta no tiene por qué contar las cosas tal y como han sucedido, sino como debieran o pudieran haber sucedido (Aristóteles, Poética, 2004, pág. 28), la primera refiere a los historiadores y la segunda, a los poetas, ya que la poesía expresa lo universal, mientras que la historia, lo particular. Y lo universal es cuando algo se produce a partir de lo verosímil y la necesidad (Abbagnano, 2004), es decir, no una simple copia de los hechos, sino una búsqueda más profunda de la verdad, lo que debió o pudo haber sido, la esencia necesaria de las cosas.

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La mímesis platónica se basa en su totalidad en la “Teoría de las ideas” de Platón y su dualismo ontológico, es decir, cuerpo conectado a la realidad material (Mundo Sensible) y alma como principio inmaterial (Mundo de las Ideas). Platón fue un idealista, conectado mayormente con el alma, por tal razón, la mímesis aparece desde esa concepción. Para Platón, la realidad material perteneciente al Mundo Sensible es solo una imitación del Mundo Inteligible o Mundo de las Ideas. La mimesis es ese mismo acto encaminado a captar esos modelos ideales (y por lo tanto, perfectos) y reproducirlos en la realidad material. En pocas palabras, “es un anhelo constante de perfección”. (Fiscalini, 1946, pág. 17). En pocas palabras, la mímesis es más que un calco o copia que funciona de forma mecánica, sino una actividad que en el proceso interviene el hombre, no solo como materia, sino como alma (en sentido platónico) y que busca acercarse lo más posible a las ideas, al arquetipo, a lo perfecto.

Este concepto dualista, dentro de la esfera de la mímesis, repercute bastante en la poesía para Platón, o en general, a las artes. Como ya antes se dijo sobre el arte como actividad poiética, podríamos decir que su definición también engloba a las artesanías. Y sí,  en Platón no estaba definida la diferencia entre un artesano y un artista, el primero con un fin utilitario y el segundo en la búsqueda de producir objetos bellos. Para Platón, las cosas eran creaciones de Dios, por ejemplo una silla, pero el artesano también podía crearla, es decir, es un artífice de sillas; luego tenemos a un pintor, pero este no es un artífice, solo la imita, por lo tanto, imita lo que los demás crean, al igual que el autor de las tragedias (Asenjo, León Florido, Melero de la Torre, & Muñoz Gutiérrez, 2002, pág. 334), se puede definir como Dios, autor de la primera especie, el artesano, autor de la segunda especie y el pintor, autor de la tercera especie. En cierto modo, el artesano también es un imitador, pues en el plano de la Teoría de las Ideas, Dios es el autor de las Ideas, el primer creador, mientras que el artesano es el imitador que crea y reproduce esas Ideas en el plano material y el pintor es el que imita al imitador para volver a reproducir los objetos del plano material o mundo sensible. Por tal razón, Platón tilda de engañosos a los poetas; en primer lugar, porque la ‘inspiración’ que reciben los poetas, es irracional; y en segundo lugar, porque imita el mundo que nos rodea, la copia de un mundo perfecto, el de las Ideas.

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