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Las Fuerzas Morales


Enviado por   •  31 de Marzo de 2014  •  2.500 Palabras (10 Páginas)  •  546 Visitas

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Las fuerzas morales no se pueden medir y no se pueden tocar pero sin embargo son el empuje de la sociedad, esta última se ve influida por una incesante renovación de conceptos, normas y valores que fluyen y cambian de generación en generación, son estas las que brindan su inspiración a los filosofos y su motivación a los pensadores y su sermón a los predicadores, estas sirven como tribunal moral ante las injusticias del mundo, estas ejercen un poderío sobre la humanidad mayor de lo que poseen el poder o la violencia, las fuerzas morales están destinadas siempre a vencer la injusticia y a influir sobre los corazones de todos los que las profesan.

Todo hombre que atesore y siga estas fuerzas adquirirá valor moral, y esto a su vez le dara dignidad, el hombre que las profese pensara como debe pensar, dira lo que siente y obrara como quiera, será un hombre prudente y a su vez lograra la victoria, estos valores son mucho mas valiosos de lo que son la bravura y la valentía ya que estos últimos son momentáneos mientras que las fuerzas morales son de por vida.

Las fuerzas morales son moralidad viva. El perfeccionamiento de la ética no consiste en seguir al pie de la letra las tradiciones estipuladas por la sociedad en que vivimos, estas nacen, viven y mueren, en función de la misma sociedad e individualmente en cada uno de nosotros. Comunmente se enseña la ética de manera muy ambigua de tal forma que se puede usar como mejor le convenga al individuo. Las cuatro virtudes cardinales: Prudencia, Templanza, Coraje y Justicia, eran ya para los socráticos formas diversas de una misma virtud: la Sabiduría. Las conservó Platón, pero supo idealizar la virtud en un concepto de armonía universal. Aristóteles, en cambio, definiendo la virtud como el hábito de atenerse al justo medio y de evitar en todo los extremos, evitando lo mucho como lo poco quedándose a la mitad. De esta noción no se apartó Tomás de Aquino. Estáticas, absolutas, invariables, son frías escorias dejadas por la fervorosa moralidad de culturas pretéritas, reglas anfibológicas que de tiempo en tiempo resucitan nuevos retóricos de añejas teologías.

En contraste de los antiguos filosofos creo que sólo merecen el nombre de Virtudes las fuerzas que obran en tensión activa hacia la perfección, funcionales, generadores. Debemos comprender que las fuerzas morales están en constante movimiento ya que comúnmente se busca decir lo contrario que están estipuladas y selladas por la tradición siendo que no es asi.

Para una joven generación de nuestro tiempo es esencial conocer las fuerzas morales que

obran en las sociedades contemporáneas: virtudes para la vida social, que no descansan bajo

ninguna cúpula. Más que enseñarlas o difundirlas, conviene despertarlas en la juventud que

virtualmente las posee. Si la catequesis favorece la perpetuación del pasado, la mayéutica es

propicia al florecimiento del porvenir.

Dichosos los pueblos de la América latina si los jóvenes de la Nueva Generación descubren en

sí mismos las fuerzas morales necesarias para la magna Obra: desenvolver la justicia social en

la nacionalidad continental.

1.1. DE LA JUVENTUD: jóvenes son aquellos que no tiene complicidad con el pasado. Esto quiere decir que los jóvenes debemos dar fuerza, voluntad, entusiasmo en nuestros corazones. También que cada generación joven anuncia una aurora nueva que entra en la vida y siembra fuerzas morales en la sociedad. El hombre que nunca ha tenido juventud se resigna y es pesimista, esto solo puede traer mal a la sociedad. El joven no debe ser sometido a rigurosos programas debe ser guiado para que este construya, el joven observa lo que el viejo ya no ve.

1.2. DEL ENTUSIASMO: El joven sin entusiasmo está muerto en la vida para sí mismo y para la sociedad. El entusiasmo le trae mas salud al hombre que cualquier ejercicio, por eso el hombre que se ha marchitado en una juventud llega pronto a una vejez pesimista. La belleza de vivir hay que descubrirla pronto o no se descubrirá nunca. Cuando el joven es ignorante su entusiasmo no es ideal se convierte en simple fanatismo o en el peor de los casos lleva al joven a ser supersticioso.

1.3. DE LA ENERGÍA. Un hombre incapaz de acción es una sombra que se escurre en el anónimo de su pueblo. Cada ser humano es cómplice de su propio destino por eso la energía no es fuerza bruta si no es pensamiento convertido en fuerza inteligente por lo cual la primera ley humana es aprender a pensar el segundo es hacer todo lo que se ha pensado por que el fracaso es debido simple ignorancia de los causas que lo determina. Cada generación debe llegar como ola vigorosa a romperse contra la mole del pasado para hermosear la historia con el iris de nuevos ideales; juventud que no embiste, es peso muerto para el progreso de su pueblo. La acción carece de eficacia cuando escasea la energía. Para adaptarse a la naturaleza y transformarla en beneficio propio, el hombre debe obtener el rendimiento máximo de su

esfuerzo ordenado y continuado. Los jóvenes deben ser actores en la escena del mundo, midiendo sus fuerzas para realizar acciones posibles y evitando la perplejidad que nace de meditar sobre finalidades absurdas. Educando la energía, enseñando a admirarla, se plasmarán nuevos destinos de los pueblos.

1.4. DE LA VOLUNTAD: Una vez pronunciado el ¡sí! -claro, recto, como un rayo de luz- la voluntad debe ser inflexible. Vacilar en mitad del camino es traicionar el pensamiento: desfallecer es repudiarlo. La voluntad sana jamás traiciona ni repudia; cuando falla, el hombre es una escoria. Los hombres sin voluntad se proponen volar y acaban arrastrándose persiguen la excelencia y se enlodazan en ciénagas, conciben poemas y ejecutan críticas, sueñan vivir intensamente y se agitan en perpetua agonía.

Los holgazanes no emprenden nada y pretenden justificarse, desacreditando las empresas ajenas; si algo comienzan, obligados por las circunstancias, nunca llegan al término de su obra. Vacilan y dudan, tropiezan y caen. Los necios se consuelan confiando en la Providencia; es más seguro, y más digno, confiar en las fuerzas propias. Es mejor ayudarse que esperar ilusorias ayudas.

La inercia apoya la vida de los holgazanes, tornándolos incapaces de hacer cosa alguna para sí mismos y para los demás. Cruzarse de brazos ante un mundo moral que incesantemente se renueva, es suicidarse; es morir de sed junto a las fuentes de la vida.

1.5. DE LA INICIATIVA: Todo ser pensante está en la libre iniciativa de progreso de cualquier punto de vista y llega a su término sostenida por el sentimiento de independencia, cuando has aprendido a Quiere, quiere con firmeza, con toda tu mente y con todo tu corazón, poniendo en querer lo mejor

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