Lic En Educacio Primaria

Decir estas alturas que enseñar es difícil , que los profesores tienen entre ellos y ardua tarea que no se restringen a lo formativo en el marco del aula, sino que incluye aspectos de gestión y de manejo de relaciones humanas en el marco del centro es arriesgarse a que nos considere , poco originales , muy bien; nos arriesgamos. Solo partiendo de un breve análisis de lo que supone esa complejidad, de las cuestiones que plantea y de los requisitos que deben observar las respuestas que demandan, nos parece posible ofrecer una visión ajustada de lo que cabe esperar de un marco explicativo de los procesos de enseñanza y aprendizaje. En el caso que nos ocupa, dicho marco esta configurado por la concepción constructivista de la enseñanza en el aprendizaje, cuyos conceptos son objeto de los diversos capotillos, que contiene nuestra antología se ha dicho varias veces que la concepción constructivista no es en sentido estricto una teoría, sino más bien un campo explicativo que partiendo de la consideración social o socializadora de la educación escolar, integra aportaciones diversas cuyo denominador común lo constituye un acuerdo en torno a los principios constructivistas. En este sentido la concepción constructivista no es un libro de recetas, sino más bien un conjunto de principios desde donde es posible diagnosticar, establecer juicios y tomar decisiones fundamentadas sobre la enseñanza. Para cumplir con la función que generalmente ha sido atribuida a los pensamientos coherentes a través de las cuales pueden procesar la información presente en las situaciones educativas que gestionan con el fin de adecuarlas a las metas que persiguen. La presencia de esos pensamientos o teorías más o menos organizadas ha sido fundamentada empíricamente en numerosas investigaciones. Más difícil es discernir con claridad el papel que desempeñan en la gestión del proceso de enseñanza-aprendizaje; mientras que unos autores parecen abogar por una especie de acuerdo casi perfecto entre teoría- practica (acción), otros consideran que dichas teorías funcionan como marco desde donde se identifican problemas y se articulan varias de solución para ellos, en una dimensión más dialéctica e interactiva. La naturaleza mismas de las situaciones de enseñanza –aprendizaje, en la que la multiplicidad de variables que intervienes y la multicasualidad de los fenómenos, dificulta la previsión segura y establece lo que va a ocurrir aconsejando mostrarse prudentes cuando se trata de establecer el carácter de las relaciones entre práctica y teoría. Considerando que el curso de las situaciones de enseñanza, los marcos y teorías actúan como referente que guían, pero no determinando la acción, por cuanto este debe contar con los elementos presentes en las incidencias imprevistas, y por cuanto además está sujeta a todo un conjunto de decisiones que no son responsabilidad exclusiva del profesor. Sin embargo cabe resaltar que sea cual sea el grado en que influyen en y son influidos y determinados por la experiencia práctica cotidiana, los profesores como cualquier profesional cuyo desempeño debe contar con la reflexión sobre lo que se hace y por qué se hace, necesitar recurrir o determinar referentes que guíen fundamenten su actuación. Si aceptáramos que la enseñanza es exclusiva de o fundamentalmente una actividad rutinaria, estática y más bien estereotipada no necesitaríamos teorías; en este caso las recetas e instrucciones (teorías) serían lo más adecuados. Pero ya sabemos que enseñar es otra cosa y que los planes cerrados (curriculum) no se adecuan a las necesidades de la situación.

Parece entonces, que lo que necesitamos son teorías que provean de instrumentos de análisis y reflexión sobre la práctica, de cómo se aprende y de cómo se enseña, teorías que pueden enriquecerse con aportaciones, acerca de cómo influyen en este proceso de enseñanza – aprendizaje 8distintos tipos de contenido, formas de agrupamiento ,diversificadas, caracteristicasde disiplina, contextos culturales, etc.) que puedan funcionar como catalizador de fundamental de algunas preguntas básicas que todos docentes y profesores / alumnos planteamos: ¿Cómo aprenden los alumnos? ¿Por qué aprenden y como aprenden? ¿ que puedo y debo hacer para que aprendan? Entre otras?…. Es aquí donde las teorías pasan a ser nuestros marcos de referencia ofreciendo explicación cerca de los interrogantes. Necesitamos teorías que nos permitan explicar cómo todo ello ocurre en la escuela y que no ignore su carácter de institución, cuya actividad debe permitir su adecuado funcionamiento. De ahí que podemos afirmar que la complejidad de la tarea del profesor no se reduce a aquello que envuelve su función formadora en relación con los alumnos; en la medida en que es un elemento de una organización; el profesor

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