Literatura
Enviado por fabangela • 31 de Agosto de 2014 • 714 Palabras (3 Páginas) • 190 Visitas
Este cuento, en terminos generales, es una reflexión sobre la forma en la que un oprimido se siente y conlleva una situaciòn de injusticia ante la cual se siente incapàz de hacer algo por mejorarla. Nos habla de como la imaginaciòn puede ser un recurso para conllevar situaciones extremas de las que no es facil salir, y como mediante èsta se puede guardar la ira y el resentimiento ante injusticias que pueden ser tan aceptadas por la sociedad que se convierten en inminentes e irrenunciables.
El pongo del cuento se ve envuelto en una situaciòn deplorable, esta cruzando el infierno en vida, y lo tolera pacientemente. Se presenta como un enigma para el lector, el lector no sabe por què el pongo acepta tantos maltratatos de forma tan pasiva, de pronto es muy dificil de entender y al leerlo uno se ve realmente innundado por el coraje ante tal injusticia.
Arguedas con este relato logra magistralmente llegar a un punto tal de empatìa con el pongo, que uno siente la impotencia que èste deberia sentir. Conforme el pongo empieza a relatar su sueño al hacendado, esperamos ansiosamente el desenlace de èste, poque esperamos una suerte de retribuciòn y justicia divina que revindique al pongo y a nosotros mismos. Sin embargo esta retribuciòn tarda en llegar y lo hace de una forma bastante inesperada y satirica. Este cuento, nos lleva a reflexionar sobre como es que la injusticia se acumula dentro de un oprimido y que sucede cuando esta llegua a explotar (porque eventualmente los forunculos sueltan su pus). Arguedas nos invita a reflexionar sobre la condicion inhumana en la que mucha gente se encuentra hace muchos siglos y en lo que puede devenir como una especie de justicia historica ante años de opresiòn perversa.
El sueño del pongo presenta un contraste característico de la obra de José María Arguedas: la oposición entre un gran señor, patrón de hacienda y un sirviente que aparece en la condición más humillada: Era pequeño, de cuerpo miserable, de ánimo débil, todo lamentable; sus ropas viejas.
Entre los siervos de la hacienda es el de apariencia más humilde. Pese a su aparente debilidad resulta que es tan eficaz como cualquier trabajador, hecho enigmático que lo coloca en una posición peculiar. Es a la vez familiar y extraño.
¿Eres gente u otra cosa?, le pregunta el patrón cuando se presenta ante él. Asimismo para el narrador no estaba en el lugar que le correspondía ni ese lugar correspondía a nadie. Por eso, no ubicado, ni reconocido, el patrón lo trata de inmundicia y hace escarnio de él. Lo obliga a presentarse como el más siervo entre los siervos. Y hace de su humillación un espectáculo del que deriva un obsceno sentimiento de poder que el pongo corrobora a través de su mansedumbre.
Por su parte, los colonos se dividen ante los rituales de las humillaciones. Algunos se identifican con el patrón y se mofan del pongo. Otros, sus
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