Los humanos tienen una necesidad psicológica de un ser trascendente que brinde significado y esperanza a su existencia en este vasto e impersonal universo
Enviado por piasofia • 6 de Junio de 2017 • Tesis • 4.239 Palabras (17 Páginas) • 254 Visitas
2.1 ¿Cuál es el origen de la religión del hombre?
La teoría subjetiva enseña que la religión se origina con el hombre. Los humanos tienen una necesidad psicológica de un ser trascendente que brinde significado y esperanza a su existencia en este vasto e impersonal universo. Quienes adhieren a este punto de vista creen que este carácter religioso existe por debajo de nuestra conciencia consciente. Las culturas tienen distintas visiones de la realidad de acuerdo con su experiencia, pero la conciencia y el deseo de la religión es un fenómeno universal. Por lo tanto, concluyen que esta disposición yace en nuestro subconsciente.
En otras palabras, nuestras creencias acerca de un ser trascendente no son el resultado de realidades o interacciones externas con dicho ser. Estos sentimientos se expresan más concretamente mediante símbolos y actitudes, y no a través de un conjunto de sistemas de creencia definidos. A medida que progresa una cultura, estos símbolos y actitudes se desarrollan transformándose en un conjunto de creencias y prácticas. Friedrich Schleiermacher creía que la religión comenzaba con una sensación de dependencia. Esto llevaba a una necesidad de un objeto del cual depender, que resultaba en la idea de Dios. Ludwig Feuerbach enseñaba que el concepto de Dios es, en realidad, la imagen de una persona idealizada. Sigmund Freíd creía que Dios derivaba de la necesidad humana básica de una imagen paterna. La imagen paterna idealizada se convierte en nuestra imagen de Dios
La teoría subjetiva podrá enseñarnos acerca de la naturaleza humana, pero no explica adecuadamente el origen de la religión, o de dónde viene este deseo universal de conocer y entender a Dios. El Dr. Winfried Corduan escribe: "Puedo llevar en mi mente subconsciente una representación abstracta de Dios, pero no puedo, en base a esto, concluir que no hay ningún ser objetivo que existe independientemente y que es Dios. Dios puede haberme creado con esa idea para que pueda relacionarme con Dios “Todo efecto tiene una causa. ¿Cuál es la causa de este poderoso deseo de tener una relación con Dios? Si somos los productos de un creador divino, eso explicaría este impulso universal en toda la humanidad por conocerlo a Él, porque Él puso este deseo dentro de nosotros.
2.2 La teoría darwiniana de la religión
La segunda teoría con relación al origen de la religión es el enfoque evolucionista. Este es el punto de vista más popular que se enseña o se da a entender en el estudio de la religión. Los proponentes de esta teoría creen, como en la teoría subjetiva, que la religión se origina con el hombre. La religión es el resultado de un proceso evolucionista en la cultura humana. En el período más primitivo de una cultura, la forma más básica de la religión comienza por una sensación innata de que existe una fuerza espiritual. Esta fuerza es impersonal y permea toda la creación. Se la llama mana, que deriva del nombre que le dieron los habitantes de la Melanesia. El mana puede estar concentrado más intensamente en algunas áreas y objetos que en otros. Un árbol magnífico, una roca única o cierto animal pueden contener una mayor concentración de mana. El objetivo es manipular esta fuerza de forma que uno pueda obtener el resultado deseado. Los objetos como palos o muñecos, llamados fetiches, pueden contener esta fuerza y ser usados o adorados.
2.2.1 Etapa animismo
En esta etapa, la fuerza es visualizada en forma de espíritus personales. El animismo enseña que hay un espíritu o fuerza espiritual detrás de cada suceso, y muchos objetos del mundo físico tienen algún significado espiritual. Hay dos categorías de espíritus: espíritus de la naturaleza y espíritus ancestrales. Los espíritus de la naturaleza tienen forma humana y habitan en objetos naturales como plantas, rocas o lagos. Los espíritus ancestrales son los espíritus de los ancestros. Ambas categorías de espíritus están limitadas en conocimiento, poder y presencia. Uno debe mantener una relación favorable con los espíritus para no sufrir su ira.
2.2.2 Etapa politeísmo
Las culturas progresan de la creencia en espíritus finitos a la adoración de dioses. Del politeísmo, una cultura evoluciona hacia el henoteísmo, que es la creencia en muchos dioses pero con la adoración dirigida a uno solo de ellos.
2.2.3 Etapa monoteísmo
Es adoración de un Dios. Esta teoría tiene varios problemas. El primero es que estas etapas de desarrollo nunca se han observado en la realidad. No hay ningún registro de una cultura que se haya desplazado en secuencia de la etapa mana a la etapa monoteísta, como lo describe el modelo evolucionista.
2.3 El libro del Génesis
En primer lugar el libro del Génesis nos dice que la raza humana empezó con un varón y una hembra, Adán y Eva. Estén o no en lo correcto los científicos al asegurar que la raza humana evolucionó desde formas inferiores, tiene que haber existido el primer varón verdaderamente humano y la primera hembra verdaderamente humana, los cuales tienen que haber sido capaces de propagar una raza de humanos. La primera pareja humana, según la Biblia, fue hecha del polvo de la tierra: “Entonces Yahvé Dios formó al hombre con polvo del suelo, e insufló en sus narices aliento de vida, y resultó el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7). Cuando se realiza un análisis químico del cuerpo humano, se ve que no consiste más que de un tanto de carbono, calcio, fósforo, hierro, agua, etc. En segundo lugar, por clasificación zoológica, los primeros humanos pertenecían a la clase de los animales por cuanto tenían el aliento de vida, un sistema respiratorio de la misma naturaleza que las bestias de la tierra, los pájaros y los reptiles: “A todos los animales terrestres, a todas las aves del cielo y a todos los reptiles de la tierra, a todo ser animado de vida, les doy la hierba verde como alimento” (Génesis 1:30). Es importante destacar que en la Biblia el hombre no se define por caminar erguido, por tener una determinada capacidad cerebral o por ser especialmente inteligente. Al fin y al cabo ha habido muchos humanos de espaldas encorvadas o de cerebro más pequeño que apenas han podido hablar. Algunos animales, por el contrario, son en extremo inteligentes. La única cosa que hace al animal distinto del hombre, además del habla, es que el hombre fue creado a imagen de Dios.
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