Ludwig Feuerbach A Grandes Rasgos

Ludwig Andreas Feuerbach es un filósofo que, a pesar de no figurar entre los ‘grandes’ de los textos de filosofía, su legado filosófico es rico — en temática, tra-tando los temas del ser, la religión, la dialéctica, las ciencias particulares e incluso psicología (cuando trata el tema del deseo) y macrobiología — e influyente — como en el método y supuestos usados por Karl Marx —; además su obra es de vital importancia para comprender la relación existente entre las dialécticas de Hegel —idealista— y Marx —materialista— (Echeverría, 2003).

Feuerbach, como buen discípulo, criticó al maestro, Hegel, usando una nomenclatura muy similar a la suya, es decir, usando los mismos conceptos, pero cambiándole el significado de acurdo a sus presupuestos. Esto se da por ejemplo con la palabra abstracción o el paralelismo entre lo finito-infinito hegelianos y lo particular-universal de Feuerbach (y de los hegelianos de izquierda en general, dentro de los que está este filósofo); estos presupuestos están en su visión antropológica y naturalista del mundo, de los cuales se desprenden el materialismo y el ateísmo. A continuación se esbozará la lógica con que fundamentó su argumentación crítica en un comienzo , y luego constructiva. Además de la categoría crítica-construcción se hace una distinción entre dos dimensiones de Feuerbach: el naturalismo antropológico por una parte, y por otra, la lógica y epistemología empirista.

Lógica y epistemología feuerbachiana

La crítica que hace Feuerbach a su maestro es su concepción de la realidad en su fundamento ontológico. Feuerbach acusa para dicha negación un ‘error’ de lógica desde sus componentes más fundamentales, encontrados en el juicio mismo: la relación sujeto-predicado. El sujeto, el centro de lo que se afirma, y el predicado, lo que se dice sobre el sujeto, una característica, atributo, acción, etc., pero siempre subordinado al primero. Para Hegel, el pensamiento es el ser: el pensamiento como sujeto, y el hombre, el predicado subordinado a él. Allí Feuerbach encuentra dicho ‘error’, ya que el pensamiento no es sino un atributo del ser humano, ‘ser humano’ es más amplio que ‘pensamiento’, esto porque el ser humano lleva consigo no sólo el pensamiento, sino características más concretas, como tener un cuerpo . Esto es lo que denomina la inversión sujeto-predicado, lo que conllevaría también a la inversión de la matriz ontológica sujeto-objeto que define la realidad. Para él, la realidad es sólo lo concreto, lo empírico, lo material, afirmando que el ser es la existencia (al menos en lo fundamental, en lo Natural, que es origen del Hombre), es decir que lo que define a algo como tal es su existencia, sus características sensibles, su relación con el mundo concreto. El querer ver más allá de la existencia, por lo tanto del ser, lo que Hegel denomina trascender, es caer en abstracción, es alienar al Hombre de sí. Abstraer también es un vocablo empleado por Hegel, pero en un sentido contrario, como el error de la inducción, impedir la trascendencia al dominio del ser.

También se da otra comparación entre los dos filósofos al momento

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