Medicina Egipcia

INTRODUCCIÓN AL PROBLEMA

Para actuar es necesario, por lo menos, localizar.

Ya significa tranquilizarse, en parte, considerar a todo enfermo como un hombre al cal se le ha agregado o quitado un ser.

-Aquello que el hombre ha perdido puede serle restituido.

-Aquello que ha entrado en él, puede salir de él.

Para que toda esperanza no esté perdida, basta con pensar que la enfermedades algo que le sobreviene al hombre. (Es parte de él).

MEDICINA EGIPCIA.

Generalizó… Enfermedad- posesión.

La enfermedad entra y sale del hombre como a través de una puerta.

Todavía actualmente existe una jerarquía vulgar de las enfermedades que se basa en la mayor o menor facilidad para localizar sus síntomas:

-Así es como la parálisis agitante es más enfermedad que el zona torácico y éste más que el forúnculo.

-Ver un ser significa ya preveer un acto.

Si se experimenta la necesidad de tranquilizarse es porque una angustia acosa constantemente el pensamiento; si se confía en la técnica –mágica o positiva – la tarea de restablecer en la norma deseada al organismo afectado por la enfermedad, es porque nada bueno se espera de la naturaleza de por sí.

MEDICINA GRIEGA.

-La naturaleza (physis), tanto en el hombre como fuera de él, es armonía y equilibrio.

-La enfermedad es la perturbación de este.

-La enfermedad ya no forma parte del hombre. Está en todo el hombre y le pertenece a este por completo.

-Las circunstancias exteriores son ocasiones y no causas.

-Lo que se encuentra en equilibrio en el hombre son cuatro humores:

Cálido

Frio

Húmedo

Seco

(Cuya perturbación constituye la enfermedad).

-La enfermedad no solo es desequilibrio o desarmonía, también es –y puede ser – esfuerzo de la naturaleza para obtener un nuevo equilibrio. La técnica médica tiene que tolerar ante todo, y si es necesario reforzar, tales reacciones hedonistas y terapéuticas espontaneas. La técnica médica imita la acción médica natural.

Surgen las teorías:

-Ontológica. (Nace en nuestro cuerpo)

Enfermedades de carencias (déficit), infecciosas o parasitarias.

-Dinamista o funcional.

Perturbaciones endócrinas, enfermedades con prefijos dis.

Ambas concepciones tienen, sin embargo, un punto en común:

Consideran a la enfermedad –o mejor, a la experiencia del enfermo – como una situación plémica:

-Lucha entre el organismo y un ser extraño.

-Lucha interna de fuerzas enfrentadas.

LA ENFERMEDAD DIFIERE DEL ESTADO DE SALUD, LO PATOLÓGICO DE LO NORMAL.

Esperar que el hombre puede forzar la naturaleza y hacer que se pliegue a sus intenciones normativas, la alteración cualitativa que separa lo normal de lo patológico resulta difícilmente sostenible.

“Solo se gobierna a la naturaleza obedeciéndola”

Gobernar la enfermedad: conocer sus relaciones con el estado normal que el hombre vivo –y que ama la vida – quiere restaurar. (Aquí es donde la patología científica se vincula con la fisiología).

Para ayudar al enfermo es necesario deslindar y determinar el mal.

Morgagni (1682-1772)

Al crear la anatomía patológica, había hecho posible que agrupamientos de síntomas estables fueran vinculados con lesiones definidas en órganos.

Harvey y Haller. Participaron animando a la anatomía a convertirse en fisiología.

-Surgió una teoría de las relaciones de lo normal y lo patológico:

Los fenómenos patológicos solo son en los organismos vivos variaciones cuantitativas, según el más o el menos de los respectivos fenómenos fisiológicos. Semánticamente lo patológico es designado a partir de lo normal, no tanto como a ó dis sino como hiper e hipo.

La identidad de los fenómenos normales y patológicos, en apariencia tan diferente y cargada de valores opuestos por la experiencia humana, se convirtió –durante el siglo XIX – en una especie de dogma.

“El valor de todos los estados mórbidos consiste en que muestran a través de un vidrio de aumento determinadas condiciones que, aunque normales, son difícilmente visibles en el estado normal”

NIETZSCHE

AUGUSTE COMTE Y EL PRINCIPIO DE BROUSSAIS

Auguste Comte afirma la identidad real de los fenómenos patológicos y de los respectivos fenómenos fisiológicos durante los estadios principales de su evolución intelectual.

Comte atribuye a Broussais el mérito de haber proclamado que todas las enfermedades admitidas sólo son síntomas y que no podrían existir desórdenes de las funciones vitales sin lesiones de órganos o más bien de tejidos.

Agrega Comte: nunca se ha concebido de una manera tan directa y tan satisfactoria la relación fundamental entre la patología y la fisiología.

En efecto Broussais explica que todas las enfermedades consisten fundamentalmente “en el exceso o defecto de la excitación de los diversos tejidos por encima o por debajo del grado que constituye el estado normal”.

Por lo tanto, las enfermedades sólo son los efectos de meros cambios de intensidad en la acción de los estimulantes indispensables para el mantenimiento de la salud.

Comte eleva la concepción nosológica de Broussais al rango de axioma general.

La teoría positiva de la modificabilidad de los

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