Mente Bien Ordenada
Enviado por amigoruly • 1 de Julio de 2013 • 1.528 Palabras (7 Páginas) • 385 Visitas
INTRODUCCIÓN
Entre el pensamiento científico, que separa los conocimientos y no reflexiona sobre el destino humano, y el pensamiento humanista, el cual ignora las aportaciones de las ciencias susceptibles de nutrir de nuevas interrogantes sobre el mundo y la vida, existe una separación que es total y a la vez riesgosa.
De ahí los grandes desafíos de la enseñanza contemporánea: originar mentes bien ordenadas antes que bien llenas, enseñar la riqueza y la fragilidad de la condición humana, iniciar en la vida, afrontar la incertidumbre, transmitir no solo el saber puro, sino una cultura que permita comprender nuestra condición y ayudarnos a vivir; al mismo tiempo ha de favorecer un modo de pensar abierto y libre. En pocas palabras, formar el ciudadano del nuevo milenio.
Los términos, educación y enseñanza en este ensayo son los de mayor importancia y a los que se les dará mayor énfasis, porque esa fue la intención del autor cuando se le pidió desarrollara un libro sobre este tema. Así que se desarrollará un pequeño resumen de cómo estos temas han tenido diversos cambios a lo largo de nuestra historia y cómo podríamos crear conciencia del papel que debe tener la educación hoy en día y la importancia que le damos para nuestro desarrollo como seres humanos “de mente bien”.
DESARROLLO
Nuestra realidad como planeta es compleja, multidisciplinaria, multidimensional, planetaria y global y nuestros saberes han estado orientados hacia la especialización, lo cual ha provocado una incomprensión y falta de capacidad para solucionarlos. Esta parcialización de los saberes nos ha cegado ante el contexto en el que se desarrollan, el cual hemos ignorado, ignorando. Y además, nos ha llevado a entender y comprender la complejidad de las cosas, esto es su inseparabilidad.
Si nos preguntamos por cómo alcanzar la excelencia moral en nuestra época moderna, casi con total seguridad lo asociaremos más a la eficacia en nuestro desarrollo profesional que a una virtud del espíritu humano. Cuantas veces vemos que ciertas prácticas profesionales de éxito no son correspondidas con un comportamiento en lo personal acorde con ese estatus en lo laboral. Ya sabemos que virtudes públicas a veces llevan a vicios privados que ya vienen de nación en cada ser humano.
No es nada más hacer moral sencillamente, pero esa falta de exigencia moral en la vida personal y el trato a los demás es quizás uno de los signos más visibles de una modernidad que ha trasladado exclusivamente al éxito profesional en la idea antigua de perfección personal a través del cultivo de la virtud. Nos acostumbramos cada vez más a tratar de vivir dignamente nuestra vida cotidiana entre escándalos, abusos y expolios de toda índole. Existen formas en que hemos sido educados que nos orillan a fraccionar los problemas y las realidades por lo que nos hemos vuelto ciegos e irresponsables.
Esta crisis actual quizá está dada a través de nuestra historia como seres humanos por: concebir el conocimiento como el cuidado virtuoso de sí mismo, el saber como medio para mejorarnos y cuidar de nosotros y de los demás, hemos pasado al conocimiento como forma de poder y mero instrumento productivo transformador de objetos que hacen que la riqueza sea vista como una mera acumulación material, fin único y significativo; visto como cosecha o producto. Esto nos lleva a reflexionar acerca del conocimiento necesario para vivir, en el cual, es indispensable no sólo un cúmulo de conocimientos, sino también, la transformación de esos conocimientos en sapiencia – sabiduría y ciencia - para la vida; es decir la cultura de las humanidades, la literatura, la poesía y el cine deben ser considerados no sólo objetos de análisis sino escuelas de vida.
Y quizás sea ya tiempo de volver a trasladar de nuevo esa excelencia a la concepción clásica del cultivo personal del conocimiento con el único objetivo de mejorar en nuestras capacidades y aptitudes para después intentar mejorar a los demás mediante modelos y estructuras de enseñanza tratando de dar así un nuevo giro a la idea del conocimiento de lo humano.
Todo esto no será posible si no buscamos conscientemente tener una mente bien estructurada en donde los grandes desafíos de la enseñanza contemporánea, es originar mentes bien ordenadas antes que bien llenas, enseñar la riqueza y la fragilidad de la condición humana, iniciar en la vida, afrontar la incertidumbre, aprender a vivir en esa condición a través de la literatura, la poesía, la filosofía para después cultivar un pensamiento
...