POESIA COMO FORMA DE RACIONALIDAD JEFFERSON DAVID VESGA VILLANOV
Enviado por Mari Barros • 14 de Abril de 2017 • Ensayo • 1.524 Palabras (7 Páginas) • 215 Visitas
POESIA COMO FORMA DE RACIONALIDAD
JEFFERSON DAVID VESGA VILLANOVA
FILOSOFIA
LICENCIADO
JAIR FAIR LARA
COLEGIO
MADRE MARCELINA
10
SOLEDAD, 2016
POESIA COMO FORMA DE RACIONALIDAD
Hay siempre en la filosofía una prosa literaria
oculta, una ambigüedad en los términos. (Sartre).
Hoy en día, pensamiento y poesía razonan[1] por separadas gracias a su forma de expresar el discurso paralelo cuyo fondo es similar, pero con caminos o trayectorias distintas.
La apuesta es pasar por una voluntad de reconciliación entre pensamiento y poesía, el hallar algún principio mediador que acerque o aproxime la palabra filosófica y la palabra poética, y que además, encuentre un estilo propio literario como un vínculo de expresión.
María Zambrano en su artículo, lo que busca en sí es poder esclarecer[2] lo común de la filosofía y la poesía, según la autora, filosofía y poesía toman dos caminos contrarios; mientras que la filosofía se eleva a la conquista del saber por ir en busca de la verdad absoluta, la poesía lo hace cohibiéndose[3] a las cosas, a los aspectos y a los sentidos que se perciben día a día.
La filosofía se desprende de la representación de la realidad para dar con la certeza y la relevancia de las cosas. En cambio, el poeta debe quedar sumido a lo material, es decir, a la percepción de las cosas y no logra encontrar la verdad a través de la búsqueda, sino a partir de la gracia y la manifestación; de alguna manera, la verdad puede ser otorgada sin necesidad de ser perseguirla.
De este modo, filosofía y poesía suponen dos tipos de racionalidad, pero con distintas posiciones ante el mundo: La del filósofo y la del poeta. Esto supone a si mismo que la filosofía para una persona o individuo particular, este basado en el camino de la razón, en el cuidado de sí mismo, renunciando así a la vida, sustentándolo en la frase de (Platón, dialogo de Fedón) diciendo que “La Filosofía es la preparación para la muerte”; en cambio la poesía, queda al servicio de la exaltación, una entrega total a la carne, al tiempo y a las formas efímeras de las que el filósofo huye.
A lo largo del texto, pude entender, examinar y captar, las formas de relación de la poesía con las diferentes disciplinas o ramas de la filosofía, como lo son la ética, la metafísica, entre otras. También, el vínculo particular establecido entre la poesía y la filosofía uniéndose a la misticidad[4], tema de mucho interés y fijación que presentaba la autora en el texto.
La postura concreta que presenta la autora María Zambrano en el texto es para intentar buscar un acercamiento entre el pensamiento razonable, en su palabra filosófica y poética que se encuentran parcialmente dispuesta a proponer o sugerir insinuando en algunos de los trazos que se pueden evidenciar en la literatura contemporánea, sin embargo, es en el propio tono y uso del lenguaje donde se puede vislumbrar y diferenciar la respuesta de ambas.
Basado en un tipo de lenguaje que busca tratar los problemas de la tradición filosófica que se dio en la antigua Grecia y se desarrolló en el occidente. Esta antigua tradición, es designada para aquellas personas quienes buscaban la verdad, en contraste, eran los filósofos quienes se dedicaban a encontrar la verdad dejándola que se revele por sí misma, que pueda surgir y brotar a la superficie, que cobre forma, sin una fisonomía[5] dialéctica[6], sin tener la necesidad de polemizar con los autores, sino, dibujando lentamente un camino que se va a ir trazando tratando de dejar una huella, es un recorrido donde se abrirán nuevas posibilidades al pensar.
El camino de la filosofía, es el más claro, acertado y seguro; la filosofía ha vencido al conocimiento, ya que, a podido conquistar algo firme, algo del poder verdadero, compacto e independiente de que sea absoluto. Además, el filósofo busca argumentos que se sustenten por si solos y no que él se sustente de otros, por lo que en vez de apoyarse en los otros, los otros se apoyan en él.
La relación entre poesía y verdad se representa como la intuición fenomenológica fundamental hecha por el lenguaje para captar la esencia del ser, que se oculta pero a la vez se desvela fotomecánicamente. El lenguaje en general, y el lenguaje poético sobre todo revelan la captación ideática[7] de las esencias no solo aquellas que versan sobre la belleza, sino sobre la verdad del ente y por extensión del ser”. (Heidegger).
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